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L'alba di un nuovo giorno

 

el Ave Viaiera se ha quedado
suspendida en la infinita vía
y es su vuelo órbita perenne
por la extraña dimensión de su alegría

El Regreso de Jeremías

 

Buenos días  amigo.
Deja que me llegue a la puerta de tu casa.
Vengo de lejos y estoy fatigado.
Crecimos juntos ha ya mucho tiempo
pero todo pasa y se olvida.
 
No me reconoces, lo sé.
Más si vienes conmigo
te mostraré mi carga
de caminante y reconocerás de luego
al que se fue un día, cuando te diga de paso,
que mi nombre es Jeremías, y el tuyo, Ricardo

 

¡Ah! parece que reconoces aquellos lazos
que cuando éramos niños nos unían.
tu casa vecina a la mía---
pobreza vecina...compartida,
sedientos de todo...
pero éramos buenos y alegres;
En esta vereda antigua
jugando gambeta,
persiguiendo a las brujas,
cazando ilusiones
y elevando cometas al frío paisaje.

 

¡Retozaba risueña tu vida y la mía!
En febril algarabía de rapaces ingenuos
nada sabíamos fuera del hambre,
criaturas olvidadas hasta del cielo mismo,
fatigado enjambre de alondras fugitivas,
almas abandonadas al azar de los andares.

 

Pero no debo decir estas cosas,
las conoces más que yo.
Excepto que a mí, A mí, me llevaron
las furias de un destino falaz, y a ti,
A ti te sembraron tus sueños, ¡Aquí!
¡Si lo sabe Dios!... en este tu suelo y tu fuero.

 

¡Te acuerdas! ¡Claro que sí!...

 

Pero hay más, Ricardo. Más de mi...
Recorrí los caminos del mundo, amé y odié.
Perdí y gané,
de todas las cosas un poco aprendí.
Pasaron los años y el tiempo letal
y crecieron frutos, se esparcieron,
Y después de todo... solo quedé,
con pocas fuerzas, solo un poco de fe
para volver ya viejo, cansado y frugal...
¡Este que ves aquí!
Yo... ¡soy aquel!
 
Vengo sin nada. ¡No! ¡Miento!
Todo lo tengo aquí, en el alma.
Mi pueblo, este pueblo pequeño,
Mi casa, la que fue...
Pero, el recuerdo, la campiña,
el reflejo del cielo que aquí... ¡aquí!
Tiene tanta calma...
¡Ah! y tu cara, tu cara de amigo
que jamás olvidé...
Y este rincón ameno. ¡tu casa!
 
Te pido abrigo, por unos días.
Buscaré luego un albergue vecino
Y un pequeño cultivo...
Mi fardo de cosas solo tiene memorias,
Las huellas del alma... y su historia--
Lo grande se quedó en el camino,
Lo fui gastando todo..
.¡Oh! las canas...esas sí que abundan.
 
Tal vez mañana, otro día, quizá nunca,
a este lejano lugar verás llegar
unos mozos galantes, unas bellas mujeres,
unos niños preciosos, un festín de mundos...
que tú ¡Tú no conoces!
Pero yo te diré con orgullo que son ¡Mis hijos!
no. no se quedarán Ricardo...
Se irán... ¡Lo sé!
A su vida, su mundo...su destino...

 

Yo me quedaré tranquilo
porque la vida es así.
Aprendí a tomarla de frente--
Los goces, el placer,
todo lo tuve en las manos...
Hasta me embriagué de locura,
de la vid de la holgura pendí...pero ¡Qué va!
¡Solo queda el mito de la ya no está!
¡Amigo!
Deja que me llegue a la puerta de tu casa.
Vengo de lejos y estoy fatigado...
quiero sentarme en las tardes
a platicar contigo cosas viejas,
descorrer el velo del tiempo,
recrear imágenes sonrientes
de aquellos que se fueron,
de nosotros mismos,
repasar consejas,
recordar a Esther-
si, Esther, ¡Tu novia y la mía!
la de grandes ojos negros
que miraban de frente
y era la reina de nuestro imperio.
 
Cuando lejos de aquí pensaba en ella,
supe que la quería...
 ¡Vaya! ¡Que loca mocedad aquella!
que infantilismo el mío...
en este ocaso de veleidades yertas...
¡Que no daría por decirle: ¡Buenos días, mi reina!
 
