María de los Ángeles Londoño Zapata

María de los Ángeles Londoño Zapata   Bienvenida a la Paz para nuestro tiempo y el tiempo de nuestros hijos y los hijos de sus hijos  a través del cultivo de las Bellas Artes en los jardines de su mente y sus corazones

mail:mariadelosangeles.poeta@gmail.com Nació en Yalí Antioquia. Reside en Cali desde su juventud, es gerontóloga de profesión y ha dedicado toda su vida al cuidado de los adultos mayores. Hace parte de Casa de Poesía Cali y del taller Semillas de Juventud, ha sido publicada en la Antología del Valle del Cauca y Colombia, participado con el taller en la feria del libro de Cali y tiene su página en YouTube: Expresión de sentimientos.

Ejemplares disponibles en el autor o el editor María de los Ángeles sigue la senda de las grandes poetas, como cuando hace esta oración a la soledad... Te encuentro doblada entre silabas, me hablas en las notas de una canción, caminas pegada a mi hombro, avanzas a la par de las manecillas, puedo verte en manos ajenas. Te embulles en los cerrojos de mi puerta. Puedo tocarte en el aroma de un café... Sí, ella nos habla, nos acaricia con su romanticismo innato, tan escaso hoy día... "Has llegado con la frescura del otoño en tus bolsillos. Tu mirada dibuja el lugar donde siempre quise estar... Contigo, vuelven las hortensias a vestirse de sol. Te incluyes en mi odisea y cantamos juntos una melodía bajo la lluvia". Da gusto imbuirse de su poesía, nos lleva por los cafetales donde creció, como describe en su poema Tejido de amor... A ella la encontré de viaje por carreteras y cafetales, con sombrero de iraca y zapatos de cabuya. Me regaló su todo me entregó su corazón... Nos pone frente al perdón y el olvido con la serenidad que da la palabra que inspira como en el poema Lo que me queda... María de los Ángeles sigue la senda de las grandes poetas, como cuando hace esta oración a la soledad... Te encuentro doblada entre silabas, me hablas en las notas de una canción, caminas pegada a mi hombro, avanzas a la par de las manecillas, puedo verte en manos ajenas. Te embulles en los cerrojos de mi puerta. Puedo tocarte en el aroma de un café... Sí, ella nos habla, nos acaricia con su romanticismo innato, tan escaso hoy día... "Has llegado con la frescura del otoño en tus bolsillos. Tu mirada dibuja el lugar donde siempre quise estar... Contigo, vuelven las hortensias a vestirse de sol. Te incluyes en mi odisea y cantamos juntos una melodía bajo la lluvia". Da gusto imbuirse de su poesía, nos lleva por los cafetales donde creció, como describe en su poema Tejido de amor... A ella la encontré de viaje por carreteras y cafetales, con sombrero de iraca y zapatos de cabuya. Me regaló su todo me entregó su corazón... Nos pone frente al perdón y el olvido con la serenidad que da la palabra que inspira como en el poema Lo que me queda...

Soledad Te encuentro doblada entre silabas, me hablas en las notas de una canción, caminas pegada a mi hombro, avanzas a la par de las manecillas, puedo verte en manos ajenas. Te embulles en los cerrojos de mi puerta. Puedo tocarte en el aroma de un café, abrazarte en mi almohada. Y muchas veces, lloras cuando la tarde agoniza y yo estoy tras la ventana. ¿Cuándo te irás? Yo... aún espero el amor.

Elogio al amor   Cruzo las fronteras de mis anhelos, no quiero que mis alas fallen o que un mal viento me imponga barreras. Has llegado con la frescura del otoño en tus bolsillos. Tu mirada dibuja el lugar donde siempre quise estar. Alteras mi presente. Con un beso me invitas a volar sin miedo. Contigo, vuelven las hortensias a vestirse de sol. Te incluyes en mi odisea y cantamos juntos una melodía bajo la lluvia. Llegaste para conjugar el amor, reiniciar la historia, recoger los malos momentos y rehacer nuestros mundos.

Volver a verte     Fue en un instante Cuando el sol brilló más fuerte y las aves cantaron porque mis ojos volvían a verte.  Cuando te sentí a mi lado, comprobé que era verdad... no era un sueño, sino la más bella realidad.  Las horas no me importaron. Ni el tiempo que había pasado. Lo único que importaba, era que no me habías olvidado.   No se trata de caminar simplemente... No se trata de correr, se trata de ser feliz cuando el destino nos deja serlo.   Los obstáculos... las distancias... no dejarán de ser el centro ya que son los que nos unen, cuando existe un reencuentro.  No sé si callar por siempre. No sé, si gritar, lo que sí, sé,  es que al volver a verte todo ha sido felicidad.   No solo a ti te doy las gracias por brindarme tanta alegría, también las doy al cielo, porque eres, la más bella de las compañías.

Festejo Celebra la vida... celebra lo que eres, celebra ser tú, celebra por quien te dio la vida ,celebra el amor y el desamor celebra el infinito azul. Un instante de pasión celebra por tu recuerdo favorito, celebra por los besos que nos damos, por la falta de respiración, celebra porque rompes mis esquemas y llevas tus sueños y lo míos hasta el sol... Mientras yo celebro que tu existas y tu nombre bendigo celebro por el destino que me llevo a tu norte y me ofreció tu boca. Celebro de una vez cómo en tus brazos me quedé. Celebro hoy el gran amor que hay entre los dos.

Ave Viajera Olvida el atardecer de aquella primavera. No puedo corresponder a tu amor, soy un ave. Mi destino está lejos de ti ,sigue tu camino. Tú, en mi norte . Inmersa en las aguas del deseo y el quizás aprendí a nadar. Buscaba sin buscar. Nadé en medio de un eco con aleteos de bailarina, en mi azul profundo, diluida en el vacío en busca de un norte. Corrí con miedo al abismo, esperé luz en la ruta, perseguí la fragancia de vivir, hasta llegar a la puerta del amor. Entrar en lo profundo de tus ojos, estacionarme en tus labios y aceptar tu llegada fue conocer el amor.