Con creciente arrobo he saboreado cada uno de los poemas que el poeta colombiano Joseph Berolo
ha escrito en distintas fechas y momentos de su vida. Nada en el mundo le ha sido ni le es ajeno. El amor en todas sus formas
lo brinda sin retaceos, en su poesía: la mujer, los hijos, los amigos, el paisaje... y su Musa, campean bellamente
en sus versos; la tristeza por lo que irremediablemente sucedió y que quiso reparar sin lograrlo, los regresos; el
alejarse de lugares y de seres a quienes amó, las alegrías y dolores, el transitar por infinitos paisajes y
por fin,la certeza del otoño, y las páginas del calendario, inevitables arenas cubriendo las huellas de lo que
se forjó en la tierra, el anhelo de pasar a la otra Orilla con la certeza de la buena siembra que fructificará
en semillas de permanencia eterna. Amigo del alma, gracias por darte generosamente en las sublimes vibraciones de tu lira.
Un abrazo fraterno Teresita Valcheff. Miembro Institucional Embajadora de Buena Voluntad Gestora
de Semillas de Juventud Siglo XXI Naciones Unidas de las Letras. Uniletras
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Nunca antes en mi largo recorrido por los senderos de mi propia vida habia sentido lo que siento ahora en lo más
profundo de mi ser, ante la magnitud del homenaje que me brindan los bardos y las musas de Letras del Andén. Leer su
poesía inspirada en la mía, me conduce a Terranova, tras su huella de palomas mensajeras que llevan nuestro
mensaje al mundo. Vuestro vuelo simboliza que hemos logrado sembrar la Semilla de la Paz poética en el corazón
de nuestros contemporáneos. !Gracias! Padre nuestro que estás en los cielos por darnos la pluma para derrotar
a Koyaanisqatsi. Gracias Letras del Andén por seguir la huella del poeta.Con gratitud eterna. Joseph Berolo
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¡ ESTE HOMBRE...! Fragmento Mujer. Madre de
Terra Nova Este hombre...* Quiere ir contigo al nuevo Paraíso... llamado así por el Creador que
de su sueño nada queda y el fruto se volvió
prohibido y se secó la fuente de la Vida. Solo corre sangre derramada del
hermano herido por su propio hermano. El Paraíso al
que te llevo no es aquel del mito porque eso es y nada más.
Joseph Berolo ***** Hermanos,
tomemos la mano que generoso y profético, el Poeta nos extiende y en sus alas viajeras volemos más allá
de los viejos paraísos, el Edén del fruto prohibido y los propios paraísos, aquéllos que se hunden
en la bruma del tiempo y los últimos que construimos y allí nos refugiamos, creyéndonos salvados, sin
darnos cuenta de que eran reversos del Edén, mezquinos, minúsculos mundos, habitados por el árido egoísmo,
el desamor, la codicia y la mezquindad.Es hora de desprendernos de inútiles colgajos y atrapantes laberintos, encontremos
la salida y construyamos entre todos, el Nuevo Mundo donde habitaremos los niños, los jóvenes y los viejos,
desplegando los talentos que el Creador nos regaló y en ese verdadero Paraíso cultivemos el Bien , la Verdad
y la Belleza y gocemos de la Libertad, la Justicia, la Igualdad y la Paz y seamos felices, que para eso Dios nos heredó
la Tierra, la Madre que nos sostiene y nos sustenta. Teresita Valcheff
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Isla ¡ (Fragmentos)
Llegué a Isla una madrugada antes
del viento; el trueno despertaba el rincón de la estancia, las
proas apuntaban al infierno abismal de las aguas crispadas de Isla.
Marinos borrachos temblaban desnudos sin
ancla alguna, su orfandad de horizontes, su gemido largo sus
silencios secos cruzaban el enredo de las palmas tronchadas.
