TODO TEXTO SUBRAYADO ES VINCULO AL TEMA DE SU ENCABEZAMIENTO

 

La gran tertulia universal

ALBA LILIA YOBE Página web.,

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Alba Yobe es una poeta que no solo escribe versos estupendos para adultos, sino que tiene la capacidad -sin abandonar la destreza de su arte poético mayor- de descender a su duende hasta el alma de los niños y prestárselo para que ellos, desde su inocente y laminar perspectiva, puedan expresar lo que solo con poesía se puede percibir - Adrián N. Escudero (Escritor santafesino - 11 Setiembre 2021).-

DÍA DEL MAESTRO EN ARGENTINA - 11 SETIEMBRE 2021

(133º Aniversario F. Domingo F. Sarmiento - 1811/1888)+}

DOS POEMAS DE ALBA LILIA YOBE:[1]

 

GRACIAS MAESTRA
Gracias por el cariño de tus manos,
la sonrisa constante que me alienta
aquí en mi corazón, Maestra mía,
hay un canto de amor, por tu paciencia.
Una sonrisa tenue agradecida
por el respeto que tú me profesas,
una emoción en mi corazoncito,
cuando recibo tus delicadezas.
Me siento grande, pero me sé niño,
me siento poderoso y nada puedo;
tú me comprendes y te preocupas
por encauzar desbordes en mi pecho.
Me queda una pregunta suspendida...
¿Cómo tan pronto logras comprenderme,
si acaso no te cuento qué me pasa,
si no respondo pronto a tus afectos?
Cada uno es distinto, ¡Y somos tantos!
Cada niño es un mundo, y tú lo entiendes.
¿Qué magia Dios te dio, Maestra mía,
para que a todos puedas comprendernos?
 


Alba Lilia Yobe nació en la ciudad de Santa Fe, un 14 de Febrero de 1938.
1961 Profesora del Nivel Inicial, por concurso en el Ministerio de Educación y Cultura de Santa Fe.
1965-1978 Directora del Jardín de Infantes Nº 2 Rosario Vera Peñaloza.
1978-1995 Supervisora del Nivel Inicial de la Zona Norte de la Provincia de Santa Fe.
1995 Directora General del Nivel Inicial en la Provincia de Santa Fe.
Numerosos cursos intensivos de Perfeccionamiento asistidos y dictados en el transcurso del desempeño de la función, a niveles Primario y Superior.

CANTO A LA MAESTRA JARDINERA

En el día de los Jardines de Infantes - 28 de Mayo

Canto esta canción, embellecida
por la emoción, la voz.
Te canto, Maestra Jardinera
con mi sonrisa al sol.
Tengo tantas cosas que decirte
cuando evoco tu voz
que todas las palabras en mi boca
serán perfume y flor.
Recuerdo cuando tímidos mis pasos
llegaron al Jardín,
dulce y comprensiva tu sonrisa
pronto me cautivó.
En mis tiernas pestañas quedó tensa
una lágrima... o dos,
con tibieza tu mano asió la mía
y me sentí mejor.
Juntos, mi señorita aprendimos
la primera canción
hablaba de mis manos, del agüita,
burbujas y jabón.
Reconocí muy pronto la derecha
y con ella pinté
un cielo borroneado de acuarelas
y un sol con mi pincel.
Tomado de tu mano, recorrimos
todo un mundo de amor,
cuando se acercó el último día
casi sentí temor...
Porque tuve que ir, señorita
a un nuevo salón,
poblado de pizarras y de tizas,
un cuaderno, un renglón.
Por eso, hoy evoco con ternura
con mi sonrisa al sol,
dulce y suave Maestra Jardinera,
a tus cuentos, a tu voz.


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Poetas del Mundo: Os invito a celebrar el amanecer de un mundo sin fronteras que impidan el paso de la paz y la esperanza. Que las espigas de la confianza en los Principios Fundamentales que rigen nuestro destino se eleven a los cielos y se escuche el eco de su crecer en los más altos tribunales donde se debate el porvenir de la humanidad

Ni adelante para no dejar atrás a nadieni atrás para no quedarnos rezagados- lado a lado para llegar todos"

 

 

 

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Alba Lilia Yobe de Abalo
tina
 Santa Fe   (Argentina 
sábado, 03 de septiembre de 2016 10:59 a.m. 
 
