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¡Hamlet ha muerto...Que Viva Hamlet! Joseph Berolo ¿Quién soy? ¿ De dónde vengo?  ¿Para dónde voy? Las murallas de Elsinore siguen azotadas por la tormenta y el  príncipe de la neblina deambula aún entre las sombras de la noche perseguido por fantasmas muy reales. Hamlet confabula contra todo lo que ama y va por las almenas de su reino fantasmal acongojado y muy perdido  repitiendo en vana  gesta :  “¡To Be or not to Be!” Ha ya mucho tiempo de aquella hora de tragedia comedia. Cuatro siglos han transcurrido desde la muerte de William Shakespeare en Stratford-D’Avon, y la pregunta aquella de su desdichado Hamlet, sigue siendo poderoso  mito y relevante angustia incontestable. Hoy como en su tiempo, otro Hamlet, este del siglo XXI, yace postrado  sobre  el desconcierto de su actual imperio terrenal, recreando con arrogancia azul descolorida, y turbulenta saña nueva,  los caminos de aquella cruel historia palaciega, exhumando causas muertas y exclamando   sin obtener  respuesta;  ¡Ser o No Ser! Jamás aprendió  el desventurado a medir su espada;  le fué imposible desistir del triste empeño de vengar fantasmas;  creyó ser de poca hombría  domeñar el asesino instinto de su fiera interna; y, madre,  padre, amigos, consejeros —hasta la dulce Ofelia (todos mal amamos y enloquecemos  a una Ofelia) —  y su propia vida trashumante- que fuese tal la mísera existencia del indeciso Hamlet-  inmolado  todo fue en aras de la intriga para asi probar cuerda la fatal locura aquella  de no poder  saber, si ser o no ser. ¿Qué esperanza hay"?, exclama el desdichado Hamlet derrumbado sobre su propia espada envenenada  para otros fines que su propia muerte, rodeado  de cadáveres, a tono de fúnebre concierto  de bufones asombrados, vencido por su propia y mal cocida hazaña:"¡Estoy muerto, Horacio ¡ "¡Que los cielos te libren del malvado!  Yo te seguiré. ¡Desdichada reina, adieu!  Tú, que empalideces y tiemblas en la ocasión, solo mudos hay, o vana  audiencia en este acto;  Si tiempo hubiese yo tenido...¡Oh!... podría decirte...pero, dejad que sea. ¡Horacio, estoy muerto!  Tú vives;  informa de mi y haz mi causa recta...a los insatisfechos." "He aquí tu copa...aún sobra algún licor" musita Horacio. Hamlet agoniza - "Dame la copa, Horacio. Vamos... !Oh cielos! la  tomaré...¡Oh mi buen Horacio, tanta cosas desconocidas quedan, que  vivirán después de mi!  Si alguna vez  me llevaste en tu corazón,  ausente de la dicha a veces, y en este mundo cruel en pena alguna vez respiras, di mi historia, más o menos...el resto es silencio...¡Oh! Muero, Horacio....no puedo vivir para escuchar las nuevas que lleguen de Inglaterra.... ¡Muero, Horacio!" Responde  el fiel  Horacio: " Ya se resquebraja tu noble corazón. Adiós melifluo Principe... ¡un vuelo de  angeles  te lleven en coro  a tu descanso!     Que no responda  ni prosiga Horacio.  Otro tanto pudo haber contado el propio Hamlet antes de su viaje al reino de las sombras. Escuchad  hablar de actos contra natura, carnales y sangrientos; de juicios prematuros, accidentales, asesinatos tantos, de muertes a traición y por forzada  causa; todo esto puedo  de verdad decir y mucho más". ¿Por qué se elevan las trompetan y resuenan  los tambores?  ¿Qué es lo que véis y celebráis?  De su regia boca seca ya,  nada oirés, más si tan prestos sois a la pregunta infame, tú, el de las guerras Polacas, y tú, el de Inglaterra," -  ¡Hamlet ha muerto...Que Viva Hamlet...y Tú Hamlet Siglo XXI -" que has llegado a dar órdenes,  ¿Quién eres, de dónde vienes, para dónde vas? ¿Cuál tu desmedida intriga y cuál tu nueva causa para tanta horrenda intriga palaciega  en todo el  feudo?    Citas en cursiva traducidas por el autor Abril 23, 2016