¿Sabes Ricardo?
Siempre tuve envidia de ti.
De tu jardín de almendros,
De tu casona paterna,
De tu sencillez de campesino bueno,
de tu noble ambición de hortelano,
de tu mundo, de aquí al pueblo,
de tu vida serena y de esa paz eterna
de abuelo que se asoma a la cara...
y...de ese palpitar de tu alma, ¡tan humano!
Mira lo mío.
Tan diferente.
Me siento inquieto
y profundamente extraño.
Siendo este mi nativo suelo, ¡no lo es!
Siendo tú mi amigo, soy un desconocido.
Llevo por dentro un profundo desengaño--
queriendo ser el que se fue...
¡No alcanzo a ser ¡ni siquiera desdichado!

 

Pero estoy aquí. Te llamo amigo,
mi único amigo. Con eso me basta.
Lejos del ruido de la ciudad aquella,
Lejos de mi soledad acompañada,
buscaré contigo la paz de la quebrada,
el rumorear del río, la curva de la ermita,
el silencioso templo, mi pobre escuela
¡Ah!... la tierra abonada
¡Mi tierra!
para sembrar mis otoño.
Yo he sabido desprenderme de todo,
de todo lo que no me convenía...
Por suerte, amigo de mi tarde y mi remanso--
De todo lo que amé,
jamás me desprendí del lazo
que a mi tierra me atraía ni dejé de soñar
en esta hora del retorno al pueblo
de mi más preciada holgura----
Lo único que queda de este
que viajara abismos de locura.

UNILETRAS/TRAMS.jpg

EL REGRESO DEL FRIO

 

Cuando por fin llegué del viaje
largo al extranjero suelo,
caminé los caminos recordados,
el lugar que habitara la fiebre
del huir temprana, la noche aquella
trasegada por todas las partidas.
 
No hallé la hora nueva
mas la sorda dentellada del tiempo consumido
en la hoguera engañosa de suelos extranjeros..

Solo hallé mi propia tierra hueca de petardos
la cosecha de muertos míos y de todos,
la pared erguida de todas las tristezas
sobre la tumba de los sueños que soñara

 

y el dolor de ahora de los que atrás dejara.
Las formas que tuvieron escultura,
marchitas yacen bajo Las Furias
de una guerra infame.
Al susurro de la risa cantarina
de los viejos manantiales paternales,
se pliega el rictus amargo de los viejos
que miran mudos mi planta aventurera
como si no existiera, ausente en vida,
como ellos ausentes de la suya.

Ni la calle angosta existe de alfareros toledanos,
ni el alto balcón de los amores callados
vigilantes, ni la plaza de abrigos taciturnos
ni la fuente que lloraba la pena de olvido de la estatua,
ni el atrio aquel de Santa Inés
para el raigambre humano dominguero.

Nada queda y todo queda
y el dolor se ahonda del viajero ante la puerta
de lo que fuera aquella estancia suya de abrigos y quimeras.
Solo escucha la comparsa de nuevas mascaradas.

 

Ya no la fiesta propia ni fisgonear
por entre cortinas rotas el romance
secreto de la hermana en su fiesta de cumpleaños,
ni poder llegar de tarde y encontrar la puerta abierta,
la cena puesta y el abrigado lecho,
lanzar guijarros cautos a la caridad paterna,
trepar a casa propia por la pared vecina,
tener de amigo al perro guardián
o dormir bajo la entrada
hasta un alba de excusas borrachas,

 

Ya no existe nada de todo aquello fiel,
la casa fue vendida al primer llegado de otra tierra,
el hogar aquel bendito de otra hora lo habita suerte despiadada.

Doblé la esquina esquivando lo cierto,
me fui de largo sin saber adonde,
caminando lento mis memorias
hacia las amplias avenidas nuevas;
por las frías madrugadas escolares de mi infancia lasallista,
circulaban sombras enruanadas,
coches negros del Taxi Real, y los tranvías largos,
y el mundo todo en mustia procesión
de espejos retratando la muerte de los años.

Solo el mapa del antojo dibujaba
el retrato de mi ayer de bogotano...
sobre la fría desnudez de la Plaza Mayor
dormía el Prócer su soledad de piedra
a la sombra del viejo capitolio.
Todo estaba allí y nada estaba, solo yo quedaba inmóvil
bajo la eterna majestad de la Basílica Primada
Nadie a quien llamar de tanta gente nueva
que vociferante pasa sin que a nadie pueda del ayer hablar;
¿Dónde están mis amigos del ayer, dónde están?
De semejante embrujo solo la mirada extraña
de un canino amigo de los parias indiferente acusa.

 

Si fue bien cierto que de lejos nos hablamos tanto,
nada pudo de la ausencia derrotar la suerte de perderlo todo...
y asi un día y otro día, otra fecha y otro año,
cien aniversarios....el Adiós, las nuevas,
lo viejo, todo fue pasand
y el retrato aquel de antaño no cambió.
 
