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Con creciente arrobo he saboreado cada uno de los poemas que el poeta colombiano Joseph Berolo ha escrito en distintas fechas y momentos de su vida. Nada en el mundo le ha sido ni le es ajeno. El amor en todas sus formas lo brinda sin retaceos, en su poesía: la mujer, los hijos, los amigos, el paisaje... y su Musa, campean bellamente en sus versos; la tristeza por lo que irremediablemente sucedió y que quiso reparar sin lograrlo, los regresos; el alejarse de lugares y de seres a quienes amó, las alegrías y dolores, el transitar por infinitos paisajes y por fin,la certeza del otoño, y las páginas del calendario, inevitables arenas cubriendo las huellas de lo que se forjó en la tierra, el anhelo de pasar a la otra Orilla con la certeza de la buena siembra que fructificará en semillas de permanencia eterna. Amigo del alma, gracias por darte generosamente en las sublimes vibraciones de tu lira. Un abrazo fraterno  Teresita Valcheff.  Miembro Institucional  Embajadora de Buena Voluntad  Gestora de Semillas de Juventud Siglo XXI Naciones Unidas de las Letras. Uniletras   

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Nunca antes en mi largo recorrido por los senderos de mi propia vida habia sentido lo que siento ahora en lo más profundo de mi ser, ante la magnitud del homenaje que me brindan los bardos y las musas de Letras del Andén. Leer su poesía inspirada en la mía, me conduce a Terranova, tras su huella de palomas mensajeras que llevan nuestro mensaje al mundo. Vuestro vuelo simboliza que hemos logrado sembrar la Semilla de la Paz poética en el corazón de nuestros contemporáneos. !Gracias! Padre nuestro que estás en los cielos por darnos la pluma para derrotar a Koyaanisqatsi. Gracias  Letras del Andén por seguir la huella del poeta.Con gratitud eterna. Joseph Berolo

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¡ ESTE HOMBRE...!

Fragmento 

Mujer. Madre de Terra Nova

Este hombre...*
Quiere ir contigo al nuevo Paraíso...
llamado así por el Creador
que de su sueño nada queda
y el fruto se volvió prohibido
y se secó la fuente de la Vida. 
Solo corre sangre derramada
del hermano herido por su propio hermano.
El Paraíso al que te llevo
no es aquel del mito
porque eso es y nada más.

 
Joseph Berolo
*****

 

 

Hermanos, tomemos la mano que generoso y profético, el Poeta nos extiende y en sus alas viajeras volemos más allá de los viejos paraísos, el Edén del fruto prohibido y los propios paraísos, aquéllos que se hunden en la bruma del tiempo y los últimos que construimos y allí nos refugiamos, creyéndonos salvados, sin darnos cuenta de que eran reversos del Edén, mezquinos, minúsculos mundos, habitados por el árido egoísmo, el desamor, la codicia y la mezquindad.Es hora de desprendernos de inútiles colgajos y atrapantes laberintos, encontremos la salida y construyamos entre todos, el Nuevo Mundo donde habitaremos los niños, los jóvenes y los viejos, desplegando los talentos que el Creador nos regaló y en ese verdadero Paraíso cultivemos el Bien , la Verdad y la Belleza y gocemos de la Libertad, la Justicia, la Igualdad y la Paz y seamos felices, que para eso Dios nos heredó la Tierra, la Madre que nos sostiene y nos sustenta. Teresita Valcheff 

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Isla ¡
 
(Fragmentos) 

Llegué a Isla una madrugada
antes del viento;
el trueno despertaba
el rincón de la estancia,
las proas apuntaban
al infierno abismal
de las aguas crispadas de Isla.

Marinos borrachos
temblaban desnudos
sin ancla alguna,
su orfandad de horizontes,
su gemido largo
sus silencios secos
cruzaban el enredo
de las palmas tronchadas.

Tropecé con la puerta del encierro,
el crujido oxidado de los goznes viejos,
la dolencia del árbol derrumbado,
el ataúd de los proyectos agotados,
la desolación de los pueblos bombardeados,
el dolor de la guerra perdida,
un reguero de esqueletos
entre el agua y la piedra.

Joseph Berolo

 

*****

 


"Creo que la genialidad de Joseph en Isla, no tiene explicación. Cada mente llega a su propia Isla y tiene sus inesperadas vivencias. Se conmueve el ser en la Isla que nos describe nuestro talentoso amigo y la mente alucina otras realidades y desciende a regiones tenebrosas e inexploradas que quizás no nos atrevemos a sondear. Esta capacidad de crear y recrear mundos y presentarlos para que otros penetren en ellos, asciendan y desciendan, giren y rueden en vertiginoso torbellino, contemplen el horror y la belleza de las formas increadas, la tienen solamente los genios que alguna vez surgen de la lámpara en nuestro camino, para conmovernos y sacarnos de la rutina de lo conocido, para hacernos traspasar ese horizonte infinito y transparente que se aleja de nuestros pasos pero insiste en atraernos y que resulta casi imposible alcanzar. Joseph lo ha conseguido y generoso, nos invita al viaje. Teresita Morán Valcheff.

¡ LA ISLA !

"¡Todos tenemos una Isla!" 

Llegamos a la Isla con la noche...
nos recibió el viento en soberbio arrebato.
Los barcos anclados en la escollera
nos llevaron con pasaporte al infierno.

En sus costas desnudas y rocosas
altas olas azotaban sus playas,
desplegaban blancas sábanas de encajes, 
en gemidos largos de espumas y algas turbias.
El horizonte en orfandad
con el dolor de la guerra, ensangrentado.
 