Tropecé con la puerta del encierro, el crujido oxidado de los goznes viejos, la dolencia del árbol derrumbado, el ataúd de los proyectos agotados, la
desolación de los pueblos bombardeados, el dolor
de la guerra perdida, un reguero de esqueletos entre el agua y la piedra. Joseph Berolo *****
"Creo que la genialidad de Joseph en Isla, no tiene explicación. Cada mente llega a su propia
Isla y tiene sus inesperadas vivencias. Se conmueve el ser en la Isla que nos describe nuestro talentoso amigo y la mente
alucina otras realidades y desciende a regiones tenebrosas e inexploradas que quizás no nos atrevemos a sondear. Esta
capacidad de crear y recrear mundos y presentarlos para que otros penetren en ellos, asciendan y desciendan, giren y rueden
en vertiginoso torbellino, contemplen el horror y la belleza de las formas increadas, la tienen solamente los genios que alguna
vez surgen de la lámpara en nuestro camino, para conmovernos y sacarnos de la rutina de lo conocido, para hacernos
traspasar ese horizonte infinito y transparente que se aleja de nuestros pasos pero insiste en atraernos y que resulta casi
imposible alcanzar. Joseph lo ha conseguido y generoso, nos invita al viaje. Teresita Morán Valcheff.
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¡ LA ISLA !
"¡Todos tenemos una Isla!"
Llegamos
a la Isla con la noche... nos recibió el viento en
soberbio arrebato. Los barcos
anclados en la escollera nos llevaron con pasaporte al
infierno.
En sus costas desnudas y rocosas altas
olas azotaban sus playas, desplegaban blancas sábanas
de encajes, en gemidos largos de espumas y algas turbias. El horizonte
en orfandad con el dolor de la guerra, ensangrentado. ¡Oh ¡ cuánto llanto en soledad. El frío corría por las venas noches sin descanso, vigilia tensa acampando
con la muerte a la intemperie. Conocimos el hambre, el frío,
el sufrimiento, la amistad en la
aurora vigilante. Nuestra Isla violada y prisionera, torturas y vejámenes, recinto de extinción, parador
de suicidas, playa de huracanes. Isla donde se camina con la muerte camposanto de cruces blancas donde
sólo Dios sabe sus nombres.
En la niebla rostros envejecidos, tras el celaje, los niños que fuimos nos están diciendo adiós.
¡Todos tenemos una Isla! y un dolor profundo que lesiona el alma mientras el mundo, a lo lejos, sueña indiferente con sus propios voces.
Nilda del Carmen Guiñazu Miembro Fundadior de Letras del Andén Villa Mercedes, San Luis, Argentina Miembro
Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras
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ISLA NEGRA
Seductor el mar mordió tu orilla. Te arrojó caracolas al alma como
la ola a la playa. Con su voz grave y cavernosa te contó secretos inconfesables. Y le
tuviste miedo. Y lo amaste. Marinero de sueños eternos, poeta luminoso, faro en
la tiniebla. El canto de la arena, lleno de misterio dilató tu pupila, y
te pudo el amor más allá del miedo. Tu casa anclada en rocas es un barco con rumbo a las estrellas mascarón
de proa con alas al viento. Colecciones increíbles hablan de tu alma como tus versos En Isla Negra late tu esencia. y en cada ola, un poema se cuela entre las piedras. Ellas le dieron nombre, el nombre de isla Negra Tampoco
te pudo la muerte. Frente al mar, con Matilde duermes para eternizar tu canto. Roselvira Soda
Miembro fundador de Letras del Andén Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras Portal El dolor de lo prohibido, Queda prohibido llorar sin aprender, levantarse un día sin saber qué hacer,
tener miedo a los recuerdos. Berolo & y Compañia
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MADRE MIA, ¡HE AQUÍ A TU HIJO!
Soy el presagio del regreso, lo cierto de lo ausente, el remanso que lanza cuitas a la luna en alto. Soy velero en marcha hacia tu abrigo en
el levante, soleado rumbo para arrullar
un sueño de basalto.
Soy la llanura, las colinas,
el susurro del viento, el
rincón que guarda lo que me deja el mundo. Viendo allí pasar callado el implacable tiempo, imagino siglos el lento tic-tac de los segundos.
