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Ave Viajera en guardia, está posada sobre una tolda a las puertas de Bagdad El 18 de marzo de este año, Ave Viajera alzó vuelo hacia la Guerra, convertida en SeaBee, USN. En esa guerra está, sin poder volar aún hacia el hogar. A las puertas de Bagdad, espera regresar de aquel lugar que consume sus horas en absurdas tempestades de odio y de venganza, ajeno todo aquel enredo a su alma de poeta. Desde Bagdad escribe sobre esa Guerra que no acaba aunque se dice que acabó. Ave Viajera, espera regresar muy pronto a su nido americano; por ahora, viaja alerta y precavida, compañera de fatigas de su hija, Vivianne; ella y Yo-- viajero invisible, en uniforme de esperanza, humilde soldado voluntario-- viajamos diariamente a bordo de largas caravanas laboriosas de Seabees, construyendo a Paz y Amor desde Kuwait hasta Bagdad. -- Vamos por los inacabables, infernales, traicioneros y míseros Senderos de Arena del desierto iraquiano rumbo a ... Senderos de Arena, hasta encontrar los de regreso al hogar que tanta falta hace. ¡He aquí las armas con las que luchamos y defendemos la Paz y nuestras vidas!
VIENTOS DE GUERRA Soplan vientos de guerra en un futuro de espanto;/ el apurado viaje de las rugientes naves colma el aire/ de terrores negros; hay un porte sobrio en el rostro/ del marino recio; va la gente cual en grave pausa.// Pasaron tantas horas largas de horrendas amenazas;/ no se acaban; solo aterran nuevas noches de alaridos/ de arrogancia humana, de llamas y huracanes de balas/ y de arena; rindióse ya la vida de niños extraviados.// En la roja dimensión de los senderos de Bagdad/ el Imperio va buscando envuelto en tempestad/ de hongos abismales, el mito fantasmal de los Jihads;/ las horas cortas son para reparar tan infernal locura;/ las noches, lecho enorme para orgÌas de cañones,/ bacanal es, de fieras copulando con fatÌdica premura.//-- Marzo 2003- Bagdad DE MI JARDIN SE FUE MI ROSA -- Frontera Kuwait-Iraq Soné con un jardÌn florido en el desierto./ Sonaban las campanas en muy altas torres/ sobre la prÌstina heredad y nada era cierto/ de una guerra que presagiaba horrores.// Soñe viendo correr hacia un azul riachuelo/ el más alegre panal de infantes atrevidos/ cazando mariposas colgadas de los cielos/ en prima gesta noble de bucólicos olvidos.// Triste vi que del racimo aquel de sueños/ se desprendió de pronto mi más blanca rosa/ en vuelo de suspiros y cuna de pañuelos// hacia un destino que parecÌa de espinas,/ un mundo extraño que desde ya me atina/ al alma hasta que mi rosa bella vuelva.//-- Marzo 18, 2003- 2pm EST
¿Dónde Estás? ...¡ La guerra se acabó! ¿Dónde estás Hija, en este día de Palmas?/ ¿En qué ráfaga o suspiro del iraquiano viento/ va tu apasionada juventud buscando el alma/ de perdidos mundos tan fuera de tu tiempo?/ ¡Te llamo, Hija! Te invito al festival de flores/ de la gloria de Pascua--a celebrar tus sueños,/ niña viajera, única razón de todos mis temores,/ a la cena triunfal del victorioso empeño.// Mi corazón reclama -- a punto de agotarse/ al presentir la aurora tras la infame noche/ tu presencia de alegría , para poder marcharse/ al oásis de la quieta dicha que dejara/ en tu partida--¡que fue buscar mi propia guerra/ para reducir la tuya y amansar, por ti, la fiera!//-- Abril 15, 2003- Easter New York Madre de la Guerra
¡Madre!-- exclama la voz que circunda el infinito/ desta hora consumida en un tiempo no previsto;/ el aroma llega suspendido en largo hito,/ de tu rosa transplantada a un oásis del desierto.// !Madre! Tú, de todas, hoy caminas el sendero/ de la angustia; vas vestida de MarÌa Dolorosa/ por esos rumbos suyos de movedizos fueros./ !Madre! Tú, con Ella. vas ungiendo sus congojas.// °Madre! eres de una rosa en extraños avatares;/ por lejanos rumbos va sembrando despertares;/ en los secos arenales crecen de su tallo sedas/ para vestir las dunas; Ella asombra con su luz/ la noche y riega con pétalos de amor la cuna/ de la tierra. Madre, Solo Ella...Solo Ella y..Tú! --, Dia de las Madres. 2003 Enter content here Enter content here Enter content here |
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Extractos del Libro inédito: Senderos de Arena, De Joseph Berolo R. Editorial Ave Viajera |
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