En su marco de oro los recuerdos,
la madre siempre joven,
el padre siempre adusto,
los hermanos, pequeños se quedaron;
tuvieron hijos nos dijeron.
Se cruzaron con besos los senderos
y un manantial de te quieros
recargó las líneas que de tanto ruego
creímos poblados los abismos de amores presentes duraderos.
 
Un día se nos fueron los amados, los olvidados,
los ignorados, los nunca conocidos,
y no lo supimos a destiempo,
solo doblaron las campanas en la torre de los cielos
y fueron tardes negras enlutadas sin aquellos qué se fueron, que se fueron...

Madre, padre, abuelos,
todos los hermanos...los amigos, los grandes caudillos,
de su vida grita aun la voz en los abismos,
sin poder en paz dormir su espera larga
es de nuestra ausencia pende la última mañana.

Se nos fue también la patria
aquella de mimos terrenales,
donde reinó la aurora
cunde pavor de tempestades.

Cuando por fin llegué del viaje
caminé por los caminos de la partida
hacia el mismo lugar que habitó la fiebre
del huir lejana poblada deste frío
ahora negro de la noche trasegada por todos los olvidos....

...Y me quedé dormido bajo un balcón cercano
al viejo claustro lasalliano
como cuando era niño y caminaba
calle once abajo hacia la suerte juguetona del parque centenario 
saboreando colombinas en la esquina del Florero...
No me despertéis...
duermo el sueño de jamás haber partido
y es mi reino el mito colombiano

Madre de los Siglos

 

Arrebatada al tiempo de tu tiempo
fuiste la hora galaxial que el Creador
forjara para concebir su obra
y hacerte madre de todos los milenios.

 

 

Madre de cada ser y de cada aliento
que de la vida nace, forjas en tus cumbres
el fulgor de todo amanecer.

 

 

En tu vientre nacen las augustas cordilleras
que trazan el rumbo de todas las naciones
y son tus senos la cima de los sueños.

 

 

Por tus valles abundan los veranos que tallan
todos los quehaceres de la empresa humana.
Allí llegan melancólicos los inviernos
y se posan callados en la cumbre de tus sienes.

 

 

Madre. Eres las estaciones todas,
huerta de gestación de toda cosa buena.
Eres siglos de aventura que auguran
un nuevo viaje al origen de tu ser.

 

 

En ti se concibió La luz,
para que fuera eterna. ¡ La Luz !
el infinito resplandor que Dios prendió
para iluminar el sendero de los siglos.

 


El ocaso del poeta

 

Desde eñ azul celeste, desde la inmensidad
de mis sueños de poeta, naufrago perdido
En la enorme amplitud de mi generosa edad,
Eres la sirena de este viejo marinero herido.

 

 

Mi poso solo alcanza brasas de esperanza,
Vano andar el mío hacia tus blancas alas,
Sin poder llegar a tu ribera , sed que avanza,
Viajero apenas soy del horizonte de tus playas.

 

 

Tu, mujer dormida en un penacho de palma-
Brisa eres de mi tarde, todo en mi se llena,
Tu silueta verde abarca los cristales de mi alma .

 

 

Quiero amar tu lejanía sin fallecer de pena,
Ser el largo ocaso que vigila tus antojos
Y poder mi nave anclar en el iris de tus ojos.
 
1999

 

 


 

Y llegó el otoño...
 
.+

Mas fue de mi verano ardiente el sostener la floración de los cerezos,
y su calor, el hábitat donde seguir viviendo.
Fuerte aún el cuerpo y más el corazón, con bríos de sangre

renovada para seguir latiendo,
vivo bien para seguir buscando del ayer lo más amado
y consagrar de nuevo lo que aún es sagrado.
Viajero de los amplios senderos de mi destino audaz,
aquellos que trazó la inexperiencia,
 nave soy que abarca ignotos mares buscando
aquellos puertos que alguna vez creí ser conquista fácil.
 
Algunos fueron noble abrigo, ingrato fue mi paso, nunca sabré por qué me fui; otros,
inhóspitos, destino cruel lo fueron para sembrar tormentas
y partir sin rumbo hacia el naufragio de mis caros sueños.
 
