En la alborada de 2018 quiero reafirmar mi compromiso como docente
y escritora, de trabajar con los niños y adolescentes de Semilleros de Juventud UNILETRAS SIGLO XXI, para sembrar en
la tierra fértil de sus mentes y almas, a través del Conocimiento, las Letras y las Artes, semillas de solidaridad,
amor al prójimo, altruismo, libertad, justicia y paz. El presente, lamentablemente, no es halagüeño para
vivir los valores fundamentales que ennoblecen al ser humano, el fanatismo, la codicia y el odio han sembrado de guerras y
desolación al mundo. Dios nos creó para que fuéramos felices, cumpliendo la misión para la que
vinimos a la tierra, por eso es nuestro deber darles a esos niños y jóvenes los instrumentos adecuados que abran
sus mentes y sus corazones y los encaminen a la construcción de un mundo nuevo, donde el horizonte de la paz con su
bendita luz, esté cada vez más cerca de sus vidas. Y EL GRITO ESTALLARÁ A pesar del alambre que circunda trozo de bosque o corazón de prado yo seré siempre libre. Canción del hombre libre, de A.E. Agüero.
Quién pudiera ser libre como el ave sin ataduras ni fronteras lejos del reloj tirano y del calendario vivir del presente el puro instante sin lamentar la carga del pasado. Mas hoy en esta tarde de octubre serrana quiero quedarme tendida en la hierba llenarme de verde beber en la copa azul del arroyo sus aguas lustrales. Sentir como el viento azota mi rostro y ser una brizna borracha de sol. No saber que existen la guerra y el odio que hay madres golpeadas y hay niños con hambre... Pero yo estoy hecha de humana armadura y en el íntimo reducto de mi sangre se conmueve el alma porque el grito ardiente que lastima el pecho hoy quiere sumarse a todos los gritos que se alzan y claman por justicia y paz por voltear los muros que encierran las mentes de los que imaginan un mundo mejor y romper cerrojos que clausuran voces y le ponen miedos a la libertad.
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