¡Oh ¡ cuánto llanto en soledad.
El frío corría por las venas 
noches sin descanso, vigilia tensa
acampando con la muerte a la intemperie.
 
Conocimos el hambre, el frío, el sufrimiento,
la amistad en la aurora vigilante. 
 
Nuestra Isla violada y prisionera,
torturas y vejámenes, 
recinto de extinción,
parador de suicidas,
playa de huracanes. 
 
Isla donde se camina con la muerte 
camposanto de cruces blancas 
donde sólo Dios sabe sus nombres.

En la niebla rostros envejecidos, 
tras el celaje, los niños que fuimos
nos están diciendo adiós.

¡Todos tenemos una Isla!
y un dolor profundo que lesiona el alma
mientras el mundo, a lo lejos, sueña 
indiferente con sus propios voces.
 

Nilda del Carmen Guiñazu
Miembro Fundadior de Letras del Andén 
Villa Mercedes, San Luis, Argentina 
Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras  

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ISLA NEGRA

Seductor el mar mordió tu orilla.
Te arrojó caracolas al alma
como la ola a la playa.
Con su voz grave y cavernosa
te contó secretos inconfesables.
Y le tuviste miedo.
Y lo amaste.
Marinero de sueños eternos,
poeta luminoso, faro en la tiniebla.
El canto de la arena, lleno de misterio
dilató tu pupila,
y te pudo el amor más allá del miedo.
 
Tu casa anclada en rocas
es un barco con rumbo a las estrellas
mascarón de proa con alas al viento.
 
Colecciones increíbles hablan de tu alma
como tus versos
En Isla Negra late tu esencia.
y en cada ola, un poema se cuela entre las piedras.
Ellas le dieron nombre, el nombre de isla Negra
Tampoco te pudo la muerte.
Frente al mar, con Matilde duermes
para eternizar tu canto.

 

Roselvira Soda 


Miembro fundador de Letras del Andén
Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras  

 

 

Portal El dolor de lo prohibido, Queda prohibido llorar sin aprender, levantarse un día sin saber qué hacer, tener miedo a los recuerdos. Berolo & y Compañia

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¡MADRE! Madre mía, Tú supiste al sentir que la rama en que posabas se partía, que tenías alas para volar. ¡Eres Libre Madre Mía! !ERES LIBRE! marzo .23.2004. Epitafio tallado en mármol sobre la tumba de nuestra madre. Jardines de Paz, Bogotá. Colombia.

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MADRE MIA, ¡HE AQUÍ A TU HIJO!


 


Soy el presagio del regreso, lo cierto de lo ausente,
el remanso que lanza cuitas a la luna en alto.
Soy velero en marcha hacia tu abrigo en el levante,
soleado rumbo para arrullar un sueño de basalto.

Soy la llanura, las colinas, el susurro del viento,
el rincón que guarda lo que me deja el mundo.
Viendo allí pasar callado el implacable tiempo,
imagino siglos el lento tic-tac de los segundos.

Soy playa en recóndita ensenada. La huella dejo
de mi paso perdurar en devenir de arenas.
En trance de aurora, al final de los desvelos,
con las olas enhebro los hilos de las penas.

Soy un cofre repleto de recuerdos. ¡Qué ironía!
están allí durmiendo como están los muertos...
cenizas son para lanzar al viento con las mías.
Semillas para sembrar en el celeste huerto.
 
 
Joseph Berolo

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Carta a mi madre 

Madre, te siento
en las simples cosas de la vida.
La luz de tu sonrisa
ilumina mis noches;
la dulzura de tu voz 
acompaña mis días.
En noches de luna
palpita tu presencia
en el perfume del jazmín.

 Madre, aurora, flor;
Yo; espejo de rocío.
Tibias manos,
llenas de caricias,
me llevan al camino
que un día transitamos.
Madre, una carta te escribo,
manantial de añoranzas;
en un rayo de luz viaja al cielo,
con el sello de amor
que tú sembraste.

Nilda del Carmen.Guiñazú

Madre
 
Altiva en el pensamiento
de cualquier hombre bien nacido
labradora afable, dulce y buena
abriendo surcos en tierra anochecida.
 
De mirar siempre calmo y sereno
gratitud infinita en ondas de fragancia,
estás siempre perfecta en mi corazón
como un intocable lecho de rosas.
 
En ti reposa mi ser reconfortado.
recordando la caricia nueva bendecida,
ascendí a tu cumbre radiante de esperanza
y allí me enseñaste a contar estrellas.
 
Hoy siento tu palabra llena de luz
nítida en belleza como tu rostro
te pido en regalo la infancia otra vez
que me acunes en tus brazos, canta para mí.
 
Déjame soñar en tu regazo sin tiempo
muéstrame el mundo feliz a tus pies,
quédate un instante y seca estas lágrimas
cúbreme madre con la devoción de tu amor.

Carmen G. Lucero de Palma

 

Círculo Literario "Letras del Andén"
Villa Mercedes, San Luis, Argentina
Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras 

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Hoy, sábado...2 de Enero del 2000, uno de tantos después del Abuelo..., iré a verlo en su jardin del Recuerdo... será un paseo por la sabana, bordeando los cerros leprosos y los chircales y las invasiones de los cerros....

LA VOLUNTAD DEL ABUELO
Robles fueron..
 