Lejos ya de establecer dominio alguno, solo quiero conquistar
el viento sin otro sueño que alcanzar 
la dicha de zarpar hacia la Otra Orilla; que partirhacia
la desembocadura de la Vida
no es derrota sino tranquila andanza que debo recorrer para pod
llegar en Paz al lugar donde la Vida es verdad eterna.
Historia es esta en poesía de un ayer de viajes por tierras extranjeras.
Fui poeta que pasó de largo
y al pasar dejó el anhelo de querer crecer en ellas.
Como quería tanto mi cuna de nacencia, me embarqué
en un capricho y marché de pronto sin mirar atrás para no sentir la pena
que sentía de saber que no podría regresar
Nunca en el olvido aquello de vivir zarpando siempre sin poder llegar
jamás adonde anclar del todo, navegué la hondura
de mi ser de paso, mis rumbos abismales, mis piadosas cumbres,
sus nefastos filos negros, alcanzando dicha
y perdiendo apuestas; que de todo y todo, solo heridas tuve,
y un poco, muy poco de vendimia, aunque mucho, mucho
de querer volver queriendo hacer donde ya nada se podía.
Rodeado de todo lo Pasado, mis recuerdos son Presente;
aunque ya nadie me recuerde,
mi Futuro es quehacer
 de viejo que quiere serlo sin temor alguno. Erguido ante el altar
de la esperanza que alimento de poder dejar algo bueno,
sembrando estoy semillas nuevas para otros que sepan
cosechar auroras cuando ya el ocaso me descubra.
 
¡Por aquí pasó el Poeta... lo llamaron Ave Viajera!
De eso ya hace mucho tiempo pero aún queda la huella de su paso...
fueron sus poemas, naves capitanas del olvido;
solo Ella, su amada Musa, cuidadosa cosechera de sus últimos latidos
será la redentora del insomnio
y la locura de aquel poeta triste que en sus brazos, al viento
ayer hacia el azul partiera.
Chía, Cundinamarca, Colombia
Mayo 3, 2014


Cuando  me vaya...
 
 
Todo conspira para que yo me vaya
sin decir ¡Adiós! a nadie,
Nadie se dará cuenta...
aunque quisiera irme
y que todos los supieran...
 
Demasiado grande es el mundo
para darse cuenta cuando yo me vaya-
causa mucho ruido el quehacer humano
para acallarse porque yo me muera-
lo habita mucha gente absorta en liviandades
que por algo tan trivia como la muerte se interese,
se desgaste en alardes de ruidosos funerales,
vaya al cementerio- nadie tiene tiempo
para tan leve afán; el doloroso instante,
la soledad acompañada, el féretro ambulante
por la ciudad extraña , la corriente humana
sigue indiferente, sombras son pasmadas
en el pálido horizonte del más fugaz
de todos los instantes.
 
Todo conspira para que yo me vaya
sin decir ¡Adiós! a nadie,
sin que nadie haya que murmure un rezo,
me lleve a la estación, suspire, llore un poco,
deshoje un beso sobre el pálido esqueleto,
invoque viejas glorias, deshoje historias-
solo yo estaré, encajonado
en mísero ataúd,
¡Qué Ironía!-acolchonado
para el festín subterráneo de hambrientas alimañas.
Lentamente, inexorablemente
he venido caminando el largo trecho
del último suspiro...calladamente,
solitario, trasegando por alares viejos,
recordando gestas, engarzando sueños viejos,
agotando fuerzas en el postrer intento
para impedir llegar, tan portentoso cuerpo,
herido al fin, de muerte, cruce de partidas-
el trayecto final, la última caída
de mi poder vencido.
 
Largo fue el camino de la vida,
atajos tuvo de alegrías, no todo fue rastrojo,
flores hubo, espinas hubo,
humedales fueron las campiñas,
huertos de semillas muchas,
el árbol, la llanura, tanta viña, tanto espacio verde...
 
¡Ah! ... y los desiertos...
¡Oh! eterna melancolía aquella
de vivir por tanto tiempo
conociendo las sequías,
cultivando humanas ironías!
 
Hubiese querido irme
cuando alguien quedaba de los míos ,
me llamaban : ¡Hola... mi querido ! -
cuando venían los vecinos a preguntar por mi suerte,
alguien les contaba con acento triste
que yo estaba enfermo, y llorando a mares-
muy cerca de la muerte.
 
Hubiese querido irme
cuando alguien hubiese habido
para hacerle saber a mis amigos,
a tanto amor ausente, que viniesen a verme,
mientras estuviese vivo,
alerta, medio despierto , al menos,
para no tener que irme sin su grata compañía.
Hubiese querido irme cuando la ciudad entera
me cabía en la mirada, cuando todos mis amigos
sabían todo lo que yo sentía por haber nacido en ella,
y haberla abandonado un día...
Hubiese querido irme, cuando, al irse,
cualquiera que fuese el que se fuese,
se notaba el vacío, en la calle, en la taberna,
en la plaza, en el primer domingo
después de la jornada, una silla vacía
a la hora de la misa mayor de mediodía.
 
Hubiese querido irme, cuando todos conocían
que alguien se les iba-y sonaban las campanas
con dejos de partida.
 
