|
TODO TEXTO SUBRAYADO ES VÍNCULO A SU CONTENIDO
L'alba di un nuovo giorno
|
el Ave
Viaiera se ha quedado suspendida
en la infinita vía y
es su vuelo órbita perenne por
la extraña dimensión de su alegría
|
El Regreso de Jeremías Buenos días amigo. Deja que me llegue a la puerta
de tu casa. Vengo de lejos
y estoy fatigado. Crecimos
juntos ha ya mucho tiempo pero
todo pasa y se olvida. No me reconoces, lo sé. Más si vienes conmigo te mostraré mi carga de caminante y reconocerás de luego al que se fue un día, cuando te diga de
paso, que mi nombre
es Jeremías, y el tuyo, Ricardo ¡Ah! parece que reconoces aquellos lazos que cuando éramos niños nos unían. tu casa vecina a la mía--- pobreza vecina...compartida, sedientos de todo... pero éramos buenos y alegres; En esta vereda antigua jugando gambeta, persiguiendo a las brujas, cazando ilusiones y elevando cometas al frío paisaje. ¡Retozaba risueña tu vida y la mía! En febril algarabía de rapaces ingenuos nada sabíamos fuera del hambre, criaturas olvidadas hasta del cielo mismo, fatigado enjambre de alondras fugitivas, almas abandonadas al azar de los andares. Pero no debo decir estas cosas, las conoces más que yo. Excepto que a mí, A mí, me llevaron las furias de un destino falaz, y a ti, A ti te sembraron tus sueños, ¡Aquí! ¡Si lo sabe Dios!... en este tu suelo y
tu fuero. ¡Te
acuerdas! ¡Claro que sí!... Pero hay más, Ricardo. Más de mi... Recorrí los caminos del mundo, amé y odié. Perdí y gané, de todas las cosas un poco aprendí. Pasaron los años y el tiempo letal y crecieron frutos, se esparcieron, Y después de todo... solo quedé, con pocas fuerzas, solo un poco de fe para volver ya viejo, cansado y frugal... ¡Este que ves aquí! Yo... ¡soy aquel! Vengo
sin nada. ¡No! ¡Miento! Todo lo tengo aquí, en el alma. Mi
pueblo, este pueblo pequeño, Mi casa, la que fue... Pero, el recuerdo, la campiña, el reflejo del cielo que aquí... ¡aquí! Tiene tanta calma... ¡Ah! y tu cara, tu cara de amigo que jamás olvidé... Y este rincón ameno. ¡tu casa! Te
pido abrigo, por unos días. Buscaré
luego un albergue vecino Y
un pequeño cultivo... Mi
fardo de cosas solo tiene memorias, Las huellas del alma... y su historia-- Lo grande se quedó en el camino, Lo fui gastando todo.. .¡Oh!
las canas...esas sí que abundan. Tal vez mañana,
otro día, quizá nunca,a este lejano lugar verás llegar unos mozos galantes, unas bellas mujeres, unos niños preciosos, un festín de mundos... que tú ¡Tú no conoces! Pero yo te diré con orgullo que son ¡Mis
hijos! no. no se quedarán
Ricardo... Se irán...
¡Lo sé! A
su vida, su mundo...su destino... Yo me quedaré tranquilo porque la vida es así. Aprendí a tomarla de frente-- Los goces, el placer, todo lo tuve en las manos... Hasta me embriagué de locura, de la vid de la holgura pendí...pero ¡Qué va! ¡Solo queda el mito de la ya no está! ¡Amigo! Deja que me llegue a la puerta de tu casa. Vengo de lejos y estoy fatigado... quiero sentarme en las tardes a platicar contigo cosas viejas, descorrer el velo del tiempo, recrear imágenes sonrientes de aquellos que se fueron, de nosotros mismos, repasar consejas, recordar a Esther- si, Esther, ¡Tu novia y la mía! la de grandes ojos negros que miraban de frente y era la reina de nuestro imperio. Cuando
lejos de aquí pensaba en ella, supe que la quería... ¡Vaya! ¡Que loca mocedad aquella! que infantilismo el mío... en este ocaso de veleidades yertas... ¡Que no daría por decirle: ¡Buenos
días, mi reina! ¿Sabes Ricardo? Siempre tuve envidia de ti. De tu jardín de almendros, De tu casona paterna, De tu sencillez de campesino bueno, de tu noble ambición de hortelano, de tu mundo, de aquí al pueblo, de tu vida serena y de esa paz eterna de abuelo que se asoma a la cara... y...de ese palpitar de tu alma, ¡tan humano! Mira lo mío. Tan diferente. Me siento inquieto y profundamente extraño. Siendo este mi nativo suelo, ¡no lo es! Siendo tú mi amigo, soy un desconocido. Llevo por dentro un profundo desengaño-- queriendo ser el que se fue... ¡No alcanzo a ser ¡ni siquiera desdichado! Pero estoy aquí. Te llamo amigo, mi único amigo. Con eso me basta. Lejos del ruido de la ciudad aquella, Lejos de mi soledad acompañada, buscaré contigo la paz de la quebrada, el rumorear del río, la curva de la ermita, el silencioso templo, mi pobre escuela ¡Ah!... la tierra abonada ¡Mi tierra! para sembrar mis otoño. Yo he sabido desprenderme de todo, de todo lo que no me convenía... Por suerte, amigo de mi tarde y mi remanso-- De todo lo que amé, jamás me desprendí del lazo que a mi tierra me atraía ni dejé
de soñar en
esta hora del retorno al pueblo de
mi más preciada holgura---- Lo
único que queda de este que
viajara abismos de locura.
