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Canto a la Existencia Revivida
MEDITACIONES Ave Viajera- Reciba de un amante de las letras, a su amada, que le entrego sin recelo para que le de vida como me la da a mi...deleite de mis días.. LIBARDO RAFAEL CAMPOS GOMEZ, Nació en Montería, Córdoba 1951.Docente normalista, licenciado en Ciencias Sociales, Especialista en Planeamiento Educativo, es igualmente hábil como poeta. Como tal canta y llora sus poemas; su voz se agiganta y bate con fuerza la orilla del valle y el lecho del río y se posa a meditar colgada de una línea, la que evoca la muerte y el regreso a la vida que experimentó el poeta alguna vez lejana aunque trazada en el ríctus de confianza que se tiende a lo largo de su rostro cuando afirma: " he regresado peinando el bosque con mis versos " EL MERIDIANO de Córdoba publica en Junio de 1999 su obra SOLO PARA MI; A VECES;CONTEMPLACION; CARGAMENTO; JUEGO, haciendo su presentación el reconocido escritor José Luis Garces. Posteriormente el mismo Meridiano publica su poema MAESTRO y El periódico EL REPUBLICANO de Santa Fe de Bogotá, dos de sus poemas. Este es Libardo Rafael; el hombre cuyo paso de poeta engendra estos rumbos de profundas reflexiones sobre la vida con su huella de muerte siempre presente. Cuando declama su propia agonía, llora y se mecen las palmeras del Sinú para recordarnos que Linbardo está vivo de milagro. Meditacion-Salí en mañana me hice acompañar de la soledad, ella caminaba a mi lado y en silencio por su mejilla dejaba rodar la perla de una lágrima que luego enjugaba con algún recuerdo. Yo meditaba al verla…. Ya mis penas son hermanas de la soledad también. El día, se fue huyendo. Me detengo en la frontera de la noche.A mis pies una lágrima de soledad revienta y me contemplo a mi mismo mientras enjugo mi propia lágrima. INSOMIO- Jugaste toda la noche, en la oscuridad de mi pensamiento/Abrazaste el recuerdo y me mostraste el libro desteñido del ayer/Me proyectaste al horizonte de mis sueños y al amanecer, despiadadamente me abandonaste. OTRO PERO EN MI-Saliste un día a cruzar la otra orilla, cruzaste las arenas del desierto de tu propia existencia, no te venció la fatiga, heriste de muerte a la muerte… y regresaste por el mismo desierto ya dormido, y hoy.. aún en esta orilla callado y silencioso esperando…esperando. Esperando qué? REFLEXION-Así como la noche se filtra por la grieta del tiempo para caer al final al fondo de un nuevo amanecer, así se escapan los años en el devenir del tiempo, del tiempo de ayer, del tiempo de hoy, del tiempo de mañana; deja entonces que la noche te envuelva con su manto sideral mientras los dos esperamos nuestro tiempo. Próxima Edición : EL SILENCIO DE LOS VERSOS |
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