MEDITACIONES PANDÉMICAS Visión Del Mundo Postpandemia Maravilloso vuelo de palomas mensajeras hacia un nuevo espacio donde seguir volando, hoy
por hoy, tratando de alcanzar a los familiares y los amigos que se fueron dispersando y alejando desde el día no muy
lejano, a comienzos del 2020 cuando comenzamos a perder la libertad de ir y venir sin limitaciones y de compartir sin miedo
alguno nuestras vidas. Joseph Berolo, 12.28.2020 Se cumplen este próximo marzo 2 años
aproximadamente de la primera declaración de una pandemia que habría de conducirnos por los senderos de las
más angustiosa y sentida de todas las tragedias humanas de los últimos tiempos. Desde entonces han circulado
por estas páginas las ideas, reflexiones y especulaciones de muchos escritores, al igual que hemos tenido que sufrir
la partida de varios de ellos. La huella que nos han dejado es profunda y las lecciones aprendidas nunca suficientes para
entender tanto dolor y tanta desolación. Sus trazos constituyen el mapa que hoy recorremos, no solamente por los contornos
de nuestra sufrida Colombia sino por el mundo que se debate entre los altibajos del COVID 19 y otras guerras sociales y
políticas inacabables. Pero no son estas meditaciones el pincelazo de esas tragedias. Son los delineamientos de una última reflexión
por el mundo de la pandemia luego de haber mutado varias veces. Día tras día, desde que el fantasma del virus
penetró todos los rincones de la tierra, el ser humano ha visto su hábitat convertirse en un laboratorio inmenso
de experimentación personal y colectiva diaria, gubernamental y científica aprendiendo nuevas formas de y sobrevivir
y encontrar respuestas de curación definitiva.
De hallarla depende nuestra supervivencia
no solo física sino como pueblos y naciones. La efectividad de esa cura podrá verse en un par de años
y en su totalidad en el 2025, posiblemente. Mientras tanto, seguiremos debatiéndonos entre las restricciones y las
libertades que cada ser humano aplicará a su conveniencia, ya no por imposición alguna ni por decreto sino redescubriendo
la felicidad que aprendió a conocer por lo esquiva y pasajera. Para lograrlo, debemos acercarnos a la tristeza y la
desconfianza que invade nuestras vidas y penetrar en ella y desde su interior comprendido invocar la luz de la esperanza
que la desvanezca y nos permita ver el porvenir. Amenazados
por la incertidumbre, estupefactos antes las estadisticas fatales , cara a cara con la Parca asoladora , unido todo
a otras tantas expectativas de salvación , el ser humano actual quiere sonreírle al futuro para que lo
reciba con cariño , para que sea benevolente y le permita vivirlo con algo de optimismo, y sea de regreso a la normalidad,
de una primavera universal de vientos frescos y saludables que invada el espíritu humano y lo disponga para
un acercamiento benigno a un buen cariño, el íntimo, el cercano de un ser querido, a todo otro ser humano,
y que sea de redescubrimiento de una sana convivencia social y laboral favorecida por la Fe que tendremos en nosotros
mismos, en el amor que brota fresco por las cosas simples de la vida por encontrar un altar donde ofrendarnos sin rendirnos
ante las penas. Y será nuestro celo de vivir el que pregunta: ¿Qué le espera a nuestro destino cuando
pase la pandemia? ¿Cuál será nuestro mapa de ruta para emprender el viaje sin olvidar que el fantasma
de la pandemia estará siempre acechando entre las sombras? ¿Quién dará calor al nido de nuestros
sentimientos necesitados de apoyo y compañía? ¿Podremos ser mejor que lo que somos hoy? Me responde una
voz, la de mi Fe en la Vida: " Serás todo lo que quieras Ser!" ¡Quiero ser feliz! ...pensaré...