Soy playa en recóndita ensenada. La huella dejo de mi paso perdurar en devenir de arenas. En trance de aurora, al final de los desvelos, con las olas enhebro los hilos de las penas.
Soy un cofre repleto de recuerdos. ¡Qué ironía! están allí durmiendo como están los muertos... cenizas son para lanzar al viento con las mías. Semillas para sembrar en el celeste huerto. Joseph Berolo
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Carta a mi madre
Madre, te siento en las simples cosas de
la vida. La luz de tu sonrisa ilumina
mis noches; la dulzura de tu voz acompaña mis días. En noches de luna palpita tu presencia en el perfume del jazmín.
Madre, aurora, flor; Yo; espejo de
rocío. Tibias manos, llenas de caricias, me llevan al camino que un día transitamos. Madre, una carta te escribo, manantial de añoranzas; en un rayo de luz viaja al cielo, con el
sello de amor que tú sembraste.
Nilda del Carmen.Guiñazú
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Madre Altiva en el pensamiento de cualquier hombre
bien nacido labradora afable, dulce y buena abriendo surcos en tierra anochecida. De
mirar siempre calmo y sereno gratitud infinita en ondas de
fragancia, estás siempre perfecta en mi corazón como un intocable lecho de rosas. En
ti reposa mi ser reconfortado. recordando la caricia
nueva bendecida, ascendí a tu cumbre radiante
de esperanza y allí me enseñaste a
contar estrellas. Hoy siento tu palabra llena de luz nítida en belleza como tu rostro te pido en regalo la infancia otra vez que
me acunes en tus brazos, canta para mí. Déjame soñar
en tu regazo sin tiempo muéstrame el mundo feliz
a tus pies, quédate un instante y seca estas lágrimas cúbreme madre con la devoción de tu amor. Carmen G. Lucero de Palma Círculo Literario "Letras del Andén" Villa Mercedes, San Luis, Argentina Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras
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Hoy, sábado...2 de Enero del 2000, uno de tantos después del Abuelo..., iré a verlo en su jardin del Recuerdo... será un paseo
por la sabana, bordeando los cerros leprosos y los chircales y las invasiones de los cerros....
LA VOLUNTAD DEL ABUELO Robles fueron... Cuando levanto los ojos hacia el horizonte de la vida siempre veo dibujada sobre
el amplio panorama del recuerdo la imagen de mis antepasados, mis padres, mis abuelos...sus hermanos... robles precursores
de mi vida. Coronados fueron con laureles de amor a su grandeza de seres nobles y generosos, raíces de tantas vidas,
referente de tanta historia. Por la ruta de pinos y el marco
de la cordillera empotrada sobre la sabana, la ventisca de la Autopista del Norte desbordada de inquietudes rodantes, llegué
a visitar al Abuelo dormido bajo la lápida que le hiciera la conciencia de su socio marmolero. Alli, bajo la pertinaz
llovizna, me instalé con paciencia de visitante deseoso de ser atendido largamente - la colcha verde de pasto tupido
y maquillado que cubre su lecho eterno, me sirvió de asiento-- imaginé estar en su estudio de Normandía,
tomando café a punto, como él decia-de acabar con nuestros problemas- sin llorar por fuera, le reclamé
su descuido y falta de vigilancia ante los vándalos que sin su permiso se roban los jacintos y las azaleas, las rosas
y los claveles, y se fuman el PielRoja que le deja prendido la Abuela para que nunca olvide la causa de su partida. Demás está decir que he llorado emocionada con tu visita
al abuelo y al pueblo de tu niñez, allá en Colombia, porque recordé a mi cuna pueblerina, en Merlo, al
pie de la Sierra de Comechingones, en mi azul provincia de San Luis- recorrí en el recuerdo cada calle del pueblo,
cada rincón de mis andanzas de niña, los amados árboles presentes siempre en mi vida y visité
el camposanto donde reposan mis abuelos, padres de mi madre, mi fuente primigenia. Con los ojos del alma miré sus tumbas olvidadas, en ominosas ruinas y aunque sé
que solo sus huesos descoloridos están ahí, siento después de leer tus palabras de cariño y de
respeto, en diálogo con tu abuelo muerto, que en ese plano burdo de la materia, algo sutil quizás permanezca
vibrando quedamente para marcar la presencia que nunca se borrará del alma. Teresita.