Cuando levanto los ojos hacia el horizonte de la vida siempre veo dibujada sobre el amplio panorama del recuerdo la imagen de mis antepasados, mis padres, mis abuelos...sus hermanos... robles precursores de mi vida. Coronados fueron con laureles de amor a su grandeza de seres nobles y generosos, raíces de tantas vidas, referente de tanta historia.
Por la ruta de pinos y el marco de la cordillera empotrada sobre la sabana, la ventisca de la Autopista del Norte desbordada de inquietudes rodantes, llegué a visitar al Abuelo dormido bajo la lápida que le hiciera la conciencia de su socio marmolero. Alli, bajo la pertinaz llovizna, me instalé con paciencia de visitante deseoso de ser atendido largamente - la colcha verde de pasto tupido y maquillado que cubre su lecho eterno, me sirvió de asiento-- imaginé estar en su estudio de Normandía, tomando café a punto, como él decia-de acabar con nuestros problemas- sin llorar por fuera, le reclamé su descuido y falta de vigilancia ante los vándalos que sin su permiso se roban los jacintos y las azaleas, las rosas y los claveles, y se fuman el PielRoja que le deja prendido la Abuela para que nunca olvide la causa de su partida.
 
 
 Demás está decir que he llorado emocionada con tu visita al abuelo y al pueblo de tu niñez, allá en Colombia, porque recordé a mi cuna pueblerina, en Merlo, al pie de la Sierra de Comechingones, en mi azul provincia de San Luis- recorrí en el recuerdo cada calle del pueblo, cada rincón de mis andanzas de niña, los amados árboles presentes siempre en mi vida y visité el camposanto donde reposan mis abuelos, padres de mi madre, mi fuente primigenia.
Con los ojos del alma miré sus tumbas olvidadas, en ominosas ruinas y aunque sé que solo sus huesos descoloridos están ahí, siento después de leer tus palabras de cariño y de respeto, en diálogo con tu abuelo muerto, que en ese plano burdo de la materia, algo sutil quizás permanezca vibrando quedamente para marcar la presencia que nunca se borrará del alma. Teresita.

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EL ABUELO
Inspirada en la Voluntad del Abuelo 

 

La vida se teje en cada segundo
en la urdimbre sutil del tiempo 
y va enhebrando con sorprendentes hilos
relámpagos de amor, alegrías,
quebrantos , remembranzas .
En la oquedad de la noches
llegan descalzos los recuerdos
de mis abuelos, de mis padres
seres nobles honrados
hondas raíces que alimentaron mi árbol
donde late su alma y su legado. 
¡Oh! Cuantos años transcurrieron
como quisiera abrazarlos y decirles 
lo que siento en esta lejanía
donde habita la tristeza y el vacío de la ausencia.

 

 

La casa de mis abuelos
con antigüedad y sus historias
tiene un paisaje que es como el olor a lluvia
en todas partes
ofrece un espacio del reencuentro. 
Mi abuelo de manos grandes, laboriosas, creativas.
La casa un colmenar donde el pan se amasaba en la mesa
en tiempo de cosecha, era la trilla, la vendimia y cuantas otras cosas.
Abuelo, en tus ojos claros estaba la ternura.
Todo lo hacías con honor y con nobleza.
Aún siento el calor de tu mano
cuando caminábamos por esa calle larga
y el saludo de todos, y el abrazo fraterno de los amigos.
Cómo no recordar cuando cabalgábamos 
por los senderos de las Chacras entre las palmeras
y el canto de los pájaros nos encendía el alma.
Abuelo jefe de tantas cosas, guapo y valiente.
Como he ansiado compartir tu juventud
en las fiestas del pueblo, escuchar tu oratoria
y darte el mejor de los aplausos .

 

 

Pero, hubo un día en que el abuelo partió. 
No puedo olvidar el dolor retratado en el rostro de la abuela
cuando escribía sobre un papel blanco 
con ribetes negros donde la luz y el luto
la sumergían en un lugar remoto.
Mi abuelo fue un sembrador de su propia estirpe.
Lo lograste abuelo ¡Perduras en el tiempo!
Vives en el ayer, en el hoy, y en el mañana de tus nietos.

 

Nilda del C. Guiñazú

 

MI ABUELO ANTONIO

 



Quiso traer todo el mar en sus ojos mansos
y en esa inmensidad anclar nuevos sueños,
Dejó su patria en busca de paz y trabajo
sabiendo que jamás volvería a su España.
En cada rugido bravío del viento,
enjugó una lágrima de su ser malagueño.
Largo y penoso fue su viaje incierto
sin saber cómo era esta América Madre.
Lo recibió en sus brazos, le dio su esencia
y pudo elegir dónde anclar sus sueños.
Fue Mendoza la tierra elegida
donde dejó su impronta de buen labrador.
Su hermano José también llegó con él
y fueron dos buscando un destino
en este suelo bendito que recibió a tantos...,
para forjar el crisol con entrañas bendecidas.
Mi abuelo gringo... mi abuelo Antonio,
conoció el amor de una tupungateña
y junto a ella formó su mundo nuevo.
Echó raíces en este bello y alegre suelo
y de ese seno nació la niña mayor, mi madre.
Un día decide buscar nuevo rumbo
encontrando el norte del bonito San Luis
Allí se quedó soñando auroras
lejos de los mares y del barco aquel
que un día hace tanto, lo trajo de España
para echar raíces en la patria americana.

 

 

Carmen Gregoria Lucero de Palma

Miembro de Número de Letras del Andén.
Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras  

 

ORÍGENES 

Desde la inmensidad de la nada
navegando olas de amor y misterio
se abrió la luz en sigilosas ondas
para anclar en nido de calor intenso.
 
Y al andar caminos poblados de asombro,
me acunó la flor, el silencio del llano
me arrulló el croar de la rana en el río
barquitos de sueño conquistaron ala.
 
Los aromas nuevos se hicieron perennes.
el naranjo en flor, la menta en el patio,
los sabores simples poblaron el alma
desde la cocina hasta el fondo del patio.
 