|
EL REGRESO DEL FRIO Cuando por fin llegué
del viaje largo
al extranjero suelo, caminé
los caminos recordados, el
lugar que habitara la fiebre del huir temprana, la noche aquella trasegada por todas las partidas. No hallé
la hora nueva mas
la sorda dentellada del tiempo consumido en la hoguera engañosa de suelos extranjeros..
Solo hallé mi propia tierra hueca de petardos la cosecha de muertos míos
y de todos, la
pared erguida de todas las tristezas sobre la tumba de los sueños que soñara y el dolor de ahora de los que
atrás dejara. Las
formas que tuvieron escultura, marchitas yacen bajo Las Furias de una guerra infame. Al susurro de la risa cantarina de los viejos manantiales paternales, se pliega el rictus amargo de
los viejos que
miran mudos mi planta aventurera como si no existiera, ausente en vida, como ellos ausentes de la suya.
Ni la calle angosta existe de alfareros toledanos, ni el alto balcón de los
amores callados vigilantes,
ni la plaza de abrigos taciturnos ni la fuente que lloraba la pena de olvido de la estatua, ni el atrio aquel de Santa Inés para el raigambre humano dominguero.
Nada queda y todo queda y el dolor se ahonda del viajero
ante la puerta de
lo que fuera aquella estancia suya de abrigos y quimeras. Solo escucha la comparsa de nuevas mascaradas. Ya no la fiesta propia ni fisgonear por entre cortinas rotas el romance secreto de la hermana en su fiesta
de cumpleaños, ni
poder llegar de tarde y encontrar la puerta abierta, la cena puesta y el abrigado lecho, lanzar guijarros cautos a la caridad paterna, trepar a casa propia por la pared
vecina, tener
de amigo al perro guardián o dormir bajo la entrada hasta un alba de excusas borrachas, Ya no existe nada de todo aquello fiel, la casa fue vendida al primer
llegado de otra tierra, el
hogar aquel bendito de otra hora lo habita suerte despiadada.
Doblé la esquina esquivando lo cierto, me fui de largo sin saber adonde, caminando lento mis memorias hacia las amplias avenidas nuevas; por las frías madrugadas
escolares de mi infancia lasallista, circulaban sombras enruanadas, coches negros del Taxi Real, y los tranvías largos, y el mundo todo en mustia procesión de espejos retratando la muerte
de los años.
Solo
el mapa del antojo dibujaba el retrato de mi ayer de bogotano... sobre la fría desnudez de la Plaza Mayor dormía el Prócer su soledad de piedra a la sombra del viejo capitolio. Todo estaba allí y nada
estaba, solo yo quedaba inmóvil bajo la eterna majestad de la Basílica Primada Nadie a quien llamar de tanta gente nueva que vociferante pasa sin que
a nadie pueda del ayer hablar; ¿Dónde están mis amigos del ayer, dónde están? De semejante embrujo solo la
mirada extraña de
un canino amigo de los parias indiferente acusa. Si fue bien cierto que de lejos nos hablamos tanto, nada pudo de la ausencia derrotar
la suerte de perderlo todo... y asi un día y otro día, otra fecha y otro año, cien aniversarios....el Adiós, las nuevas, lo viejo, todo fue pasand y el retrato aquel de antaño
no cambió. En su marco de oro los recuerdos, la madre siempre joven, el padre siempre adusto, los hermanos, pequeños
se quedaron; tuvieron
hijos nos dijeron. Se
cruzaron con besos los senderos y un manantial de te quieros recargó las líneas que de tanto ruego creímos poblados los abismos
de amores presentes duraderos. Un día se nos fueron los amados, los olvidados, los ignorados, los nunca conocidos, y no lo supimos a destiempo, solo doblaron las campanas en
la torre de los cielos y
fueron tardes negras enlutadas sin aquellos qué se fueron, que se fueron...
