Gustavo Gaete

Se dice que por los lados de Lincoln Road y los entuertos salados de calles de Miami Beach, camina, o mejor, "nada" entre el pavimento de las soleadas avenidas playeras, un Pez Príncipe, salido de las aguas del golfo, luego de una peligrosa jornada secreta por el Caribe colombiano. Milagrosamente anclado, peor, náufrago de un olvido entre los corales filudos de un estrecho de necesidades piratas de las Bahamas, fue rescatado de las aguas una madrugada acechante que pudo haber sido la última de su vida marina. Pez Principe es una leyenda; pero su autor se me antoja real; es que va tras de su propia andanza marinera --- no se aleja nunca de la orilla porque quiere seguir oteando el horizonte tratando de llegar a sus playas patrias chilenas-- ubicada en la fantasía plástica miamense; allí, recuerda y revive a lo "gringo", los viejos caminos de pasión y romance andariego de su Santiago, sembrado tierra adentro, en el blanco corazón de los Andes. Hoy es un "día cualquiera" para Gustavo Gaete, tejedor de ilusiones y hortelano de poemas sembrados como su paso, migrantes, entre las arenas de South Beach, para su trasplante definitivo al jardín poético que espera rimas frescas al otro lado del mar.

Un día cualquiera....

¿Cómo empezó este dÌa? - un día cualquiera en el que quise recordar a las personas que he conocido en Miami y Miami Beach. ¿Cómo sucedió? Como sucede todo-- mirando las sombras que se acercan, imágenes vagas que caminan pausadamente, hacia atrás, hacia adelante, sin rumbo fijo... entre ellas, un hombre al que llamo, El Terapeuta -- Yehuda Ben-Nun, El Hebreo.

Lázaro, un cubano que sufre de terribles dolores de columna, me comentó: "vengo de visitar al hebreo que vive en tu piso, fui a consultarlo. Me observó , tomó algunas medidas , luego me agarró cuatro dedos de la mano derecha, giró a mÌ alrededor y subitamente me dio un tirón y sentí un pequeño "crack!!!" y, estoy mejor, sabes? El cuento de Lázaro define a nuestro terapeuta de la playa.

Yehuda y yo nos conocemos y conversamos de vez en cuando; la última vez que lo vi fue en el Publix de Dade Boulevard; me saludó con una gran sonrisa y me dijo: " Gus, tengo que decirte algo- es por tu propio bien !!!" y siguió caminando por entre las filas de alimentos, frutas, caramelos, Frank dogs-- mis favoritos, porque mi esposa prepara el famoso "completo chileno"-- mientras decía: "Para sanarse tenemos que considerar todo lo que nos rodea, porque todo eso nos afecta y es la causa de nuestras emfermedades. " Plopppp!!!!!!. Por algo lo llamamos el Terapista.

Por otros rumbos, en este día cualquiera, pensando en los dichos del hebreo, llegando a a puerta de madera maciza de la biblioteca de Coral Gables, precisamente al paso de llegada de Anita Candioti, pintora argentina, retratista de las culturas indígenas de nuestra America. ¡ Que casualidad Che !, y de verdad lo era. ¡Pequeño es el mundo". No la veía desde hace tiempo. " Gustavo", dijo, " quiero ir a Nueva York a visitar algunas galerías; y agregó, sin preguntarle nada: "Miami me tiene tan hinchada! " Anita" - le contesté, hay algo de razón en lo que dices... no vas a perder tu tiempo... " Tienes razón" me contestó. Penetramos al recinto de la biblioteca y nos perdimos en el silencio de los divanes y el aparataje de los anaqueles. Un encuentro agradable, pese a lo breve, en un día cualquiera.

Hoy es domingo. Día para entretenerse, hasta para trabajar, cuanto toca; pero, mejor para ir a la playa a definir el lecho de arena de las mujeres de torsos tatuados, en cadencia sensual con el viento y la naturaleza; las japonesas, la rubias bronceadas, las de piel canela, el eco multilingüe del viento aromado de bronceadores, el deleite visual de los concentrados de cuerpos flotantes; es que necesitamos purificar el espíritu, tonificar los músculos, precisar lo bello descubrir lo oculto, en un día cualquiera.

Tamba, pintor chileno, intentó captar la mística sensación de los cuerpos insinuantes diciendo : "Gesto ladrillo para gata matérica; huella vangociana magenta para la espalda de esa con la efimera silueta; rojo ardiente, acrílico para la mujer sonriente, tela cruda para la ingenua que quiere probarlo en seco; por contraste, colores fríos para un cuerpo fatal y determinante; lluvia diagonal para las sanchianas ( queriendo decir, anchas de caderas, grandes como Sancho Panza), llovizna circular sobre un grito de goce femenino y suave; un trasero rosado con espalda sabrosa y aro verde; un cuerpo regalado en "nuit"; alfileres de un cielo amarillo para esconder a una ninfa, la exhibicionista famosa de frente en rojo, la fácil gacela en rosado y naranja .

Anota todo esto en las memorias de un día cualquiera tuyo, amigo lector. Puede que te suene como " gíglico " palabra extraída de la novela de Roberto Bolaños, escritor chileno, autor de "Los detective Salvajes ". También de parte de Roberto, puede sonarte a "rispetto", que es algo asi como versos semejante al stambotto, que tiene seis u ocho endecasilabos, los cuatro primeros con forma de serventesio y los siguientes construidos en pareados . ¿Me comprendes? No, Verdad? Por eso, hoy es un día cualquiera que ya termina, como un día cualquiera. Gustavo Gaete. Dic.5, 2003

Sigue: Desafios Culturales. Enrique Cordoba

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