Hubiese querido irme cuando al morir,
al muerto en su casa lo velaban,
lavaban su cuerpo las mujeres santas,
lo vestían como para ir de fiesta,
lo aromaban y rezaban
entronizado en la sala de la casa,
rodeado de mortuorios gestos,
de gentes con brillantes trajes negros,
las mujeres bajo encajes finos ,
sus siluetas largas, cavernarias,
envueltas en cirios y azucenas,
el aire lleno de olores funerales -
y el nombre del paciente se leía
bien trazado con polvo de oro
sobre largas cintas ribeteadas en dorado,
mortajas de muchas rosas muertas,
asidero tenaz de caminantes,
amarrados al fúnebre escenario.
 
Hubiese querido irme cuando al morir
en el patio del recinto
se libaban aguas fuertes...
cuando con ardor y valentía, los dolientes,
a cual más borrachos lloraban y reían
contando mis memorias,
y se hervían caldos desafiantes,
se repartían tintos y pericos y agüitas confortantes...
y se lloraba mucho- mucho se lloraba,
quizás por tanto líquido
y tantas otras cosas humectantes.
 
Hubiese querido irme cuando había algarabía
por la muerte de cualquier vecino-
pólvora en la plaza, ecos de dolor en todo el pueblo,
resonancia en la comarca, en la región,
y era un gran negocio empapelar paredes con avisos blancos,
rellenos de muchas letras, muy romanas,
enmarcadas por grandes cruces negras
y largas marcas amarillas
trazadas con brochas engrudadas.
Hubiese querido irme cuando llegaban sin saber de dónde,
flores, muchas flores,y coronas grandes , por  docenas
que sí iban a parar al cementerio.
Hubiese querido irme cuando todavía me llamaban, Don José.
existía el correo y el cartero cumplía sus deberes,
y llegaban a tiempo las misivas de sentida condolencia,
surgían de la nada los amigos y hasta gentes que nunca conocí,
todos, todos, invitaban a las honras,
y lloraban con todos los parientes-
y hasta los paseantes del lugar
-solo por pasar por el lugar, lloraban.
 
Hubiese querido irme cuando aún sonaban las  trompetas
de la guerra del poeta que luchaba cosas quijotescas,
la huella aún quedaba de su paso por la tierra,
sus sueños eran sueños que todos le aplaudían.
 
Hubiese querido irme
cuando era de todos conocido-¡qué se yo¡ ...quizá
por lo que hacía, por lo que no hacía,
por haber viajado lejos,
el primero en treparse al viento, en elevar cometas,
en hallar la brisa que marcaba las tormentas
talvez por aquello de haber vivido tanto tiempo
tan lejos de mi tierra, cultivando mis nostalgias
en suelos extranjeros
esos suelos donde tantas veces posé viajero
de un querer que nunca hallé
y si lo hallé jamás lo fue.
 
Hubiese querido irme cuando alguien hubiese habido
que escribiese poemas todavía-versos a los muertos,
alguna cosa digna que recordase en piedra
su paso de arboleda.
 
Hubiese querido irme cuando se daba la vuelta
a la plaza del pueblo en procesión de muerto,
y se formade largas colas gentes todas lagrimosas,
de mujeres piadosas, con sus largos velos,
de viudas sin consuelo, de novias blancas,
las de mis muchos sueños,-de amantes descuidadas-
de féminas incógnitas, de tantas otras bellas
de las tantas que encarné.
 
Hubiese querido irme cuando era moda el cortejo funeral,
mujeres nazarenas arrastrando enaguas rojas,
con sus gemidos largos que asombraban
a las gentes rezagadas cargadas de sospechas -
de si el muerto era aquel que en vida despreciaban.
 
Hubiese querido irme escuchando mil rosarios,
a beatas solitarias, o brujas rezanderas,
las que tanto me asustaban cuando andaba derrochando
fantasmas y esperanzas cazando mejoranas,
 
Hubiese querido irme cuando decretaban tres días
de extremado duelo,¡ y todos los cumplían!- 
la familia, los amigos, los extraños...
y las nueve noches eran nueve noches,
sin excusas ni pesares cargadas de palabras ,
por decir palabras...
 
Hubiese querido irme cuando todo lo del muerto
se guardaba y se cuidaba
como si no se hubiese ido...el cuarto,
la cama, sus pantuflas,
sus pañuelos, el perfume-
aquel an conocido que me hacía tan querido,
tan cercano a las sonrisas
de labios enfilados al altar de mis proezas.
 
Hubiese querido irme cuando al morir, nada, nada regalaban
de lo que del muerto hubiese sido -su cuchilla de afeitar,
la brocha, el jabón de espuma...sus cositas.
 