 
 
Gracias Joseph Berolo: 
Gracias a su poema ALBORES DE UN NUEVO DIA ** he descubierto que existe una "estación de las sonrisas",
 
 
 
de donde
salen a menudo las magias de dibujan mis labios y hacen brillar mis ojos. 
Gracias por la suave ternura que emanan sus palabras. 
Llegó en todo su esplendor, a mi interioridad, 
la belleza de la expresión poética cuando leo los versos que anteceden. 
Gracias por permitirme 
descubrir el origen del que parten
las "brisas suaves" que, con arabesco
s demiúrgicos, 
aparecen y rodean mis labios
obteniendo una sonrisa; donde antes se leían tristezas,
mágicamente, aparecen las sonrisas.  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
No entendía cambio tan sorprendente; seguramente gracias
a las "brisas suaves" que acompañan 
"el rumbo de todas las mañanas"...
Joseph Berolo se ha convertido para mi, en el mago cálido y tierno que ha corrido
el manto gris oscuro de mis penas con el nuevo albor iluminado de claros versos.
..

 

 

ALBORES DE UN NUEVO DIA*

Dejad que llegue la estación de las sonrisas
con su destello tibio de nuevas alboradas
a poblar de luces la existencia y de brisas
suaves el rumbo de todos los mañanas.

No olvidéis mirar partir ese ayer que muere
en el pálido reflejo de las cosas que trajera
ni creer que nada queda de su paso ni sugiere
regresar-¡todo queda y nada queda de su era!

Revivid todo lo vivido, nada en vano fue, abrojos
quizá- y los recuerdos-el aliento de la llama,
el silencio que abrumó la soledad, el vano arrojo
de los bríos, el esquivo abrazo de la dicha vana.

¡Dejad que asome el día y canten las alondras!
Que si el ayer fue triste y se llenó de sombras,
la Fe, el sueño, la vida, sus retoños, sus ardores,
todo ES y habita en este amanecer de amores.

Joseph Berolo

UN POEMARIO DE VIDA DE ALBA LILIA YOBE.
 

LOS DECIRES  DE ALBA AL ALBA   
POR Liana Friedrich, 
 
Desde el punto de vista estético, sus versos evidencian un cuidado «pulimento» de la expresión, donde hay un elemento que permanece inalterable en el mensaje lírico, y es la subjetividad: la poetisa ofrece una visión del mundo desde el plano emocional, pero se produce la alquimia de sus vivencias, gracias a la depuración técnica y estética. 
 El nuevo poemario de Alba Yobe, pinta con vívidos colores, alegrías y angustias, los más dulces frutos obtenidos y las tristes pérdidas. Por eso podríamos considerarlo verdaderamente como una historia de vida. En efecto: en el Prólogo, el Maestro Norberto Pannone expresa: «El sentido de su escritura realiza un recorrido vital. Escribe desde ella hacia la poesía. Pergeña todo el tiempo, en sus versos, el inmenso amor del alma buena.Dios le ha concedido junto a la vida, el asombro, la libertad, el desafío, la palabra para recrear su naturaleza múltiple, diversa y magnífica. La poesía le impone un compromiso que nace desde la propia condición humana».

 
Y tal como manifestara Jorge L. Borges (palabras que Alba retoma, en el pórtico que abre su nuevo libro): «La Literatura impone su magia por artificios; el lector acaba por reconocerlos y desdeñarlos; de ahí la constante necesidad de mínimas o máximas variaciones, que pueden recuperar un pasado o prefigurar un porvenir»...En el caso de A. Yobe, los artificios literarios, con las variaciones estilísticas que impone el transcurso el tiempo, logran recuperar lo vivido para también proyectarlo hacia el lector como experiencia futura. Porque sus palabras no devienen de una mera casualidad o de un capricho escriturario de una escritora primeriza, sino del fermento fértil de su larga y exitosa experiencia, de sus afectos en lo subjetivo, y fundamentalmente del difícil «oficio de escritor», que busca constantemente la forma más acabada del expresar sentires y emociones, para lograr comunicárselas a sus presuntos lectores.