Madre, padre, abuelos, todos los hermanos...los amigos,
los grandes caudillos, de
su vida grita aun la voz en los abismos, sin poder en paz dormir su espera larga es de nuestra ausencia pende la última mañana.
Se nos fue también la
patria aquella
de mimos terrenales, donde
reinó la aurora cunde
pavor de tempestades.
Cuando por fin llegué del viaje caminé
por los caminos de la partida hacia
el mismo lugar que habitó la fiebre del huir lejana poblada deste frío ahora negro de la noche trasegada por todos los
olvidos....
...Y
me quedé dormido bajo un balcón cercano al viejo claustro lasalliano como cuando era niño y caminaba calle once
abajo hacia la suerte juguetona del parque centenario saboreando colombinas en la esquina del Florero... No me despertéis... duermo el
sueño de jamás haber partido y es mi reino el mito colombiano
|
Madre de los Siglos Arrebatada al tiempo de tu tiempo fuiste la hora galaxial que
el Creador forjara
para concebir su obra y
hacerte madre de todos los milenios. Madre de cada ser y de cada aliento que de la vida nace, forjas en
tus cumbres el
fulgor de todo amanecer. En tu vientre nacen las augustas cordilleras que trazan el rumbo de todas las naciones y son tus senos la cima de
los sueños. Por tus valles abundan los veranos que tallan todos los quehaceres de la empresa humana. Allí llegan melancólicos
los inviernos y
se posan callados en la cumbre de tus sienes. Madre. Eres las estaciones todas, huerta de gestación de toda cosa buena. Eres siglos de aventura que auguran un nuevo viaje al origen de
tu ser. En ti se concibió La luz, para que fuera eterna. ¡ La Luz ! el infinito resplandor que Dios prendió para iluminar el sendero de los
siglos.
El ocaso del poeta Desde eñ azul celeste, desde la inmensidad de mis sueños de poeta, naufrago perdido En la enorme amplitud de mi generosa edad, Eres la sirena de este viejo marinero herido. Mi poso solo alcanza brasas de esperanza, Vano andar el mío hacia tus blancas alas, Sin poder llegar a tu ribera , sed que avanza, Viajero apenas soy del horizonte de tus playas. Tu, mujer dormida en un penacho de palma- Brisa eres de mi tarde, todo en mi se llena, Tu silueta verde abarca los cristales de mi
alma . Quiero
amar tu lejanía sin fallecer de pena, Ser el largo ocaso que vigila tus antojos Y poder mi nave anclar en el iris de tus ojos. 1999
|
Y
llegó el otoño... .+ Mas fue de mi verano
ardiente el sostener la floración de los cerezos,y su calor, el hábitat donde seguir viviendo.Fuerte aún
el cuerpo y más el corazón, con bríos de sangre renovada para
seguir latiendo, vivo bien para seguir buscando del
ayer lo más amado y consagrar de nuevo lo que aún es sagrado.Viajero de los amplios
senderos de mi destino audaz,aquellos que trazó la inexperiencia, nave soy que abarca ignotos mares buscando aquellos puertos
que alguna vez creí ser conquista fácil. Algunos fueron noble abrigo, ingrato fue mi paso, nunca sabré por qué
me fui; otros, inhóspitos, destino cruel lo fueron para
sembrar tormentas y partir sin rumbo hacia el naufragio de mis caros sueños. Lejos ya de establecer dominio
alguno, solo quiero conquistar el viento sin otro sueño que alcanzar la dicha de zarpar hacia la Otra Orilla; que partirhaciala desembocadura de la Vidano es derrota sino
tranquila andanza que debo recorrer para podllegar en
Paz al lugar donde la Vida es verdad eterna.Historia es esta en poesía de un ayer de viajes por tierras
extranjeras. Fui poeta que pasó de largo y al
pasar dejó el anhelo de querer crecer en ellas.Como quería tanto mi cuna de nacencia, me embarquéen un capricho y marché de pronto sin mirar atrás para no sentir la penaque sentía
de saber que no podría regresar Nunca en el olvido aquello de vivir zarpando siempre sin poder llegarjamás
adonde anclar del todo, navegué la hondura de mi ser de paso, mis rumbos abismales, mis piadosas cumbres, sus nefastos
filos negros, alcanzando dicha y perdiendo apuestas; que de todo y todo, solo heridas tuve,y un poco,
muy poco de vendimia, aunque mucho, muchode querer volver queriendo hacer donde ya nada se podía. Rodeado
de todo lo Pasado, mis recuerdos son Presente; aunque ya nadie me recuerde, mi Futuro
es quehacer de viejo que quiere serlo sin temor alguno.