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EL ABUELO Inspirada en la Voluntad
del Abuelo La vida se teje en cada segundo en la urdimbre sutil del tiempo y va enhebrando
con sorprendentes hilos relámpagos de amor, alegrías, quebrantos , remembranzas . En la oquedad
de la noches llegan descalzos los recuerdos de mis abuelos, de mis padres seres nobles
honrados hondas raíces que alimentaron mi árbol donde late su alma y su legado. ¡Oh!
Cuantos años transcurrieron como quisiera abrazarlos y decirles lo que siento en esta lejanía donde
habita la tristeza y el vacío de la ausencia. La casa de mis abuelos con antigüedad y sus historias tiene
un paisaje que es como el olor a lluvia en todas partes ofrece un espacio del reencuentro. Mi abuelo
de manos grandes, laboriosas, creativas. La casa un colmenar donde el pan se
amasaba en la mesa en tiempo de cosecha, era la trilla, la vendimia
y cuantas otras cosas. Abuelo, en tus ojos claros
estaba la ternura. Todo lo hacías con honor y con nobleza. Aún siento el calor de tu mano cuando
caminábamos por esa calle larga y el saludo de todos, y el abrazo fraterno
de los amigos. Cómo no recordar cuando cabalgábamos por los senderos de las Chacras entre las palmeras y el canto de los pájaros nos encendía el alma. Abuelo jefe de tantas cosas, guapo y valiente. Como
he ansiado compartir tu juventud en las fiestas del pueblo, escuchar
tu oratoria y darte el mejor de los aplausos . Pero, hubo un día
en que el abuelo partió. No puedo olvidar el dolor retratado
en el rostro de la abuela cuando escribía sobre un papel blanco con ribetes negros donde la luz y el luto la sumergían en un lugar remoto. Mi abuelo fue
un sembrador de su propia estirpe. Lo lograste abuelo ¡Perduras
en el tiempo! Vives en el ayer, en el hoy, y en el mañana de
tus nietos. Nilda del C. Guiñazú MI
ABUELO ANTONIO
Quiso traer todo el mar en sus ojos mansos y en
esa inmensidad anclar nuevos sueños, Dejó
su patria en busca de paz y trabajo sabiendo que jamás volvería
a su España. En cada rugido bravío del viento, enjugó una lágrima de su ser malagueño. Largo y penoso fue su viaje incierto sin saber cómo
era esta América Madre. Lo recibió en sus brazos, le
dio su esencia y pudo elegir dónde anclar sus sueños. Fue Mendoza la tierra elegida donde dejó su impronta de buen labrador. Su hermano
José también llegó con él y fueron dos
buscando un destino en este suelo bendito que recibió a tantos..., para forjar el crisol con entrañas bendecidas. Mi
abuelo gringo... mi abuelo Antonio, conoció el amor de una tupungateña y junto a ella formó su mundo nuevo. Echó
raíces en este bello y alegre suelo y de ese seno nació
la niña mayor, mi madre. Un día
decide buscar nuevo rumbo encontrando el norte del bonito San Luis Allí se quedó soñando auroras lejos
de los mares y del barco aquel que un día hace tanto, lo trajo
de España para echar raíces en la patria americana. Carmen
Gregoria Lucero de Palma
Miembro de Número de Letras
del Andén. Miembro
Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras
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ORÍGENES
Desde la inmensidad de la nada navegando olas
de amor y misterio se abrió la luz en sigilosas ondas para anclar en nido de calor intenso. Y al andar caminos
poblados de asombro, me acunó la flor, el silencio del llano me arrulló el croar de la rana en el río barquitos de sueño conquistaron ala. Los aromas nuevos
se hicieron perennes. el naranjo en flor, la menta en el patio, los sabores simples poblaron el alma desde la cocina hasta el fondo del patio. Y en las noches claras