Hubiese querido irme cuando hubiese hecho falta,
en mi casa, en la calle, en el barrio,
en el pueblo, en la ciudad, en todo el mundo.
 
¡Qué tristeza! No pude irme cuando tanta cosa bella
sucedía al que se iba, cuando todavía se creía
que irse, era para quedarse de por vida.
 ¡Cuanta pena siento por no haberme muerto cuando debía!
 
Tendré que partir en otra hora,
en cualquier hora, ya no importa-
desde cualquier lugar donde, aunque yo lo quiera,
ya nadie va a estar en mi partida, nadie va a llorar,
a correr a ver el sitio donde vaya a estar.
 
Solo sé que... habrá mucho ruido y mucho alarde
por otras cosas que no serán las cosas mías...
y mucha gente indiferente,
y mucho apuro, y falta de tiempo, y falta de dinero.
 
¡Ah! eso siempre fue constante
...todos correrán a ver si algo les dejé..
no vaya a ser que me lo lleve y nadie dé razón
cuando me vaya de qué hice o no hice
con lo que siendo mío, al irme
ya no es mío-que para qué querré,
se que lo dirán-en la otra vida lo que aquí ni me servía...
Hubiese querido irme cuando de veras
a alguien le doliera que dejase o no dejase
fortunas o infortunios...
Pienso... "Algo dirán, cuando me muera,
por salir de aquel afán de decir lo que en vida
no se dice por decir algo,lo que quise que d e mi dijeran,
cuando aún pensaba que yo lo merecía "
 
Alguien... quizá haya alguien que llame a la alcaldía,
a un juez, a la policía ,a una EPS.
a la fiscalía, a quien convenga-
de acuerdo a la forma en que me muera.
Talvez alguien venga, alguien haga algo
para salir del muerto y en algún lugar ponerlo-
en una funeraria, en un gran salón helado,
donde quepan muchos o no quepa nadie,
donde tengan carrozas-de las de ahora,
que corren muy veloces para que nadie que las siga
sepa que llevan la carga de un difunto.
 
Tendré que irme ahora cuando la muerte es negocio
montado en cada esquina, cuando todo cuesta-
las flores, la elegía los responsos al borde de la tumba,
la almohadilla, el sudario,
la camisa almidonada, la corbata, el saco,
el escudo de Colombia en la solapa-
ahorro si es, de pantalones, zapatos, e interiores -
al fin y al cabo nada a la vista sobresale,
lo que cuenta aparece maquillado-
la ventana del engaño se parece
a la pantalla rota de algún televisor abandonado.
 
Tendré que irme ahora...Ya que importa...
¡ que expongan mi cadáver donde cobren por mirar!
el rostro maquillado, los ojos de cristal y el cabello bien rizado...
...cobrarán por alzarme, bajarme, taparme, y olvidarme..
 
Eso si dejo libre lo que vale retocarme-
es que vale tanto estar bien muerto-
Cobrarán si me incineran...¡Oh maroma de candela
de la macabra muerte! Cosa horrible .en un instante-
¡Polvo! ¡Cenizas! La Nada-
En el fondo de una tumba... es cosa de un instante-
No es Vikingo el fuego ni olímpica la llama...
es crudo el espectáculo...exhausto
del infierno de la tierra,
¡Qué importa ...el fuego que todo lo reclama!
A alguna esquina llegará el osario,
en una caja abandonada, en el alto de un en armario,
botada entre ollas oxidadas, o en un oscuro sótano,
entre cajas de recuerdos- si es que algo queda
de lo viril que fui..si son mis huesos calcinados
lo que devuelve el crematorio,
o es la suma de otras quemas o la de otros restos,
, mis cenizas no serán - tan solo el sortilegio.
 
Hubiese querido irme cuando se notara el hueco,
el vacío, la tierra removida, el lugar que ocupaba
en este mundo...el sitio abandonado...conservado.
 
De ESO. lo que sea que de mi aparezca-
aunque cobren lo que quieran los dueños de la hornilla-
quisiera estar-en el mar, en un río , en el viento,
en la luna, aunque por cada grano de ceniza,
que tengan que cargar, cobren lo que quieran cobrar-
para eso dejo lo que creo que el asunto costará.
Eso si...¡ si me voy!
un Lunes....no podré viajar con paz y a gusto todo el día...
No quisiera que nada sucediese en la jornada rutinaria
de comienzo de semana de las gentes,
ni perdiesen el puesto o sufriesen rebaja de salario
por asistir al rápido sepelio ni tuviesen que empezar llorando
sin querer... llorando por aquello de llorar.
 
¡No! Debo morirme a la una de la madrugada,
en un viernes o para ser enterrado
antes del domingo y todos puedan volver a trabajar
temprano al comenzar de nuevo la semana.
 