Erguido ante el altar de la esperanza que alimento de poder dejar algo bueno, sembrando estoy semillas nuevas para otros que sepan cosechar
auroras cuando ya el ocaso me descubra. ¡Por
aquí pasó el Poeta... lo llamaron Ave Viajera! De eso ya hace mucho tiempo pero aún queda la huella de su paso...fueron
sus poemas, naves capitanas del olvido;solo Ella, su amada Musa, cuidadosa cosechera de sus últimos latidos será
la redentora del insomnio y la locura de aquel poeta
triste que en sus brazos, al viento ayer hacia el azul partiera. Chía, Cundinamarca, Colombia Mayo 3, 2014
|
Cuando me vaya... Todo conspira para
que yo me vaya sin decir ¡Adiós! a nadie, Nadie se dará cuenta... aunque quisiera irme y
que todos los supieran... Demasiado grande
es el mundo para darse cuenta cuando yo me vaya- causa mucho ruido el quehacer humano para acallarse porque yo me muera- lo habita mucha gente absorta en liviandades que por algo tan trivia como la muerte se interese, se desgaste en alardes de ruidosos funerales, vaya
al cementerio- nadie tiene tiempo para tan leve afán;
el doloroso instante, la soledad acompañada,
el féretro ambulante por la ciudad extraña
, la corriente humana sigue indiferente, sombras
son pasmadas en el pálido horizonte del más
fugaz de todos los instantes. Todo conspira para que yo me vaya sin decir ¡Adiós! a nadie, sin que nadie haya que murmure un rezo, me
lleve a la estación, suspire, llore un poco, deshoje
un beso sobre el pálido esqueleto, invoque viejas
glorias, deshoje historias- solo yo estaré,
encajonado en mísero ataúd, ¡Qué Ironía!-acolchonado para el festín subterráneo de hambrientas alimañas. Lentamente,
inexorablemente he venido caminando el largo trecho del último suspiro...calladamente, solitario, trasegando por alares viejos, recordando gestas, engarzando sueños viejos, agotando fuerzas en el postrer intento para impedir llegar, tan portentoso cuerpo, herido
al fin, de muerte, cruce de partidas- el trayecto final,
la última caída de mi poder vencido. Largo fue el camino de la vida, atajos tuvo de alegrías, no todo fue rastrojo, flores hubo, espinas hubo, humedales fueron las campiñas, huertos
de semillas muchas, el árbol, la llanura, tanta
viña, tanto espacio verde... ¡Ah!
... y los desiertos... ¡Oh! eterna melancolía
aquella de vivir por tanto tiempo conociendo las sequías, cultivando humanas ironías! Hubiese querido irme cuando alguien
quedaba de los míos , me llamaban : ¡Hola...
