Mente y corazón Díptico de Navidad Irene Mercedes Aguirre. Argentina   ¡Ay, qué difícil es sembrar acciones sobre la dura estepa de este mundo! ¡Rumiar ideas, roturar profundo, equilibrar deseos y ambiciones!      I ¡Eureka!   ¡Idea, don divino! Es el bosquejo de todo lo posible que circula,  que fluye raudamente y se vincula como un reflejo opaco de alto Espejo.   Se mueve por la mente y estimula el mundo y el trasmundo ¡Catalejo que acerca o bien distancia lo complejo hasta que finalmente se formula!     Maravilloso bien, que de lo arcano  anima, ensalza y abre perspectiva a la inventiva cierta del humano!     ¡Prodigio de emoción a carne viva! ¡Razón y corazón, donde devano la esencia de mi ser, constitutiva!       II El surco de la acción   ¡Ay, qué difícil es sembrar acciones sobre la dura estepa de este mundo! ¡Rumiar ideas, roturar profundo, equilibrar deseos y ambiciones!     ¡Cuánto dudamos! ¡Cuántas decisiones son el producto de un error rotundo, idas y vueltas entre lo infecundo, las ignorancias y las prevenciones!     La maquinaria del hacer nos frena, uno tropieza a cada instante, cae y se levanta al punto ¡Es la sirena     de nuestra alma la que nos atrae hacia otro nuevo intento ¡Tan serena  que en pleno caos la verdad extrae!

CRISTO   En la quietud de la noche la lámpara se apaga,  una tenue penumbra envuelve mi alcoba. Desarmo los contornos de las sombras, mi piel desnuda el alma y pronuncio tu nombre como un rezo.   ¡Oh Cristo! Has corrido el velo de un hechizo al traspasar los umbrales de mi vida, irradiando luz sobre mis pasos despiertas el cauce de mis ríos,  y sigo tu huella, regando siembra florece el verbo,  es como un himno que baja de la Montaña y se desliza con un bautizo de frutos...  hacia una nueva y sentida partitura de amor, de humildad, con ventanas abiertas que ofrece una luz potente, es esa luz la Paz.                                              Alicia Cabral Colman                                                   Patagonia, Argentina