Lo justo y oportuno . debo irme cuando
todo el mundo está ocupado-
y no decirle a nadie., pagar de antemano
a quien quiera abrir mi fosa, rellenar mi osario,
esparcir mi sueño, derrotar mi paso-
y cuando esté así enterrado,
desaparecido
desaparecido-
ser el más callado de los muertos, el que nada dijo a nadie
antes del suceso ni a nadie quiso despertar,
y menos desde la tumba del silencio.
 
¡No!
No es que yo lo quiera así...es que todo hoy
ha cambiado, todos andan ocupados,
somos tantos, somos muchos,
el tiempo corre, la gente corre ,las nubes,
la lluvia , los rayos, las estaciones,
los gobiernos, los partidos ,el dinero, todo corre.
 
Yo se que nada valgo para que alguien quiera detenerse,
llorar, orar, sufrir...por mi
Solo hay tiempo para olvidar, para seguir corriendo..
 
¡Estoy contento! Me muero cuando nada espero,
me muero cuando nada quiero ,me muero cuando a nadie debo nada...
¡ dejo lo que cuesta un pobre entierro,
el de un pobre solitario llamado como me llamo yo.!
Como yo me voy sin que nadie sepa cuando fue,
si hoy... o mañana ...el entierro nada cuesta
Me voy, así no más, sin costo alguno..
es por eso que a nadie digo Adiós,
para que todo siga igual,
y que nada,ni nadie se detenga..
Como quise irme cuando al irme hiciera ruido,
me voy cuando ya nada queda 
me voy cuando a nadie ya le importa
asi no habrá ruido ni malestar alguno
porque yo me muera...
¡Ah¡... me voy sabiendo que solo h
rá un instante
para que alguien sepa que me fui...
Pasado seré al otro instante y todo volverá en si,
cuando ya sin mi ... todo sea igual que cuando fui.
 
2015

 

 


 

UNILETRAS/MOON.jpg

SUEÑO ALUNIZADO

 

Sueño Alunizado
Julio 20 05.00 .a.m 1969
The Eagle has landed-*El Aguila ha alunizado Audio Video
Monstruo ataviado con trajes de arlequines,
undívago marcha por abismos bipolares...

 

Habiendo roto los lazos que lo ataban a su destino terrenal, el hombre pudo contemplar el maravilloso escenario del planeta Tierra desde la pálida soledad astral de Base Tranquilidad. El alunizaje del Eagle en aquella estación eternizada por la ingravidez lunar, quedó registrado en las palabras cavernosas de Neil Armstrong, al posar su planta pionera en la superficie virginal de la Luna: "Un pequeño paso para el hombre...un salto gigantesco para la humanidad"'. Hoy, al recrear mentalmente aquella imagen portentosa lograda en una década de sueños visionarios y nobles Alianzas para el Progreso de todos los pueblos del mundo - y trasladar el histórico momento al tiempo actual abrumado por el peso de la angustia que causa lo incierto de "nuestro pequeño paso" por la vida, no puedo olvidar ni dejar de repetir el torrente metafórico de mis emociones desbordadas en aquel entonces al contemplar el rostro de mi Tierra, cuando imaginé hacerlo convertido en astronauta.

 

¡Tierra!
Espejismo seductor de gasas finas
tejidas con el hilo transparente
de sus anchos ríos,
redonda geografía de abismos copulantes,
cimbreante forma de mujer tendida
en el amplio lecho del universo amante.
¡Tierra!
Asombrosas longitudes zigzagueantes,
tentador rincón de misteriosas cumbres,
regiones blancas de indomable altura,
prístinas cumbres de solidez mamaria,
paisaje de grietas abismales desafiantes,
nuevo estallido germinal pujante.
¡Tierra!
Disparatada geometría
de laberintos enroscados en recios monolitos arenosos,
indefinida monstruosidad metálica,
pasmosa horizontalidad urbana
beligerante verticalidad etérea.
¡Tierra!
Monstruo ataviado con trajes de arlequines,
undívago marcha en abismos bipolares,
multiforme, titilante, humeante,
coquetea a guiños con el universo entero.
Espejismo de un oasis en el pálido amarillo
de sus dunas fantasmales,
es bucólica su estampa
en el verde escenario de las altas sierras
puerto amable para algún viajero planetario....
Creador de mitos redentores-
Su corazón latió por conquistarlo...
Con su pincel poeta
trazó el bosquejo de su visión lunar,
y fue de redondeces cósmicas, expectantes, orgásmicas...
En el altar del universo
la musa terrenal dormía envuelta
en su atavío circular.
Fascinado, excitado, sediento, hambriento,
contempló su redondez fulgente, su piel sinuosa,
acuática, sus peligrosas curvas-
el desorden natural de su virgen contextura...
la paz sin horizontes de su luz astral.
Adelantado de astronauta distraídos en su levitar silente
por los cráteres lunares,
se trepó en su nave y se durmió mirando la redondez girante
de la beldad celeste.
Nadie supo que al regresar el Eagle
traía un sueño alunizado...
¡Poeta al fin!
Venia a conquistar El mundo de sus sueños