mi querido ! - cuando venían los vecinos a
preguntar por mi suerte, alguien les contaba con acento
triste que yo estaba enfermo, y llorando a mares- muy cerca de la muerte. Hubiese querido irme cuando alguien hubiese habido para
hacerle saber a mis amigos, a tanto amor ausente,
que viniesen a verme, mientras estuviese vivo, alerta, medio despierto , al menos, para no tener que irme sin su grata compañía. Hubiese querido irme cuando la ciudad entera me cabía en la mirada, cuando todos mis amigos sabían todo lo que yo sentía por haber nacido en ella, y haberla abandonado un día... Hubiese querido irme, cuando, al irse, cualquiera
que fuese el que se fuese, se notaba el vacío,
en la calle, en la taberna, en la plaza, en el primer
domingo después de la jornada, una silla vacía a la hora de la misa mayor de mediodía. Hubiese querido irme, cuando todos conocían que alguien se les iba-y sonaban las campanas con dejos de partida. Hubiese
querido irme cuando al morir, al muerto en su casa
lo velaban, lavaban su cuerpo las mujeres santas, lo vestían como para ir de fiesta, lo aromaban y rezaban entronizado
en la sala de la casa, rodeado de mortuorios gestos, de gentes con brillantes trajes negros, las mujeres bajo encajes finos , sus siluetas largas, cavernarias, envueltas
en cirios y azucenas, el aire lleno de olores funerales
- y el nombre del paciente se leía bien trazado con polvo de oro sobre largas cintas ribeteadas en dorado, mortajas
de muchas rosas muertas, asidero tenaz de caminantes, amarrados al fúnebre escenario. Hubiese querido irme cuando al morir en el patio del recinto se
libaban aguas fuertes... cuando con ardor y valentía, los
dolientes, a cual más borrachos lloraban y reían contando mis memorias, y se hervían caldos desafiantes, se repartían tintos y pericos y agüitas confortantes... y se lloraba mucho- mucho se lloraba, quizás por tanto líquido y
tantas otras cosas humectantes. Hubiese
querido irme cuando había algarabía por
la muerte de cualquier vecino- pólvora en la
plaza, ecos de dolor en todo el pueblo, resonancia
en la comarca, en la región, y era un gran
negocio empapelar paredes con avisos blancos, rellenos
de muchas letras, muy romanas, enmarcadas por grandes
cruces negras y largas marcas amarillas trazadas con brochas engrudadas. Hubiese querido irme cuando llegaban sin saber de dónde, flores, muchas flores,y
coronas grandes , por docenas que sí iban a parar al cementerio. Hubiese querido irme cuando todavía me llamaban, Don José. existía el correo y el cartero cumplía sus deberes, y llegaban a tiempo las misivas de sentida condolencia, surgían de la nada los amigos y hasta gentes que nunca conocí, todos, todos, invitaban a las honras, y lloraban con todos los parientes- y hasta los paseantes del lugar -solo
por pasar por el lugar, lloraban. Hubiese querido irme cuando aún sonaban las trompetas de la guerra del poeta que luchaba cosas quijotescas, la huella aún quedaba de su paso por la tierra, sus sueños eran sueños que todos le aplaudían. Hubiese querido irme cuando era de todos conocido-¡qué se yo¡ ...quizá por lo que hacía, por lo que no hacía, por haber viajado lejos, el
primero en treparse al viento, en elevar cometas, en
hallar la brisa que marcaba las tormentas talvez por
aquello de haber vivido tanto tiempo tan lejos de mi
tierra, cultivando mis nostalgias en suelos extranjeros esos suelos donde tantas veces posé viajero de un querer que nunca hallé y si lo hallé jamás lo fue. Hubiese querido irme cuando alguien hubiese habido que escribiese poemas todavía-versos a los muertos, alguna cosa digna que recordase en piedra su paso de arboleda. Hubiese
querido irme cuando se daba la vuelta a la plaza del
pueblo en procesión de muerto, y se formade
largas colas gentes todas lagrimosas, de mujeres
piadosas, con sus largos velos, de viudas sin consuelo,
de novias blancas, las de mis muchos sueños,-de
amantes descuidadas- de féminas incógnitas,
de tantas otras bellas de las tantas que encarné. Hubiese querido irme cuando era moda el cortejo
funeral, mujeres nazarenas arrastrando enaguas rojas, con sus gemidos largos que asombraban a las gentes rezagadas cargadas de sospechas - de si el muerto era aquel que en vida despreciaban. Hubiese querido irme escuchando mil rosarios, a beatas solitarias, o brujas rezanderas, las que tanto me asustaban cuando andaba derrochando fantasmas y esperanzas cazando mejoranas, Hubiese querido irme cuando decretaban tres días de extremado duelo,¡ y todos los cumplían!- la familia, los amigos, los extraños... y las nueve noches eran nueve noches, sin excusas ni pesares cargadas de palabras , por
decir palabras... Hubiese querido irme
cuando todo lo del muerto se guardaba y se cuidaba como si no se hubiese ido...el cuarto, la cama, sus pantuflas, sus pañuelos, el perfume- aquel
an conocido que me hacía tan querido, tan cercano
a las sonrisas de labios enfilados al altar de mis
proezas. Hubiese querido irme cuando al
morir, nada, nada regalaban de lo que del muerto hubiese
sido -su cuchilla de afeitar, la brocha, el jabón
de espuma...sus cositas. Hubiese querido
irme cuando hubiese hecho falta, en mi casa, en la
calle, en el barrio, en el pueblo, en la ciudad, en
todo el mundo. ¡Qué tristeza!