En el prefacio, a cargo de la autora, ésta revela la naturaleza de sus versos, confesando que su verdadera musa es el AMOR: «Nada pasó desapercibido a los sentimientos y a su pléyade de aristas motivadoras; pero siempre presididas, siempre presente en cada creación: EL AMOR». «El inefable y siempre recordado Gastón Gori, expresaba en el prólogo a la edición de «Limonero desvelado» (varios de cuyos poemas se entretejen con otras fibras poéticas en el entramado de este nuevo compendio de versos, que fluyen desde el alma): «Yo los vi brotar, crecer y esplender a la luz del asombro, y ahora están aquí...tus versos limonerados, bellos, hondos y ágiles a la vez». Es así como surgen gajos que crecen renovados y esplendentes, en sus «Odas a la amistad», ese «Puente tendido/en tus borrascas y huracanes,/arco iris en tus alegrías,/mansa llovizna en tus tristezas»... Pero también dedica sus «Odas al amado», plenas de amor incondicional, aún más allá de los avatares que trazó el destino:...». Desenredo impaciente/los poemas del alba/los del atardecer,/me refugio en ellos,/ allí estás, /sin sombras, sin adiós» (algunos de ellos publicados en su volumen «Extrañamiento»), pero con una esperanza de trascendencia e infinitud: ... «miro al cielo buscando tu estrella, la de tus cartas, /en ellas me prometías que estarías mirándome. /Nos encontraremos, ¿verdad? Sí nos encontraremos». En sus «Odas a la paz», muchos de los poemas aluden lírica y emocionadamente a la tierra de sus ancestros (que aún hoy padece los efectos de una guerra que no parece tener fin), pero que bien podrían referirse al caos social que a nivel mundial estamos sufriendo: «Lancemos a los vientos el AMOR / con tal fuerza que penetre/ en los cerebros,/y triunfe la paloma de la PAZ, /frenando bombas y misiles». (Ya aparecido en su obra «Extrañamiento»). Pero Alba manifiesta en «Odas al limonero» su amor también hacia el árbol que con el perfume de sus azahares engalana su ventana: «En tus hojas dormidas, /limonero, /se desmaya una estrella /en gotas de rocío /aprisionada». (Ya publicado en su poemario «Limonero desvelado»). Esta 1ª Parte finaliza con «Odas a natura», donde se perfila el paisaje litoral: «Sauce silbador, / se escapan tus sones /en el cauce rumoroso de este Paraná/que necesita del arraigo de tu tronco /para sentirse galopar, torrentoso, /poderoso e indomable/hasta desdibujarse en el Plata». La 2ª Parte está dedicada a las «Partidas y reencuentros», cuando ya «Se ha escondido el sol y la penumbra permite desplazarme», porque vislumbra que «Mañana es la partida», por eso el vocativo se abre en un ruego: «Cuál es... a dónde voy. Ayúdame Señor/ a seguir el mejor camino»... Entonces, el dolor la aferra al paisaje: ...»contemplo en la lejanía / el encaje de árboles del Parque/como si hábil tejedora de ganchillo, / entrelazó esmeraldas, sus ramas/ que luchan sobreviviendo al tiempo». O bien expresa: «dejo hundir la mirada/ en insondable profundidad/ de un mar de olas fatigadas»...Despojada de amor se resigna: «No habrá follaje para el alma, sólo/ recuerdos imborrables y rebrotes/ que insufles a través de nubes y océanos», cuando en «Noches interminables»: «Golpea y salpica la nostalgia/ el desarraigo baña costa a costa»...Pero «Abuelos a la distancia» marca otro rol emotivo en su vida, cuando con ternura prepara un «Ajuar de sueños y esperanza» para el niño que llega: «Acunándolo en sueños/ nuestros brazos se mecen./En susurro ensayamos / una canción de cuna». Pero la tecnología se hace presente para producir el milagro del acercamiento con los seres queridos: «En la pantalla/ el rostro de mi niña-mujer, /sonrisa de porcelana,/ muestra su pequeño tesoro»...Y mientras se mece adormilada, como en un «Un soplo de brisa», escucha: «Enhebraré para ti el mejor collar/ te gustará , abuela, te gustará./ Déjame arroparte, duerme otro sueñito». Hay un capítulo destinado a los «Homenajes»: con versos dedicados a las Maestras Jardineras (como ella lo fuera desde su rol docente), en especial a «Sara Faisal, sembradora incansable» (nombre que actualmente lleva el instituto de formación, en su ciudad de Santa Fe), pero también a las «Bibliotecas», a la «Mujer», a las «Delicias árabes» (su dulce raigambre), la «Oda a Santa Fe», además de dirigirse con versos dolientes a la «Patria» y al «Soldado argentino».

