QUE NO SE DIGA Al amanecer del 2021 Que no se diga que amanece
en claro oscuro la mente envuelta en absurdos devaneos y el corazón colgado de intranquilo sueño sin querer volver a palpitar con brío antiguo. Que no se diga que por estar en cuarentena la desidia se ha sentado en la sala de la casa y le hacemos visita cual vieja compañera y sin pensar dejamos que la cizaña crezca. Que no se diga que la social distancia impuesta es para lanzar miradas de absoluta desconfianza y que ya no es prudencia cuidarse del abrazo sino
que somos, si, huraños de malcrianza. Que no se diga que el vecino es un extraño que ya no se asoma ni al balcón siquiera y
volvamos a la vieja usanza de mirar de lado y rezongar bajito
y seguir de largo descuidados. Que no se diga que por tener que andar tapados, la mirada no puede estar cargada de ternurani la mano extenderse con gesto generoso hacia aquel que violando la encerrona, pide ayuda, Que no se diga que por estar cerrada la capilla no podemos hacer de nuestro hogar un templo y un salón de clase, y de la casa toda una villa que
llamarse pueda global en la esperanza. Que no se diga que no nos sentimos desdichados por no tener trabajo y vivir de todo escasos sino por
no poder correr ansiosos lado a lado todos a decirnos que aprendimos
a ser mucho (más
humanos. Joseph
Berolo 2020-2021
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