Y en las noches claras la voz de la abuela
regando jazmines y el laurel intenso, 
con los pies descalzos, chapotear inquieta
y nadar en brazos de mi padre atento,
 recorrer caminos escalando sierras,
saborear la miel, la choclada tierna,
manteca casera y la mesa grande.
 
Perseguir cabritos por los cerros vivos
llenos de animales y plantitas tiernas,
buscar peperina entre matorrales,
volver a la casa de los sueños grandes.
 
Ese fue mi origen, mi fulgor de niña,
la voz del aljibe en mi adolescencia
juventud sin prisa con ojos gigantes.
 
Y entre paso y paso, entre llanto y risa,
la voz de mi madre
siempre, siempre, siempre.

 

Roselvira Soda

Miembro Fundadora de LETRAS DEL ANDÉN
Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras 

ORÍGENES II

 

A la sombra del deseo y la alegría
germinó la semilla de mis días.
Y fue paz, esplendor y letanía
la nostálgica ternura de la aurora.
 
Y llegué como luz en primavera
desplegando el abrazo y la armonía.
 
Un relámpago azotó el horizonte
para regresar a la tierra prometida,
donde el río cantaba bullicioso
y su cauce feroz, estremecía.
 
Era júbilo el aroma de jazmines,
el laurel, la paloma, las gallinas;
el gorrión detenido en el aljibe
un picaflor aleteando entre las flores.
 
Sigilosa la abuela en los helechos
abrió surcos donde guardamos la nostalgia.
 
La felicidad en el aire, hecha armonía,
sin afeites, así nomás, tranquila,
donde el gato ronroneando entre las dalias
era cómplice de tantas travesuras-
trepar juntos entre soles, al naranjo,
de ahí al techo, el objetivo culminante.
Siestas largas de charla entre vecinas
con castillos hechos de ramas...barro...
y buena dosis de pujante adrenalina.
 
Allí quedó mi inocencia adormecida,
grandes tesoros que se abren cada día
cuando en noches dolientes me desangro
y a ellos acudo mitigando la agonía.

 

Roselvira Soda. 

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ALBORES DE UN NUEVO DÍA
 
Dejad que llegue la estación de las sonrisas
con destello tibio de nuevas alboradas
a poblar de luces la existencia y de brisas
suaves el rumbo de todas las mañanas.
 
No olvidéis mirar partir ese ayer que muere
en el pálido reflejo de las cosas que trajera
ni creer que nada queda de su paso ni sugiere
regresar-¡todo queda y nada queda de su era!
 
Revivid todo lo vivido, nada en vano fue, abrojos
quizá- y los recuerdos-el aliento de la llama,
el silencio que abrumó la soledad, el vano arrojo
de los bríos, el esquivo abrazo de la dicha vana.
 
¡Dejad que asome el día y canten las alondras!
Que si el ayer fue triste y se llenó de sombras,
la Fe, el sueño, la vida, sus retoños, sus ardores,
todo ES y habita en este amanecer de amores.

 

Joseph Berolo

MI ESTACIÓN DE SONRISAS

 

Qué bonito resultó escuchar
la estación de las sonrisas...
 hundí mi cabeza en los recuerdos
volví atrás mi tiempo ya maduro
y troqué en perfume el pensamiento.

Jugar con autitos de carrera,
pasear mis muñecas regordetas,
cantar ante visitas, decir versos,
cerrar los ojos, imaginar la vida.

Y después los amigos, juventud, el amor
y la música encendiendo mis sentidos.

 
Crecí feliz, despertando mañanas,
habité sin saber un pueblo de sonrisas
construido totalmente 
desde el fondo de mi alma.

Titi Otazú 
Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras  

AURORA FINAL
 
Más allá de lo burdo y lo visible
en la cima de los recuerdos
detrás del horizonte que se aleja
en espasmos de agonía
hay un sitio que presiento 
como el final del camino.
Se estrecha la calle que transito
y se multiplican las piedras del sendero
pero una fuerza superior
me levanta de la huella y sigo
llevando en mis espaldas la gravosa carga
que heredé sin dudarlo de otras vidas.
Ella creció conmigo y me acompaña
como una vieja sombra
desde la hora en que mi madre
me echara a navegar en este río
de filos y blanduras que remonto cada día
en que cumplo el mandato recibido.
 
Usé los dones- regalo de Dios a sus criaturas-
mis manos se entregaron en panes solidarios.
Amé y fui muy amada...
El corazón se desgarró por las ausencias
que halitan en mi alma como flores
de eternales fragancias.
 
Sufrí por genocidios y guerras
y la orfandady el hambre de los niños. 
 
¡Ay! por la muerte del árbol y el animal indefenso,
mis hermanos en la tierra.
Mi palabra se alzó para llamar a renegridas conciencias 
que tienen en sus manos el destino del mundo.
 
Perdoné y me perdonaron,
sublimé los rencores en el antiguo crisol
de los olvidos. Restauré mis heridas.
 
Estoy en paz -la vida es bella y sabia-
¡TODO es alegría! a pesar de los dolores.
 
Quiero llegar a otro cielo con alas de esperanza
en el día señalado por Aquél
que en sus designios tiene la clave.
 
Teresita Morán Valcheff

 
MIRAR PARTI
 
Es triste mirar partir
con el norte a la deriva
y largos jirones negros
cubriendo el pecho marchito.
 
Es pesada la nostalgia
junto al ardor de la espera
y la sonrisa del viento 
que se enreda en tu pollera.
 
