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| Ars Amatoria... en la historia... |
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| y la pluma del Poeta... |
Amor...Amor a Cambio de la Guerra
¡Oh, amor, permítenos ser sinceros el uno con el otro! ---por que el mundo que parece yacer a nuestros pies como la tierra de los sueños, tan variado, tan bello, tan nuevo, en verdad no ofrece placer, no amor, no luz, no certidumbre, no paz ni ayuda alguna para el dolor... Matthew Arnolds 1887---En las postrimerías del siglo diecinueve cuando las inciertas realidades Victorianas se desintegraban, parecía que solo quedaba el amor para aferrarse. (Historia Natural del Amor. Norton Hunt)
¡Blanco soy del dardo del Amor, si, del Amor que busca hacer de mi una llama de pasión más allá de toda otra solo otra llama me puede liberar.! Ars Amatoria- -----Horacio, Epode xi
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Amada Mía---Conserva esta página de ternuras engarzadas con el hilo de fantasía de mis viajes secretos a la luna, travesuras todas para ti forjadas, andanza hidalga por manchunos vericuetos. -- Sola tú por estas líneas viajarás cuando vayas con la llama de tu faro prendida en vida eterna, ya sin más, y yo te llame a mi rincón de plata a comulgar conmigo en nuestra propia estrella. -- Nadie al recordar, en duelo sabrá de mis vivencias. Las borrará mi ausencia, que sola tú, de tanto amar, ganado tienes el derecho a recordar mi herencia en el cálido templo donde bien supimos consagrar. -- Tuya la causa de todas mis alturas, el suave viento de todas mis tormentas, tú la más constante Musa, pregonera de mis letras, vas marcando el tiempo bueno dándole razón y senda a tanta cosa ilusa. -- Tú serás la espuma del mar que espera abierto la proa de tu buque retrasado. Tuyo es el sino de vivir tu propio mundo en puerto incierto -- nunca sola, estoy contigo, camino a nuestro único destino --- RAPTO--- Arrobado va mi ser por un jardín en floración de rosas; acariciando pétalos de seda el viento suave va, inquietas manos al viento matutino llaman. Amanecer de miel, vino y pan servidos con fervor y gran placer, la noche fue de espera y vals la danza de la boda. Eres tú, mi novia, para amar y el vuelo de tu pelo sujetar, a ti sentir y entre los dos jugar un juego de minar. Es el fin de tanto acecho, de tanto contenerse, al fin tus rumbos caminar y adiós decir a la cordura. La hora es de luz, de goce tal que todo goce nuestro lo será. PLENITUD-- ...de vivir sin pena la última partida despegado del corto camino de la tierra para viajar prendido al cariño de una bella en lecho etéreo trepado en una estrella.--- Las horas fueron del tiempo consumido paso vivo a mundos de promesas altas, camino ya trazado a destino presentido donde ya el amor en su fulgor resalta.--- De prosáicas ataduras libre, el alma su verdadero viaje sin reparo emprende, ---más allá de tanta pena y tanta muerte --- solo busca en vuelo claro mucha suerte, de la tierra ser y de su queja, mensajera, que en algún lugar del orbe Dios espera. |
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UNA JORNADA DELICIOSA--- Dejad mi barca navegar por el valle afiebrado de tu cuerpo. Dejad, mujer, que devore ansioso los rumbos de tu mente; mi pensar alborotado conspira locuras, demencia y travesuras.--- Desbordado va mi río hacia el encuentro, al asombro de tus hermosas islas negras, tu plenitud lunar, el refugio de tus puertos, tu caluroso nido de uva y vino y de cereza.--- Jornada deliciosa, comienzo de amatoria donde amar de forma tal que solo alcanzo a imaginar la majestad de tu sedoso abrazo.--- ¡Oh gaviota mía, libre sobre la cresta plata, jornada deliciosa el mar abarca nuestra dulce entrega en alguna roca milenaria. AMANECERES EN SEMILLA---...de la tarde desprendido el sol está...sobre Cuba yace en su triste atardecer...en Key West duerme mi velero... hasta mañana. (Los Amantes de Cayo Hueso)--- Cuan debido es llegar a la mañana tras húmedo cristal encortinado, levantar el velo sin premura alguna y navegar con el mejor gesto alado.--- Transcender el manso azul del cielo hasta llegar a lejana cumbre vaga; todo ver del azorado mundo ciego, la lucha diaria convertirla en nada.--- Un reloj tu lento despertar repara, que de instante tal en alba suave el viaje nuestro es hacia el mañana-- una blanca nube usar por nave, el portento dejar de mi semilla en tu vientre germinar y amando así, el rostro asomar por una esquina al manso azul y volver a ser de tí. SOL PARA UNA MADRUGADA CUANDO NO AMANEZCA COMO AMANECE HOY--- No quiero verte así. A veces vas triste, callada, cual si no cantara alegre tu mañana un canto de arboleda clara o mi beso a tu boca no llegara. --- Tu risa, tu vigor de tronco nuevo, tu raza altiva, todo vive en ti, que de los años largos -- aunque fiero en desmedida el calendario avanza--- lo que un día prodigara de mi propia fuerza y suerte, para los dos alcanza. Quiero verte altiva y plena; tu llama que mi soplo inflama-- nueva en ti -- por la senda de la vida marcha. Mi propia hora vespertina, débil, algo fría, tu calor reclama, mujer ardiente que de pasión aún me embriaga-- eres, de mi reino en el otoño, la primavera aquella, renovada. |
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...Y FUERON TANTAS LAS TARDES COMO ESA... La casa, el rincón tan conocido, el suspiro aquel de cosa grata, la queja de la espera, el hueco en la almohada, la huella en un cerezo, el cuarto deshecho, corre ardiente lava por el centro del lecho. Los cobertores caídos forman nidos blandos, sin sus tacones altos tus pies desnudos corren hacia el cielo, tu brassiere deformado colgado yace mústio de un florero... su presencia de curvas me estremece. Todo está revuelto, tus secretos breves, brevísimos, de seda cubren el portento de tus gloriosas cimas y es de tempestuosas nubes el asedio de mi erguida llama; tus largas medias negras, tus prendas todas, desgranadas, y el traje fino, todo allí está disperso en el dulce abandono de aquella tarde tan tuya, tan mía, tan de los dos, tan de una sola cosa toda. |
VIAJE POR LAS REGIONES DE LOS BLANCOS VELOS---"Oh, las sombras, el cortinaje raído, el tiempo aquel cuando vivía en el frío.."
¡Oh, aquella nieve en pleno día! tu voz, tu paso que partía... aquel despojo de la piel en el cerco de los lobos, el aullido cruel de la manada; aquel gemir de pinos arañando las colinas, aquel dolor de rama seca, el aterido cuerpo en la región del frío, los crujientes huesos, el maletín aquel de ejecutivo-- las esperanzas colgaban de torres de Neon.---¡Oh aquel invierno! aquel querer volver a una llama en una esquina a media noche, sin ningún vigía.--- Hay un tren parado en un patio blanco; una calle larga de altos pinos ostenta nombre raro; yo venía del frío, de regreso del viento... de aquel tiempo de nieve, de esquina, de balcones de vidrio.