Los resultados del trabajo se resumen en 20 claves educativas para
el 2020:** Versión aumentada.
1. Formar ciudadanos
para el siglo XXI: creativos, críticos, emprendedores, competentes en el mundo digital, con habilidades sociales y
capaces de adaptarse a ambientes laborales diversos.
2.
Desarrollar políticas públicas que favorezcan la inclusión social.
3. La cultura digital lleva años instaurada en la sociedad, y las instituciones educativas
no pueden permanecer ajenas a este hecho, por lo que las TIC deben de incluirse de forma efectiva en los centros de enseñanza.
4. Extraer la inteligencia colectiva: en una sociedad cada vez más compleja
sobrevivir en ella depende cada vez más de una inteligencia colectiva. El ser humano es social por naturaleza, por
lo que ha de aprovechar las posibilidades abiertas de la sociedad digital.
5. La tecnología no reinventa la pedagogía, solo amplía sus posibilidades. Para
introducir las TIC en la educación se debe dar la intersección entre contenidos, pedagogía y tecnología.
6. Replantear los métodos de evaluación: aprender utilizando las
TIC requiere un planteamiento metodológico distinto al de adquisición de meros contenidos. Evaluar este tipo
de aprendizajes no debe centrarse, por tanto, en determinar el éxito en adquisición de contenidos sino en el
dominio de las competencias del siglo XXI.
7. Romper
el mito de los nativos digitales, es decir, la consideración de que todos los jóvenes son nativos digitales
y dominan las TIC para usos de provecho en el siglo XXI.
8.
Fomentar la creatividad: el alumno nace siendo creativo y el sistema educativo ha de generar las condiciones para que pueda
seguir desarrollando esa capacidad, y no ahogarla, como sucede actualmente.
9. Importancia de la educación emocional: la finalidad principal de la educación es que
cada persona pueda alcanzar un grado óptimo de bienestar social y emocional.
10. Cooperación entre familia, escuela y comunidad: la educación no es exclusiva
de las instituciones educativas y es posible aprender en cualquier lugar de la sociedad.
11. Liderazgo sin burocracia: el liderazgo en una institución educativa debe tener
como finalidad principal la mejora educativa, con un liderazgo centrado en la pedagogía y alejado de la pura burocracia.
12. La sociedad digital requiere de competencias que los sistemas educativos han
de desarrollar (autonomía, adaptación, tratamiento de la información, etc.), reformando el currículo.
Se requerirá de unidades didácticas más simples basadas en tales competencias útiles para la inserción
social, aprendiendo de forma conectada en red.
13.
Fomentar los intereses del alumno: el aprendizaje debe producirse de forma natural, partiendo de los intereses del aprendiz.
14. Un nuevo rol del profesor y su formación: desde la transmisión
de contenidos a la orientación y apoyo del alumno, generando las condiciones para que sea éste el que, de manera
activa y experimental, construya su propio conocimiento.
15.
Nueva ecología del aprendizaje: existe una nueva ecología del aprendizaje que está reconfigurando la
educación. Volvemos a entenderla en su sentido amplio, más allá de su simple consideración como
escolarización.
16. La educación fuera
de la escuela: hay que considerar todos los ámbitos educativos posibles, ya que el aprendizaje obtenido fuera del aula
es cada vez mayor.
17. La educación actual
se basa en aprender y memorizar contenidos. Sin embargo, sería más interesante focalizarse en el aprendizaje
en red, en la capacidad de buscar información y de poner en práctica los conocimientos adquiridos.
18. Una formación adaptada a las demandas: la construcción del currículo
que deberá configurar los nuevos perfiles que demanda la sociedad tendrá que hacerse entre todos los agentes
involucrados en su desarrollo. La sociedad y las escuelas deben colaborar para adaptar la formación a las demandas
sociales del siglo XXI.
19. Se trata de formar a ciudadanos,
no solo a profesionales eficientes: un sistema educativo abierto a la comunidad y basado en aprendizajes colaborativos que
implican a toda la sociedad. La labor de este sistema no es formar a ciudadanos únicamente para ser útiles a
un mercado, sino formar a personas capaces de desenvolverse en todos los niveles sociales.
20. Evitar la ansiedad tecnológica: la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso,
es imposible predecir qué tipo de tecnología habrá en un futuro próximo. Lo que sí tendrá
que hacer la sociedad, es diseñar cómo quiere que sea la educación del siglo XXI, la tecnología
que acompañará será la que esté disponible llegado el momento de la implantación.