No quiero guardar recuerdos
solo quiero recordarte
sin lágrimas que demuestren
todo el amor prometido- 

 
Me quedaré junto al árbol
testigo del primer beso
y esconderé tu sonrisa
en la esfera del espejo.
 
Aldo Javier Calveyra

Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras  

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ESENCIA
 
¡ No más palabras! *

 

Tarde silenciosa de sabores nuevos
traes dulcemente mensajes de otro tiempo.
Quiero descifrarte y se desgrana el aire.
Rosas perennes acosan mi agonía,
la brisa tenue derrama gotas de luz
sobre mis pasos lentos.
 
Y me quedo mustia, deshojada
con este signo abierto, sin respuesta,
con esta savia inerte, adormilada.
 
Es amargo el silencio
de unos labios que no veo,
de una sonrisa que imagino,
de una voz que no se templa
 
Más, cada mañana dejo
junto a tu puerta el caudaloso río*
de mi incondicional esencia.
 
Roselvira Soda
Miembro Fundador de LETRAS DEL ANDÉN
Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras 


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NUESTRO SIGLO NO FUNCIONA CON VIENTO DE MOLINOS Nuestro siglo no funciona con viento de molinos En siembra incesante de palabras el soñador va de ronda por la tierra- lo llaman Don Quijote, así no más, es poeta y sabe batirse con las fieras. De sueños e ilusiones poseído nunca supo distinguir entre aquello que quería y aquello desmedido que soñando pensaba que era bello.

!NO MÁS PALABRAS! más palabras! Posados están cien mil veces cien mil poetas a la orilla del Gran Rio de la Vida, viendo pasar entre sus revueltas aguas el caudaloso flujo de la Muerte.

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KOYAANISQATSI * 


Vamos Poetas! Vamos a redimir la raza humana...
¡Antes de que triunfe Koyaanisqatsi Siglo XXI!
¡Vamos Poetas!
Vamos a redimir la raza humana...
¡Que cesen los lamentos solitarios!
¡Que se escuche unísono el Poema Libertario!
Que parta ya la cabalgata de Poetas
por la ruta trazada por los Dioses y las Musas
desde su anclaje en la cima de los siglos...
!Antes que llegue Koyaanisqatsi!
!Antes que llegue Koyaanisqatsi!
 

 

Después de leer "KOYAANISKATSI", de Joseph Berolo
******
 Koyaanisqatsi Este poema monumental debe ser el logro más elevado en la  vida del poeta Joseph Berolo . Ese viaje en incansable unidad de opuestos y antítesis donde se enfrentan la paz y la guerra, la bondad y la maldad, en cada recodo del camino, consigue llevar al lector a transitar esos paisajes serenos, de aguas puras y cantarinas, de trinar de aves, y risas felices, que se trastocan en un instante por muerte, destrucción, desolación y tristeza. En esa continua dialéctica pendular el alma asciende a infinitos cielos para descender luego a insondables abismos. Ese recorrido frenético que hacemos al leer tu poema, nos da una visión total de los hechos horrorosos que jalonan la historia de la humanidad pero nos alivia la certeza de que el hombre puede redimirse a través de las obras de paz y amor hacia todos los seres de la Creación y la salvación de los paisajes no contaminados que todavía no hemos podido destruir. La poesía puede lograr esa redención.
 
Viendo lo que está sucediendo con el terrorismo y el fanatismo en el mundo me doy cuenta de que en KOYAANISQATSI ha hablado un profeta que ya avizoraba lo que iba a suceder, lamentablemente para la humanidad, en los albores de este siglo. Vuelvo a conmoverme fuertemente con el fragor incontenible del oleaje de tus palabras que seguirán resonando en el oído pero sobre todo en la conciencia de los hombres y mujeres libres que queremos que el horror de la guerra no siga destruyendo al mundo y que tenemos el deber o el imperativo ineludible de seguir bregando con nuestra palabra y acción por construir caminos de unión, de concordia, tolerancia y libertad, que algún día alcanzarán la ansiada paz que hoy se nos niega. Teresita Morán Valcheff R. Argentina.

 

 

 

*****

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La paz
 
Inspirado en el poema  "Koyaanisqatsi de J. Berolo
 
 
No es imposible la paz cuando las ansias,
De abatir guerras, nos llaman a templanza,
Es alcanzable si abolimos la venganza,
Si enmudecemos la ofensa en la palabra.
 
Si renunciamos a empuñar las armas,
y  a la censura por converger hacia la calma,
postergarnos para enjugar ajenas lágrima,
En impulso de aquella caridad ¡tan olvidada!.
 
Si inundamos de ternura la mirada,
para en pupilas vacías derramarla,
si aceptamos lo plural en credo y raza,
conteniéndolos en abrazo a la distancia
 
Podremos si con la humanidad ya transformada,
compartimos lo nuestro con quien no tiene nada,
si en su tribulación, invocamos la plegaria,
y en su alegría hallamos plenitud del alma.
-
Entonces ¡sí!, la oda a la paz resonará en campanas,
en cada espacio del orbe, desde el omega al alfa,
avanzaremos llevando en nuestras palmas,
y en dulce ofrenda arrebujada la esperanza.
 
Myriam Astudillo 
Miembro de número del Círculo Literario "Letras Del Andén"
Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras 

¡Vamos por la paz!
 
Consternado por los horrores / de esta vida apocalíptica.
¡No dejemos que reine, Koyaanisqatsi la Muerte! 

 

Estamos en un balcón  florecido de salitre
ante un mundo complaciente de exterminio.
Transitando vamos un planeta de locura
donde lo importante es un valor metálico de muerte. 
Día a día van creciendo diminutas hierbas
de conmociones esquizofrénicas.
Se propagan voces de alerta
que aprietan y convocan a proteger 
nuestro propio camino.
 