 

El Cumpleaños del Soldado

 

Venía de un hueco...
Le abrí la puerta
una mañana del 68-
Eran las seis en punto
del sol nacido en una palma
- un faro recién apagado
un cayo de Vizcaya,
la gresca del mar en la bahía.

 

 

Venía de aquella guerra,
de la que nadie habla.
Su silencio entró gritando
que nunca hablaría
de la suya enredada con aquella.
Cumplía veinte y cuatro años,
Ayer cumplió cincuenta...
Aún conservo el uniforme
que trajo envuelto en una bolsa
que se quitó al entrar a un Hércules
al despegar de un cráter en Saigón.
Me lo entregó para que lo enterrara,
y nunca dijo nada del agujero de bala
en la guerrera que olía a rata de caverna
en el calor del mediodía.

 

 

Nunca dijo nada
de aquella guerra sucia
que nunca fue de nadie,
pero se le veía
algo así como un pasar
de balas que solo él sentía
de cosas que solo él sabía
que nunca las diría.

 

 

Así cumplió cincuenta
portando todavía
ese silencio que al abrir la puerta
aquel día, entró gritando
a voz entera
que no hablaría de su guerra.
 
1975

 

Carta de un hijo que aún ha nacido

 


Padre. Te escribe tu hijo que aún no ha llegado.
Te estoy hablando desde la sangre
que me dará vida de tu sangre
que fluye como un mar desconocido,
y del útero que algún día habitaré.
Te hablo de tu deseo de tener un hijo.
y de tus sueños para cuando sea grande
que ya existen en ti
y de las cosas nuevas que quieres
para mí de tu cosecha.
Te escribo sobre ti y lo mucho que quieres
que tenga yo de lo que tu tienes.
Te hablo desde la naciente nana que tú
y mi madre cantaréis felices juntos.
Te contaré de todas mis mañanas
cuando me hables
de los grandes planes que tienes para mí,
que quieres que yo sea el mayor
de una manada de muchos otros niños,
para que lleven tu nombre.
Te estoy hablando de tu vida como un buen hombre.
Y de qué quieres que haga con mi vida,
con la tuya, con orgullo.
Y te hablo desde tus dudas y miedos,
Esos miedos que te hacen meditar tan profundamente.
Y de las muchas esperanzas que
tienes en este mundo tuyo donde viajas solo.
donde todo te sonríe -
¡Pero tienes miedo! ¡Pero tienes miedo!
Padre. Te hablo de tu inmensa fe
en Dios y en la Patria.
El Dios a quien llevas tus peticiones.
y la patria
que responde con sus leyes.
Pero tienes miedo. ¡Tienes mucho miedo!
Padre. Os hablo desde el vientre de la que será mi madre.
Te hablo desde el sueño que aún soy
Te hablo desde el recuerdo que tendré de ti cuando decidas que debo comenzar mi día.
Sabrás amarnos
y lucharás por lo importante
y sostendrás las paredes
de nuestra sagrada casa, trabajaréis constantemente
para que nada falte,
y durante toda tu vida siempre velarás por mi.
Espérame sonriendo que cuando yo llegue .
Seremos tres para compartir los miedos.
 
2015
 

 

POR LA PAZ DEL MUNDO

 

¡Soy la Tierra! infinito Maestro, a negra suerte atada
de turbamulta que paz reclama a golpe de metralla;
mis rumbos son de muerte plena en alborada,
herida yazgo moribunda en lecho de mortal batalla.

 

 


Velero errante... perdido entre la bruma voy sin faro,
sin abrigo...sin puerto alguno donde anclar serena...
¿Dejada de tu mano acaso estoy? ¿De todo amigo caro?
¿De tu cena y de tu cáliz? ¿De tu estampa Nazarena?

 

 

Tras de las Furias voy,  tras de la Paz robada...
!Oh Dolor! Sin esperanza, solo veo transitar
el fúnebre cortejo de la humanidad violada-
Al paso de la guerra va, sin poderla rescatar.

 

 

Secuestrada marcha la triste caravana de la raza.
¡Mi seno seco está de tanto dar y consolar!
Más para todos los humanos mi corazón alcanza...
!Oh Señor! para morir crucificada y, como Tú, ¡Resucitar!