Reza así, en su primer aparte, el manifiesto " RED DE ALTERNATIVAS DE RESISTENCIA" firmado por los asistentes al
Congreso SIGLO XX , celebrado en Buenos Aires a mediados del otoño del '99. "Nosotros creemos que la verdadera resistencia
debe incluir la creación AQUI Y AHORA, de formas alternas pioneras de movimientos, grupos y personas, quienes, a través de
un profundo y firme activismo en favor de la Vida misma, logren superar capitalismoy reacción."
Dada la posición defensiva, por no decir terrorista, en la que se colocan ocasional o permanentemente los movimientoss rebeldes
y gruposde alternativa, se hace obligante el combatir tales posiciones y tendencias, a través de la creación de situaciones
de resistencia contrarias a las de la belicosidad, que produzcan la diferencia que haga la diferencia.
El anterior aparte titulado, Resistir es Crear, sirve de prólogo al manifiesto en el que hoy me apoyo para estudiar, extraer
opiniones y fomentar posibilidades contributivas entre los lectores, sobre las alternativas de resistencia creativa que nos
permitan el desarrollo visible personal y colectivo, de un activismo verdaderamente transformador de nuestra precaria condición
humana.
Somos testigos actualmente, de incontables manifestaciones de resistencia en todos los frentes del proceder humano. El Manifiesto
de Buenos Aires, define tales manifestaciones como " el comienzo de una contraofensiva, después de largos períodos de
duda, destrucción de fuerzas alternas". Sin duda alguna que lo es y de su
realización se han encargado "las fuerzas de un renovado neoliberalismo y capitalismo encaminadas a la destrucción
de buena parte de lo construido en ciento cincuenta años de luchas revolucionarias".
De acuerdo, los que pretendemos apoyar, luchar y enarbolar banderas de cambio y de resistencia creativa, tenemos que participar
en la creación de nuevas formas, teorías hipotéticas y prácticas que conduzcan a la búsqueda de la "diferencia que haga
la diferencia".
Próxima Edición: "Alternativas de Resistencia "Vivimos un período marcado profundamente por la tristeza. No solo
la tristeza propia del género humano, sino, por encima de todo, la tristeza de la impotencia."
De regreso al tema ,me permito referirme al siguiente aparte del susodicho manifiesto: "Vivimos un período marcado profundamente
por la tristeza. No solo la tristeza propia del género humano, sino, por encima de todo, la tristeza de la impotencia.":
¡Oh, la Impotencia! aparente golpe final a todo lo bueno que nos brinda el amor, la vida, el dinero, las comodidades, etc.etc.
Esa impotencia que llega inevitablemente, más temprano que tarde, para arrastrarnos con su llegada hacia una especie de limbo
terrenal de condiciones punitivas tales, que no me atrevo ni siquiera a imaginar y mucho menos a anticipar.
Pese a ello, es de exigencia vital el reflexionar sobre la impotencia, cuando es percibida, sentida y sufrida ante la presencia
de fuerzas externas aparentemente superiores a nuestra capacidad de resistencia. Aún más, el tema es obligante cuando dicha
impotencia se vuelve animicamente dolorosa, y por lo tanto escurridiza, en su carácter sensual-sexual, precisamente por la
represión obligante o instintiva que de nuestra potencialidad hace el terrorismo incapacitándonos para hacerle el Amor a esa
hermosa mujer que llamamos Paz.