Mientras el mundo gira impasible, 
hay un mutismo que vacila entre dos auras.
La vida se debate entre las  ruinas
y se teje con lágrimas de sangre.
 
Nos recuerda los versículos  de Jeremías-
profecías implacables  en un sueño letal de pesadillas,
 en los confines de la nada 
todos buscaban refugio aferrados a la vida.
 
Y la paz ...  ¡ Sigue secuestrada! 
 
El poeta ve y siente el dolor
de los cuerpos moribundos arrastrados,
de ojos desaguados, con sus alas deshechas 
piden clemencia.
Camina entre escombros / de pueblos detonados.

El poema es grito profundo
 se nueve como un duende  
tiene magia. tiene poder, 
lucha por amor a la humanidad
se alza desde las raíces
para alumbrar la mente de nuevas primaveras, 
consternado por los horrores
de esta vida apocalíptica.

 Necesitamos mentes sanas,  
jóvenes despiertosn que construyan
sobre un añorado mundo nuevo 
donde la paz sea la protagonista de la vida.
 
No dejemos que reine, Koyaanisqatsi, ¡ La Muerte!

Nilda del Carmen Guiñazu
Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras  

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MI ANTORCHA
 
Aquí estoy con mi antorcha levantada
Fuente de luz, hambre de victoria.
La cerviz elevada y en su entorno
un collar de vibrantes amapolas.

 Aquí estoy, mi poema es el arado
que se suma a la lucha despiadada.
No le temo al rival
me asusta el miedo
y me yergo con más brío enamorada.
 
Aquí estoy gatillando la palabra,
dando filo a la espada a dentelladas.
 
Busco paz, busco amor, tal vez clemencia,
arco iris de sol en la mirada.
 
Un puñado de estrellas se avalanchan,
bailotean celosas, se dispersan.
Y en un hado de luz inquebrantable
surge el grito en el verso iluminado.
 
Roselvira Soda. 
Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras  

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¡SOY EL HIJO DE LA CALLE! Soy la semilla que sembró en su vientre el pirata de su dicha... ¡Soy! ¡Existo! Pero nada sé de si hubo alguien que quisiera que existiera.

 


Recorriendo los tugurios de la gran ciudad-- cualquier urbe en cualquier lugar del mundo. me encontré con EL . FUI EL. SOY EL.
Joseph Berolo
 
De viaje estoy. 
Voy de regreso al Rio, 
a la fuente de la espina del hastío.
... 
Voy hacia el vientre 
que engendró un día 
la suerte de mi sangre, 
la arteria que vertió 
la dicha de mi Vida
y la tragedia de sufrirla.
Voy al ímpetu voraz de sus pasiones, 
al mismo instante 
cuando no fui ni un suspiro 
ni un lamento, ni un quejido... 
cuando nadie me creyó un lucero 
ni fui un sueño de amor 
en la hora de su entrega-
la de cualquier mujer
...
Voy a descubrir mi origen 
en la entraña misma 
de la noche de placer
que albergó la fantasía 
de una hembra consumida 
por la fuerza de un deber.
...
Soy la semilla 
que sembró en sus eras 
el pirata de su dicha... 
 
Fragmentos


INTERTEXTUALIDAD CON EL POEMA "EL HIJO DE LA CALLE", de Joseph Berolo
 
EL HIJO DE LAS SOMBRAS

 

En la soledad del crepúsculo
asumo que soy ese ser 
que un día irrumpió 
de las colinas del desierto.
 
"Soy el hijo de un instante 
no tengo nombre alguno".
 
Soy como una semilla germinada
en la orfandad de las entrañas
y arrojada la inocencia 
sobre la ignominia.
 
"Soy el hijo de nadie...
Soy el hijo de un instante
que en la sombra
de un insólito paraje 
vio llegar la vida."
 
Que no dejó sus huellas
ante el abandono
en el bostezo de la noche.
No sé del regazo de una madre
en la oquedad de las frías lunas.
Soy la imagen del dolor,
de la hambruna y del frío.
Soy ese niño con la cara pintada de tristeza.
 
"Solo sé que duermo bajo un cielo abierto."
 
¡Solo sé que la calle es mi albergue, mi refugio!
en ella me despierto 
bajo la piel del cielo
en el cálido abrazo de la luz.
 
"Soy la multitud sin rostro
que marcha por la tierra."
 
Soy ese ser que un día llegó desde las sombras.

 
"Mi madre no tiene nombre.
 "Solo sé que me parió 
cómo paren los volcanes"
 
Y a pesar de los pesares la vida continúa 
entre tantos hermanos 
en la soberanía de mi calle.
Angustiado con profundo dolor
sigo existiendo
en la dura realidad de la tristeza
donde se quiebra el mundo 
donde la voz se apaga.

 

Nilda del Carmen Guiñazú

Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras  

Intertextualidad con versos del poema EL HIJO DE LA CALLE, de Joseph Berolo

 

 

HIJO DE NADIE

 

Me acompaña la tremenda soledad del viento
que va por tantos lares como llorando abandonos.
Tan sólo me cubre la luz del sol aún en los crepúsculos,
purpúreos de brisa y en lánguidas rondas azuladas.
 
Soy el hijo de nadie
que admira tras el cristal, una mesa recién tendida.
Yo no conozco las buenas nuevas con aires de familia,
vivo el mundo que pasa por mi lado raudamente
como notas melodiosas de la música que enamora.
 
Soy el hijo de nadie.
Soy el hijo de la calle
que en la sombra de un insólito paraje
vio llegar la vida.
 