y no tendré que decirlo... porque trabajaré en ello. Habré reencontrado la felicidad. Joseph Berolo, febrero
18 2022
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¡Si pude llegar hasta aquí fue porque en mi caducaron todas las ambiciones materiales
y se renovaron las espirituales! Las exigencias mundanas son tan pocas , que con solo tomar losartan y aspirina, comer
frutas y vegetales y unos cuantos bocados diarios de pescado y pollo, se mantiene fortalecido el corazón, y como
no hay otros males físicos que atender , lo que tengo basta y sobra: muebles en las habitaciones, utensilios de cocina, un viejo Mazda en el garaje, pocos trajes , mi viejo reloj de bolsillo, pocas joyas,
unas cuantas medallas , un enorme arrume de diplomas, muchos y hermosos recuerdos ,cartas de amor, albuns de fotografias de
cuando se guardaban en papel y entre pétalos de flores, nada de acciones en la bolsa, inversiones, menos,
solo una cuenta de ahorros para que el gobierno deposite mensualmente la bien ganada pensión, Y sin ambiciones otras que las de ser monje de claustro,
a mi manera. A mi manera, es, estar conectado con el mundo que he ayudado a crear, que crece a mi alrededor y se expande proporcionalmente
a mis esfuerzos diarios. No debo decir esfuerzos. Porque llegar a cualquier momento, a todos mis hermanos poetas del mundo
y ser para ellos, como ellos lo son para mí, compañero de viaje, desde esta pantalla, es ser paloma
y alzar el vuelo y flotar en el espacio azul sin fronteras, de la paz de los años vividos.
Aun no es posible dimensionar en
su totalidad el alcance y daño que va a tener en nuestro entorno futuro, el distanciamiento físico que se nos ha impuesto, sino en el ya
en desarrollo, proceso de enfriamiento de las relaciones humanas. Y no me refiero a las comerciales sino a las nuestras
personales, de adultos con la gente joven. Es que venimos de la internet que estableció enormes distancias animicas
entre la humanidad y le dio a la intimidad de los encuentros humanos un nuevo medio para sentirlos. Se llama, ! Redes
sociales!
Si en la práctica debemos
mantenernos a dos metros de otros, en las redes sociales, a años luz. No importa. La realidad virtual reemplaza todo.¡Pandemia!
de soledades. Pandemia de miedo. Fortalecimiento de egoísmos. Naturalidad del aislamiento. ¿El remedio más
dañino que el mal? ¿Estamos convirtiéndonos en seres invisibles que solo se escuchan a través
de un teléfono? Somos una población que llama como nunca lo había hecho, aumentando nuestro uso del teléfono
en casi una hora al día, llegando a las 3 horas y 24 minutos de media por persona. También permanecemos
un promedio de 3 horas diarias leyendo y contestando mensajes por internet. Ya no nos desplazamos a nuestro trabajo diario,
incrementará el teletrabajo; las charlas virtuales (con amigos y compañeros de trabajo) van en aumento;
compramos más por internet , y la formación (escolar, académica y laboral) tendrá un componente
más tecnológico. Y de añadidura, " Tú en tu cuarto y YO en el mío... si me necesitas,
envíame un email." ¡Adiós al entorno familiar! ¡La interconexión humana tiene
un efecto en la propagación de la enfermedad! "! ¡HABREMOS VENCIDO! HABREMOS ENTENDIDO LO QUE REALMENTE ES ESENCIAL
PARA NUESTRAS VIDAS, SOBREVIVIR POR ENCIMA DE TODO, Y AL FINAL DE CUENTAS MORIR SOLOS. ¡ PERO NO DE CORONA VIRUS
19! No puede ser. Voy de regreso a Yuste. La búsqueda es de medios que me acerquen a mis
congéneres, de todas las edades, y especialmente a la juventud, para ver de restablecer esos lazos qantes nos unían,
visitarnos, compartir unas onces,un asado, una cena, una tertulia, celebrar l cumpleaños, aniversarios,
grados, bodas, nacimientos...Y ¡ Funerales! a los que hoy no podemos asistir. Maravilloso vuelo de palomas mensajeras hacia un nuevo espacio
donde seguir volando, hoy por hoy, tratando de alcanzar a los familiares y los amigos que se fueron dispersando y alejando
desde el día no muy lejano, a comienzos del 2020 cuando comenzamos a perder la libertad de ir y venir sin limitaciones
y de compartir sin miedo alguno nuestras vidas. Joseph Berolo, 12.28.2020
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