No pude irme cuando tanta cosa bella sucedía
al que se iba, cuando todavía se creía que irse, era para quedarse de por vida. ¡Cuanta pena siento por no haberme muerto cuando debía! Tendré
que partir en otra hora, en cualquier hora, ya no
importa- desde cualquier lugar donde, aunque yo lo
quiera, ya nadie va a estar en mi partida, nadie va
a llorar, a correr a ver el sitio donde vaya a estar. Solo sé que... habrá mucho ruido
y mucho alarde por otras cosas que no serán
las cosas mías... y mucha gente indiferente, y mucho apuro, y falta de tiempo, y falta de dinero. ¡Ah! eso siempre fue constante ...todos correrán a ver si algo les dejé.. no vaya a ser que me lo lleve y nadie dé razón cuando me vaya de qué hice o no hice con lo que siendo mío, al irme ya no es mío-que para qué querré, se que lo dirán-en la otra vida lo que aquí ni me servía... Hubiese querido irme
cuando de veras a alguien le doliera que dejase o no
dejase fortunas o infortunios... Pienso... "Algo dirán, cuando me muera, por salir de aquel afán de decir lo que en vida no se dice por decir algo,lo que quise que d e mi dijeran, cuando aún pensaba que yo lo merecía " Alguien... quizá haya alguien que llame a la alcaldía, a un juez, a la policía ,a una EPS. a la fiscalía, a quien convenga- de acuerdo a la forma en que me muera. Talvez alguien venga, alguien haga algo para
salir del muerto y en algún lugar ponerlo- en
una funeraria, en un gran salón helado, donde
quepan muchos o no quepa nadie, donde tengan carrozas-de
las de ahora, que corren muy veloces para que nadie
que las siga sepa que llevan la carga de un difunto. Tendré que irme ahora cuando la muerte
es negocio montado en cada esquina, cuando todo cuesta- las flores, la elegía los responsos al borde de
la tumba, la almohadilla, el sudario, la camisa almidonada, la corbata, el saco, el escudo de Colombia en la solapa- ahorro si es, de pantalones, zapatos, e interiores - al fin y al cabo nada a la vista sobresale, lo
que cuenta aparece maquillado- la ventana del engaño
se parece a la pantalla rota de algún televisor
abandonado. Tendré que irme ahora...Ya
que importa... ¡ que expongan mi cadáver
donde cobren por mirar! el rostro maquillado, los ojos
de cristal y el cabello bien rizado... ...cobrarán
por alzarme, bajarme, taparme, y olvidarme.. Eso
si dejo libre lo que vale retocarme- es que vale tanto
estar bien muerto- Cobrarán si me incineran...¡Oh
maroma de candela de la macabra muerte! Cosa horrible
.en un instante- ¡Polvo! ¡Cenizas! La
Nada- En el fondo de una tumba... es cosa de un instante- No es Vikingo el fuego ni olímpica la llama... es crudo el espectáculo...exhausto del infierno de la tierra, ¡Qué importa ...el fuego que todo lo reclama! A alguna esquina llegará el osario, en
una caja abandonada, en el alto de un en armario, botada
entre ollas oxidadas, o en un oscuro sótano, entre
cajas de recuerdos- si es que algo queda de lo viril
que fui..si son mis huesos calcinados lo que devuelve
el crematorio, o es la suma de otras quemas o la de
otros restos, , mis cenizas no serán - tan
solo el sortilegio. Hubiese querido irme
cuando se notara el hueco, el vacío, la tierra
removida, el lugar que ocupaba en este mundo...el
sitio abandonado...conservado. De ESO.