Carmen Gregoria Lucero de Palma

Miembro de Número de "LETRAS DEL ANDËN"

INAPACIBLES TEMPESTADES

 

-Como paren los volcanes-
 
Eruptando inapacibles tempestades,
rodeado de sensaciones opacas,
crucificado entre los puntos
cardinales del estanque.
 
No tengo nombre alguno,
sí, soy el que rueda sin forma
con la sequedad formando bocanadas,
detrás de la oscura coincidencia-

 Soy el que ven marchar de espaldas
con los espinos rasgando mis entrañas,
sí, soy el que una vez más seguirá
eruptando inapacibles tempestades
como paren los volcanes.
 
Aldo Javier Calveyra
Miembro de Número de "Letras del Andén"
Miembro Honorario de Uniletras   

 

COMPRENDIENDO A ELENA

Éramos niñas con moños en el pelo
cuando Elena me dijo triste y humillada
Soy el hijo de nadie y rompió en llanto
yo quedé cabizbaja sin poder decir nada.
De pronto me animé y dije cualquier cosa.
No tengo nombre alguno, mentí
y me escuché decir:
"Soy la multitud sin rostro que marcha por la tierra".
Y junté mi cabeza con la suya
y lloré sus lágrimas copiosas y deformes y agregó
Mi madre no tiene nombre, y la abracé.
 
Éramos dos niñas confesando un pecado.
Elena me miró profunda y triste
no era mi caso el suyo
cuando me apuñaló con esta frase:
 Solo sé que me parió como paren los volcanes.
Y comprendí la soledad que se anidaba en su alma.
 
Titi Otazú
Miembro fundadora de LETRAS DEL ANDÉN
Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras 

DESOLACIÓN´

 
Pasa el dolor por la tarde de la calle...
y el frío se ahonda en los muros
y en el alma.
Silencio. Desolación.

Un niño extiende la mano.
No hay palabras. Tampoco un gesto
solo los ojos cerrados a todo asombro
mirando sin conmoverse
los colores y las formas
de un mundo que le es ajeno.
 
El hombre ha crucificado al niño...
Nada es bueno. Nada es puro
si sus labios han perdido la sonrisa
rosa callada del alma.
Nada vale. Nada es justo
si los piecitos se arrastran
con nuestras culpas a cuestas
por los senderos del mundo.
 
Teresita Morán Valcheff

piesdesCa.jpg

PIES DESCALZOS
 
Voy al ímpetu voraz de sus pasiones, 
al mismo instante 
cuando no fui ni un suspiro 
ni un lamento, ni un quejido... 
cuando nadie me creyó un lucero 
ni fui un sueño de amor 
en la hora de su entrega-
la de cualquier mujer 
 
Qué fácil bregar por los pies descalzos
y erigirse en aras de la condolencia.

Cuando en las mañanas la tibieza ampara
y es mullido el hueco que amortigua el cuerpo
detrás de la mirilla, unos ojos muerden,
sólo ven pasar la agria miseria.

Cuando generoso un plato te aguarda
y en noches de fiebre alguien te consuela,
te cubre de besos, te alivia la espera
y palabras tiernas reconfortan, calman
.
Qué fácil bregar por los pies descalzos
y erigirse en aras de la condolencia.

Yo te veo niño, sediento y hambriento
y un dolor agudo se hunde en mi pecho.
Es la lanza larga con culpa de acero
y mis manos tiemblan de tanta vergüenza.

Sólo una limosna, niño de la calle.
Mi perro en la cama tiene más clemencia.

Qué fácil bregar por los pies descalzos
y erigirse en aras de la condolencia.

La impotencia brama y te miro niño,
te doy alimento, zapatillas viejas, alguna moneda
y te vas contento niño de la calle.

Yo me quedo triste porque no consuela
ni el gesto de darte, ni tu risa tierna.

Muchos son los niños que caminan lento
muchos se hacen hombres durmiendo en un banco,
con el cielo negro como único techo,
la piedra más dura, el colchón más blando,
la lluvia que azota en el crudo invierno.

Y después sos malo, te juzga la gente,
todos te castigan, hasta el sol y el viento.

Yo quiero que sepas niño de la calle
que no te mereces ni un solo reclamo,
que se me hacen carne tus ojos dolientes
y se me hace espina el pan en el diente
quiero redimirte-hoy me siento niña
niña de la calle, con la piel ardiente
con dolor de hambre,
con sed de equilibrio.

Qué fácil bregar por los pies descalzos
y erigirse en aras de la condolencia.

Yo no tengo armas para defenderte
pero en mis palabras que labran el verso
tengo un grito agudo, dulce y penetrante.

Que aturda a la gente.
Que haga eco en los valles.
Que el río lo lleve por selvas y montes
para que penetre en las almas dormidas
y que nunca haya niños en la calle.


Roselvira Soda 
Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras 

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Los milenios de mi libro- Mi viejo libro está dormido en mi regazo. Aún palpita su corazón de niño, Así lo quiero para poder amarlo, acariciar su piel añosa, amar su desteñido tinte y ser quien muera en el lecho de sus hojas.Joseph Berolo 

 

Los milenios de mi libro

 

¡Oh el paso de los siglos!
El invisible genio de la red se lo devora.
Viaja rumbos de años luz...
Oh! la Red de lo virtual--
Encajonado habita bits y megahertz,
ajeno es a mi querer...
 
Mi viejo libro está dormido en mi regazo.
Aún palpita su corazón de niño,
Así lo quiero para poder amarlo,
acariciar su piel añosa,
amar su desteñido tinte
y ser quien muera
en el lecho de sus hojas.
 
