PAZ Y SOLIDARIDAD   La paz es una palabra pequeña que engloba muchas cosas, y eso hace que tenga tan importante connotación en todos los tiempos de la historia de la humanidad.   Todas las naciones tienen conflictos, los humanos por naturaleza, los tenemos somos entes sociales, individuos racionales con necesidades y apetencias diferentes, nacidos en circunstancias familiares diferentes y en contextos sociales, y geopolíticos diferentes. Con lo cual, es lógico que cada individuo sea un universo de pensamientos único por lo que es necesario tenga que cumplir y respetar reglas, normas y leyes para hacer viable la convivencia de todos. Respetar a sus semejantes, aunque piensen diferente porque todos los somos en esencia. Algo muy básico, pero que cuesta entender el por qué hay tanto desamor, intolerancia, egoísmo e intereses políticos y económicos en cada nación que se nutre de individuos con propia identidad, cada uno diferente del otro.   Justo por todo lo anterior, existen las normas, las leyes, los pactos sociales nacionales e Internacionales de respeto mutuo a la soberanía, al respeto por el libre comercio, ideología política, de solidaridad entre regiones de un mismo continente y entre fronteras, entre otras muchas en las que priman los derechos y deberes de las naciones con sus ciudadanos y entre estas, en el ámbito internacional. Sin las cuales, es imposible un mundo de convivencia y tolerancia mundial y que precisan de ser cumplidas por todos los implicados, para lograr la paz y armonía.   Hoy la palabra paz, alcanza una importancia de primer orden más que nunca antes, hay eventos agravantes actuales que involucran a toda la tierra: la pandemia Sars Cov-19. Pandemia que se multiplica descontroladamente por la globalización en que vive nuestro mundo, comunicado por todas las vías posibles. Lo que provoca que las soluciones y prevenciones se conviertan en más complejas debido a su expansión por tierra, mar y aire usando como huésped a los humanos, provocando consecuencias nefastas para la vida humana, la salud, la economía, la educación, y todas las esferas de la sociedad. Factores muy agravantes si además, existen conflictos y hostilidades entre países, y más aún países vecinos. Países que nunca antes han llegado a solucionarlos, y se ven avocados en un conflicto bélico a gran escala como el que actual vive Israel y Palestina apoyado por Irán y muchos inescrupulosos irresponsables en las redes sociales. La desinformación en los medios de comunicación cobra un peso muy importante y debemos usarla para informar la realidad y no para lo contrario, lo crucial, es poner fin al conflicto de una vez y llegar a un entendimiento pacífico.   Es hora de tomar decisiones y aunar voluntades a nivel mundial con medidas muy restrictivas en cuanto al uso de armamento bélico, la prohibición del uso de estas está siendo más que una necesidad, una medida imprescindible de vida o muerte para la humanidad, la raza humana necesita llenarse de valores positivos para construir armonía y paz en bien de todos. Está bien ya, de que cualquier nación se tome la justicia por su mano sin que tenga consecuencias a nivel mundial, necesitamos implementar medidas coercitivas y aleccionadoras para los implicados. Basta de tomar decisiones que impliquen hostilidades en los que predominen diferencias de credos, intereses políticos y económicos bajo falsos ideales. El orgullo, la soberbia, el egoísmo, la vanidad, falta de perdón, rencor de algunos hombres, está causando la muerte de inocentes, y no se puede permitir, y menos bajo el nombre de Dios. No es importante ya, quién lanzó la primera piedra, no es un juego de niños, están muriendo seres humanos víctimas de la necedad y el odio provocada por mísiles de corto y largo alcance. Están destruyendo vidas, ciudades, escuelas, y pueblos, acabando con la naturaleza, animales, la flora y los suelos de cada lado de la frontera. Cada vida importa, cada grito de un niño, mujer o anciano, importa, cada instante de pánico, estrés o insomnio importa, cada cosa destruida importa. Porque somos la raza humana, la creación de Dios, la más inteligente, cómo es posible que no podamos encontrar soluciones pacíficas con palabras, siendo los más desarrollados evolutivamente, si eres no creyente, hechos a la imagen y semejanza de Dios si eres creyente, no hay excusas para la muerte y la destrucción.   Lo que pasa en un lugar de la tierra, nos afecta a todos, en el nombre de cada mujer como ser dador de vida, y en el nombre de Dios pedimos, que: OS AMÉIS UNOS A OTROS COMO A SÍ MISMOS, esta es la ley de Dios y los profetas en sus mandamientos, con tanto valor como la primera ley: "AMA A TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, CON TODA TU FUERZA CON TODA TU ALMA". Por tanto, no hay mayor pecado que: consentir, pensar, ordenar y accionar las armas para dar muerte al que piensa y/o actúe diferente. Pues el principal mandamiento es el "AMOR", Dios es amor y ama a su creación.   Nos solidarizamos con las víctimas y sus familiares, con cada inocente que ha perdido sus posesiones, con cada niño que dejó de jugar e ir a la escuela y ha tenido que sufrir esta violación de sus derechos. Con cada ser humano víctima de estos conflictos y hostilidades. Porque no importa quién tiene la culpa, sea quien sea, el que haya empezado el conflicto, sea de Israel o de Palestina, porque cada ser humano es importante, y lo que importa es la VIDA. Nos solidarizamos con todas las víctimas de ambas naciones y condenamos la guerra y las mentes que provocan los conflictos, tanto como a sus ejecutores.   CONSTRUYAMOS UN MUNDO SIN GUERRAS, UN MUNDO MEJOR PARA NUESTROS HIJOS, DONDE PRIME EL AMOR, EL RESPETO A LO DIFERENTE; LA TOLERANCIA. DEJEMOS HUELLA DE HABER PASADO POR ESTE MUNDO CONSTRUYENDO PROSPERIDAD PARA LA RAZA HUMANA; PARA NUESTROS DESCENDIENTES. RESPETEMOS LA VIDA DE TODO Y TODOS; LA DIVERSIDAD MULTICULTURAL; LA NATURALEZA Y ESTE PLANETA TIERRA QUE ES UN BIEN ÚNICO Y DE TODOS.