lo que sea que de mi aparezca- aunque cobren lo que
quieran los dueños de la hornilla- quisiera
estar-en el mar, en un río , en el viento, en
la luna, aunque por cada grano de ceniza, que tengan
que cargar, cobren lo que quieran cobrar- para eso
dejo lo que creo que el asunto costará. Eso
si...¡ si me voy! un Lunes....no podré
viajar con paz y a gusto todo el día... No quisiera
que nada sucediese en la jornada rutinaria de comienzo
de semana de las gentes, ni perdiesen el puesto o sufriesen
rebaja de salario por asistir al rápido sepelio
ni tuviesen que empezar llorando sin querer... llorando
por aquello de llorar. ¡No! Debo
morirme a la una de la madrugada, en un viernes o
para ser enterrado antes del domingo y todos puedan
volver a trabajar temprano al comenzar de nuevo la
semana. Lo justo y oportuno . debo irme
cuando todo el mundo está ocupado- y no decirle a nadie., pagar de antemano a quien quiera abrir mi fosa, rellenar mi osario, esparcir mi sueño, derrotar mi paso- y cuando esté así enterrado, desaparecido desaparecido- ser el más callado de los muertos, el que nada dijo a nadie antes del suceso ni a nadie quiso despertar, y menos desde la tumba del silencio. ¡No! No es que yo lo quiera
así...es que todo hoy ha cambiado, todos andan
ocupados, somos tantos, somos muchos, el tiempo corre, la gente corre ,las nubes, la lluvia , los rayos, las estaciones, los gobiernos, los partidos ,el dinero, todo corre. Yo se que nada valgo para que alguien quiera detenerse, llorar, orar, sufrir...por mi Solo
hay tiempo para olvidar, para seguir corriendo.. ¡Estoy
contento! Me muero cuando nada espero, me muero cuando
nada quiero ,me muero cuando a nadie debo nada... ¡
dejo lo que cuesta un pobre entierro, el de un pobre
solitario llamado como me llamo yo.! Como yo me voy
sin que nadie sepa cuando fue, si hoy... o mañana
...el entierro nada cuesta Me voy, así no más,
sin costo alguno.. es por eso que a nadie digo Adiós, para que todo siga igual, y que nada,ni nadie se detenga.. Como
quise irme cuando al irme hiciera ruido, me voy cuando
ya nada queda me voy cuando a nadie ya le importa asi no habrá ruido ni malestar alguno porque yo me muera... ¡Ah¡... me voy sabiendo que solo h rá un instante para que
alguien sepa que me fui... Pasado seré al otro
instante y todo volverá en si, cuando ya sin
mi ... todo sea igual que cuando fui. 2015
|
SUEÑO ALUNIZADO Sueño Alunizado Julio 20 05.00 .a.m 1969 The Eagle has landed-*El Aguila
ha alunizado Audio Video Monstruo
ataviado con trajes de arlequines, undívago marcha por abismos bipolares... Habiendo roto los lazos que lo ataban a su destino
terrenal, el hombre pudo contemplar el maravilloso escenario del planeta Tierra desde la pálida soledad astral de Base
Tranquilidad. El alunizaje del Eagle en aquella estación eternizada por la ingravidez lunar, quedó registrado
en las palabras cavernosas de Neil Armstrong, al posar su planta pionera en la superficie virginal de la Luna: "Un pequeño
paso para el hombre...un salto gigantesco para la humanidad"'. Hoy, al recrear mentalmente aquella imagen portentosa
lograda en una década de sueños visionarios y nobles Alianzas para el Progreso de todos los pueblos del mundo
- y trasladar el histórico momento al tiempo actual abrumado por el peso de la angustia que causa lo incierto de
"nuestro pequeño paso" por la vida, no puedo olvidar ni dejar de repetir el torrente metafórico
de mis emociones desbordadas en aquel entonces al contemplar el rostro de mi Tierra, cuando imaginé hacerlo convertido
en astronauta. ¡Tierra! Espejismo seductor de gasas finas tejidas con el hilo transparente de sus anchos ríos, redonda geografía de
abismos copulantes, cimbreante
forma de mujer tendida en
el amplio lecho del universo amante. ¡Tierra! Asombrosas longitudes zigzagueantes, tentador rincón de misteriosas cumbres, regiones blancas de indomable
altura, prístinas
cumbres de solidez mamaria, paisaje de grietas abismales desafiantes, nuevo estallido germinal pujante. ¡Tierra! Disparatada geometría de laberintos enroscados en recios
monolitos arenosos, indefinida
monstruosidad metálica, pasmosa horizontalidad urbana beligerante verticalidad etérea. ¡Tierra! Monstruo ataviado con trajes de arlequines, undívago marcha en abismos
bipolares, multiforme,
titilante, humeante, coquetea
a guiños con el universo entero. Espejismo de un oasis en el pálido amarillo de sus dunas fantasmales, es bucólica su estampa en el verde escenario de las