Felicitaciones queridos poetas por esta puesta sobre Shakespeare en el 400 aniversario de su muerte "SER O NO SER" Mis palabras para ser Ernesto Kahan © Enero 2016 "Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan... Me prosterno ante ellas... Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... Amo tanto las palabras... Las inesperadas... Las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen..." Pablo Neruda Las palabras visitan la vida, la poesía, la belleza y el mismísimo amor... Son mundos que nos muestran su intelecto y vivencias y nos ofrecen su amistad comunicativa con sus universos maravillosos y profundos. Sin las palabras no podré ser humano, -ni soñar- pero con ellas debo optar por ser divino o maléfico y amante humanista o agente del egoísmo y el odio. Con las palabras encontrar a las gentes y con ellas las culturas diferentes. "Sin palabras" en silencio, es un tango que no quiero bailar. Cuando hay un filósofo que va a medir la nada, un astrónomo en un agujero negro y un historiador muerto sin ideología, no se siente la memoria y debo cerrar los párpados. Sin ideología no podré filosofar y no se sabré lo qué es poesía. Hoy se elevan mis manos para tocar la ausencia escuchando los aleteos del vino al llenar la copa. ¡Esa copa! cuya fragancia abarca mi introspección que ama a nuestro tiempo y mi soledad que está llena de ruido. ¡Despiértame sirena, para estar y ser omnipotente... con palabras!

LA LOCURA   Acudiendo a excelsa cita concertada por Cronos,  eones antes de su advenimiento, puntuales llegaron sin afanes como fue pautada, a intercambiar entre ellos sentimientos.     La supuesta locura del Quijote de la Mancha calificada por quienes su proceder no entienden. Loco es el que a la moral somete su alma o loco el que a su febril razón atiende?     Qué lección Dn. Miguel quiso darnos, poniendo sabiamente en boca de su loco,  enseñanzas verdades dichas a Sancho escudero fiel como han habidos pocos.     El dilema del príncipe de Dinamarca por tragedias que atormentan su alma " ser o no ser " ante las dudas que lo embargan, luchar por superarlas o por perdida dar la batalla.     La locura también su ánimo apresó. Los celos, la venganza, generaron la tragedia. Gertrude, Laertes, Claudios el mismo Hamlet víctimas culpables o inocentes de su propia insidia.     La locura de Capuletos y Montescos enfrentados como tantas otras familias sin la causa recordar, a Romeo y Julieta bellos jóvenes enamorados llevaron  sus vidas trágicamente a terminar.     ¡ Locura! Sino infausto de la humanidad; unos llamados locos por los entuertos ansiar desfacer, otros llamados por querer con sangre saciar de su torcido espíritu, su sed de  fama y de poder.     Cumplida fue su cita en un luctuoso abril contemplando del mundo las batallas que vivieron. Este pequeño mundo dislocado sumido en locura febril consideraron cierto y profético lo que entonces escribieron.     Germán A. Gutiérrez M. Abril 24 de 2016

"Quien no sabe para dónde va, termina en otro lado" reza un viejo adagio. Esa es la mayor locura de la humanidad. No saber hacia dónde vamos. ¿Hacia la locura del dinero que todo y nada compra? ¿Hacia la locura del poder que todo y nada construye ? Hacia el "ser o no ser" que continúa vigente con Shakespeare o sin él, con Hamlet o sin él. Los extremos siguen tocándose y siendo vigentes en la condición humana. Son ineludibles, hay que vivirlos. No existe el uno sin el otro. Pero existe su Sincronización, su cantidad, y de ella posiblemente dependa nuestra mayor o menor locura. De más o de menos, todos tenemos un poco, y la locura o no dura, o perdura. Agustina Ospina.