Joseph Berolo 

 

 


EL ME ESPERA 

Me hizo pensar profundamente el cambio,
me vi absorbida por la vulgaridad del tiempo.
Me llegaron las voces de otros días
cuando miré aquel estante lleno.

Eran soldados de paz, de espaldas
con sus cuerpos silenciosos y formales,
encerrando el misterio de sus cosas,
eran simples libros comunicándose desde sus tapas

Me quedé parada frente a ellos
cuál elegir. Cuál es el que importe.
Todos encierran pasión y fuego en sus palabras
y arderán en mi alma hecho fogatas.

Con ellos recorreré comarcas infinitas
sobre plana superficie de papel ajado,
y él estará allí , esperándome
con el cálido perfume de sus hojas.
Titi Otazú.

 

 

Leyendo Los milenios de mi libro, de Joseph Berolo- no puedo concebir que algo tan entrañable, hecho con la sangre y el alma de los árboles y con otros nobles materiales en consonancia con el devenir de los tiempos, sea remplazado por la frialdad de páginas que no podremos tocar, ni acariciar, ni sentir su calor en nuestras manos, ni guardarlo como lo hago todas las noches, debajo de mi almohada para que siga acompañando mi vigilia amorosa, antes de que llegue el sueño. No podrán guardar sus páginas virtuales los pétalos de una flor ni la hoja preciosa de un árbol que queremos... o el señalador que nos recuerda la última página que leímos. De los amados libros digoCuando cruce los últimos umbrales/allí estarás en la luz, la esperanza o el espanto/hacedor-heraldo-magotodo el universo en tu universo cabe libro inagotable cáliz todavía tienen sed mis labios .*Este poema magistral no podría haber terminado sino con estos versos que describen a su autor como amante y fiel lector : Así lo quiero /para poder acariciar /su piel añosa,/amar su desteñido tinte/y ser quien muera en el lecho de sus hojasTeresita Morán Valcheff.

 

 

 

MI AMIGO EL LIBRO

 

 

"Ya se escucha el ominoso eco
de un clic que marca el destino
de un libro marginado." 
 
En los laberintos del tiempo empantallado en cuarzo seco
exploro tus huellas transmitidas 
a lo largo de milenarios años. 
 
Con la premura del hombre soberano 
de expresar sus ideas
todo fue propicio para registrarla memoria 
en los soportes de tu cuerpo:
 
en piedra, bambú, en la seda con tinta de colores 
los poetas expresaron su arte.
En arcilla ,hueso ,bronce, rollos de papiros 
y los pergaminos en su trama tejían mensajes infinitos.
 
En los misterios de las letras
había que guardar la palabra
frente a la fugacidad y el olvido.
 
Hasta que armaron tu cuerpo de papel,
cosieron tus páginas y construyeron tu entidad.

 Querido amigo, tu alma de madera
guarda la existencia del universo.
 
Eres árbol pródigo que se abre en hilos invisibles
protegido en tus hojas hay mensajes profundos.
 
Cuando niña me traías los cuentos 
que me transportaban a un mundo de ilusiones 
y fue un punto de partida para amar la lectura
viajar en tus páginas, vivir aventuras
abrir una ventana a un horizonte nuevo.

 A ti amigo, compañero de mis días
que te abres generoso 
nos albergas en tu fronda  y alimentas con tus fibras. 
Sembrador de semillas de esperanza
en los caminos traspasando las fronteras .
¡ Tú !   que desnudas el alma a nuestros ojos 
para enseñarnoslos tesoros escondidos
que se escriben en tus páginas
amor y desamores,tiernos personajes
sueños que nos tienen en vilo
¡Querido Libro ¡  corazón de letras - Yo te amo y voy a decirlo...
¡Porque eres mi amigo, y no me defraudaste!

 Por siempre estaremos juntos en este amor constante
que impone la eternidad en un abrazo.

 

Nilda del C.Guiñazú

El Libro
 
Inspirado en el poema de Joseph Berolo "Los Milenios de mi libro!
 
 
No me mueve la luz fría y sin vida
que me invita con el verso en la pantalla,
ni el enjambre de letras opacadas
por el brillo de plata que ametralla.
 
Todo es yermo,multitud de versiones seductoras,
a tal punto, que obnubilan y enceguecen
los reclamos del alma soñadora.

 Solo tú me convocas y me embriagas
cuando siento el aroma de tu savia
y el murmullo del viento en el otoño,
escondido en tu "obra apasionada.
 
Es que el árbol es el origen de tus días,
árbol vivo que queda eternizado
embriagando los ojos que se entregan
a las paginas hambrientas de caricias.
 
Y te siento vibrar a mi contacto
libro amado, fértil siempre
que nutre mi ambición, mi sed, mis ansias
y en mi lecho te enciendes para darme
el universo condensado en la palabra.

 

 

 

EL LIBRO

 

No me mueve la luz fría y sin vida
que me invita con el verso en la pantalla,
ni el enjambre de letras opacadas
por el brillo de plata que ametralla.
Todo es yermo,
multitud de versiones seductoras, a tal punto,
que obnubilan y enceguecen
los reclamos del alma soñadora.
Solo tú me convocas y me embriagas
cuando siento el aroma de tu savia
y el murmullo del viento en el otoño,
escondido en tu fibra apasionada.
Es que el árbol es el origen de tus días,
árbol vivo que queda eternizado,
embriagando los ojos que se entregan
a las páginas hambrientas de caricias.
Y te siento vibrar a mi contacto
libro amado, fértil siempre.
El que nutre mi ambición, mi sed, mis ansias
y en mi lecho te enciendes para darme
el universo condensado en la palabra.

 

Roselvira Soda.