altas sierras puerto
amable para algún viajero planetario.... Creador de mitos redentores- Su corazón latió por conquistarlo... Con su pincel poeta trazó el bosquejo de su
visión lunar, y
fue de redondeces cósmicas, expectantes, orgásmicas... En el altar del universo la musa terrenal dormía envuelta en su atavío circular. Fascinado, excitado, sediento,
hambriento, contempló
su redondez fulgente, su piel sinuosa, acuática, sus peligrosas curvas- el desorden natural de su virgen contextura... la paz sin horizontes de su
luz astral. Adelantado
de astronauta distraídos en su levitar silente por los cráteres lunares, se trepó en su nave y se durmió mirando
la redondez girante de
la beldad celeste. Nadie
supo que al regresar el Eagle traía un sueño alunizado... ¡Poeta al fin! Venia a conquistar El mundo de sus sueños
|
El Cumpleaños del Soldado Venía de un hueco... Le abrí la puerta una mañana del 68- Eran las seis en punto del sol nacido en una palma - un faro recién apagado un cayo de Vizcaya, la gresca del mar en la bahía. Venía de aquella guerra, de la que nadie habla. Su silencio entró gritando que nunca hablaría de la suya enredada con aquella. Cumplía veinte y cuatro años, Ayer cumplió cincuenta... Aún conservo el uniforme que trajo envuelto en una bolsa que se quitó al entrar a un Hércules al despegar de un cráter en Saigón. Me lo entregó para que lo enterrara, y nunca dijo nada del agujero de bala en la guerrera que olía a rata de caverna en el calor del mediodía. Nunca dijo nada de aquella guerra sucia que nunca fue de nadie, pero se le veía algo así como un pasar de balas que solo él sentía de cosas que solo él sabía que nunca las diría. Así cumplió cincuenta portando todavía ese silencio que al abrir la puerta aquel día, entró gritando a voz entera que no hablaría de su guerra. 1975
|
Carta de un hijo que aún ha nacido
Padre. Te escribe tu hijo que aún no ha llegado. Te estoy hablando desde la sangre que me dará vida de tu sangre que fluye como un mar desconocido, y del útero que algún día
habitaré. Te
hablo de tu deseo de tener un hijo. y de tus sueños para cuando sea grande que ya existen en ti y de las cosas nuevas que quieres para mí de tu cosecha. Te escribo sobre ti y lo mucho que quieres que tenga yo de lo que tu tienes. Te hablo desde la naciente nana que tú y mi madre cantaréis felices juntos. Te contaré de todas mis mañanas cuando me hables de los grandes planes que tienes para mí, que quieres que yo sea el mayor de una manada de muchos otros niños, para que lleven tu nombre. Te estoy hablando de tu vida como un buen hombre. Y de qué quieres que haga con mi vida, con la tuya, con orgullo. Y te hablo desde tus dudas y miedos, Esos miedos que te hacen meditar tan profundamente. Y de las muchas esperanzas que tienes en este mundo tuyo donde viajas solo. donde todo te sonríe - ¡Pero tienes miedo! ¡Pero tienes
miedo! Padre. Te hablo
de tu inmensa fe en
Dios y en la Patria. El
Dios a quien llevas tus peticiones. y la patria que
responde con sus leyes. Pero
tienes miedo. ¡Tienes mucho miedo! Padre. Os hablo desde el vientre de la que será mi madre. Te hablo desde el sueño que aún soy Te hablo desde el recuerdo que tendré
de ti cuando decidas que debo comenzar mi día. Sabrás amarnos y lucharás por lo importante y sostendrás las paredes de nuestra sagrada casa, trabajaréis constantemente para que nada falte, y durante toda tu vida siempre velarás
por mi. Espérame sonriendo que cuando yo llegue . Seremos tres para compartir
los miedos. 2015
|
POR LA PAZ DEL MUNDO ¡Soy la Tierra! infinito Maestro, a negra
suerte atada de turbamulta
que paz reclama a golpe de metralla; mis rumbos son de muerte plena en alborada, herida yazgo moribunda en lecho de mortal batalla.
Velero errante... perdido entre la bruma voy sin faro, sin abrigo...sin puerto alguno donde anclar
serena... ¿Dejada
de tu mano acaso estoy? ¿De todo amigo caro? ¿De tu cena y de tu cáliz? ¿De tu estampa Nazarena? Tras de las Furias voy, tras de la Paz
robada... !Oh Dolor!
Sin esperanza, solo veo transitar el
fúnebre cortejo de la humanidad violada- Al paso de la guerra va, sin poderla rescatar. Secuestrada marcha la triste caravana de la raza. ¡Mi seno seco está de tanto dar
y consolar! Más
para todos los humanos mi corazón alcanza... !Oh Señor! para morir crucificada y, como Tú, ¡Resucitar!
|
|