La 3ª Parte comienza con los intentos de definir la poesía, a la que uno de los grandes poetas rafaelinos, Fortunato E. Nari, ubicó en el terreno de lo «inefable»...por eso es tan difícil lograr una comunidad de ideas acerca de su naturaleza (difícilmente alejada de lo racional y más cercana a las emociones)... Intentamos aprisionarla, y se nos escurre como agua entre los dedos. Me detengo para definir estos últimos poemas con un fragmento de Cecilia Lamprea de Guzmán: «Siempre el poeta será/ un renovador de amaneceres/ sobre el polvo de su propia angustia». A partir de los títulos que engarzan el capítulo «Hebras de la memoria», los invito a jugar: elaboremos un nuevo poema dedicado a Alba, para matizar sus amaneceres, justamente con los títulos de los que lo componen: «Atrapo la memoria/ meciendo recuerdos./ Reverdecer / desgranándome./ Horas mansas/ buceando en la memoria/ este camino áspero/...Otra noche mansa, / de otras memorias, /unidos por nuestra ternura,/ entre pesebres y arbolitos/en estas Navidades/...¡Ven hijo mío!/ El pájaro es casi invisible...» ¿Te agrada, querida Alba? Sucede que todo es material altamente poético en tus creaciones, por eso no es difícil construir otros textos líricos, a partir de los tuyos...

En «Tristezas y añoranzas», brota una «Canción silenciosa en la noche», llenando de «Angustia» los intersticios del alma. Descubre una «Intención soslayada» en el «Amor...» que se le ofrece en los sueños, ésos que se agolpan y se esfuman, para dejarle solamente «Sal en las mejillas». Pero ella sigue «Acunando sueños», para «invitarnos a dialogar» acerca de algo «Tan humano» como el dolor, y a fin de suavizar las piedras del camino, siempre habrá una «Sonrisa de terciopelo», o una caricia de perruna ternura con «Paplotl»... Con el «Corazón invadido» de ausencia y tristeza, se pregunta «Por qué este silencio», y en la fría llovizna «Cuando llora la hiedra», de «Esos ojos negros», se desliza raudo el llanto como un aguacero...El grito en vocativo «¡Escúchame...!», crece como un ruego en el momento de la «partida» irremediable. Pero descubre que hay «Ángeles grises» entre los brazos de la poesía: «¿Cuántos son, Señor...?», y a la pregunta retórica parece responderle un «Gorrión polvoriento», que parte como un ángel con las alas quebradas...

 

Belkys Larcher de Tejeda, expresó respecto de otro de sus libros, que los temas aparecen «atravesados horizontalmente por la dolorosa espada del desarraigo, de la añoranza, del extrañar la tierra, la gente, los lugares, las cosas, que se tuvieron en un momento y se perdieron»; y cada uno de esos trabajos resultan «una espina punzante buscando recuperar algo de ese ayer abandonado en tiempo y espacio, constituyen un intento de mantener latente, el recuerdo de lo que ya fue». Estas palabras de nuestra amiga común en las letras, parecen adecuadas para referirse a la 3ª parte... Sin embargo, el último capítulo, dedicado «A la trascendencia», eleva sus versos postreros hacia el camino de la esperanza, porque nos instan a «Estar vivos», desde su vocativo «Abrid los ojos», para iniciar la «Búsqueda», «Ágil y libre», en ese «Viaje nocturno» que definitivamente nos conduzca a «Un mundo en libertad», desde las «Profundidades» del alma, «Más allá de la vida», es decir hacia el «Asombro», desde la plenitud de la luz, donde es posible ... «como en un santuario, agradeciendo lo amado, /amando lo vivido que hoy me permite, sonreír añorando».
Irma Quartarone, al referirse a su poética, afirma «... Leer a Alba es recrearse y asombrarse al mismo tiempo en la unidad temática, donde logra variados y ágiles y coloridos matices. Se destacan los versos de métrica breve, el heptasílabo, hasta llegar a la cadenciosa musicalidad del endecasílabo en las poesías finales. Conocer a Alba y leerla es compendiar a ella y su obra en una sola expresión, poéticamente exquisita».