la voz de la abuela regando jazmines y el laurel intenso, con los pies descalzos, chapotear inquieta y
nadar en brazos de mi padre atento, recorrer caminos
escalando sierras, saborear la miel, la choclada tierna, manteca casera y la mesa grande. Perseguir cabritos
por los cerros vivos llenos de animales y plantitas tiernas, buscar peperina entre matorrales, volver
a la casa de los sueños grandes. Ese fue mi origen, mi fulgor de niña, la voz del aljibe en mi adolescencia juventud
sin prisa con ojos gigantes. Y entre paso y paso, entre llanto y risa, la voz de mi madre siempre, siempre, siempre. Roselvira Soda
Miembro Fundadora de LETRAS DEL ANDÉN Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras
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ORÍGENES II A la
sombra del deseo y la alegría germinó la semilla de mis días. Y fue paz, esplendor y letanía la nostálgica
ternura de la aurora. Y llegué como luz en primavera desplegando el abrazo y la armonía. Un relámpago
azotó el horizonte para regresar a la tierra prometida, donde el río cantaba bullicioso y su
cauce feroz, estremecía. Era júbilo el aroma de jazmines, el laurel, la paloma, las gallinas; el
gorrión detenido en el aljibe un picaflor aleteando entre las flores. Sigilosa la abuela en los helechos abrió surcos donde
guardamos la nostalgia. La felicidad en el aire, hecha armonía, sin afeites, así nomás, tranquila, donde
el gato ronroneando entre las dalias era cómplice de tantas travesuras- trepar juntos entre soles, al naranjo, de ahí
al techo, el objetivo culminante. Siestas largas de charla entre vecinas con castillos hechos de ramas...barro... y buena
dosis de pujante adrenalina. Allí quedó mi inocencia adormecida, grandes tesoros que se abren cada día cuando
en noches dolientes me desangro y a ellos acudo mitigando la agonía. Roselvira Soda.
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ALBORES DE UN NUEVO DÍA Dejad que llegue
la estación de las sonrisas con destello tibio
de nuevas alboradas a poblar de luces la existencia y de brisas suaves el rumbo de todas las mañanas. No olvidéis
mirar partir ese ayer que muere en el pálido
reflejo de las cosas que trajera ni creer que nada queda de su paso
ni sugiere regresar-¡todo queda y nada queda de su era! Revivid todo lo vivido, nada en vano fue, abrojos quizá- y los recuerdos-el aliento de la llama, el silencio
que abrumó la soledad, el vano arrojo de los bríos, el
esquivo abrazo de la dicha vana. ¡Dejad que asome el día y canten
las alondras! Que si el ayer fue triste y se llenó de sombras, la Fe, el sueño, la vida, sus retoños, sus ardores, todo ES y habita en este amanecer de amores. Joseph
Berolo
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MI ESTACIÓN DE SONRISAS Qué bonito resultó escuchar la estación de las sonrisas... hundí mi cabeza en los recuerdos volví
atrás mi tiempo ya maduro y troqué en
perfume el pensamiento.
Jugar con autitos de carrera, pasear mis muñecas regordetas, cantar
ante visitas, decir versos, cerrar los
ojos, imaginar la vida.
Y después los amigos, juventud, el amor y la música encendiendo mis sentidos.
Crecí feliz, despertando mañanas, habité sin saber un pueblo de sonrisas construido totalmente desde el
fondo de mi alma.
Titi Otazú Miembro Honorario
de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras
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AURORA FINAL Más allá de lo burdo
y lo visible en la cima de los recuerdos detrás del horizonte que se aleja en espasmos
de agonía hay un sitio que presiento como el final del camino. Se estrecha
la calle que transito y se multiplican las piedras del sendero pero una fuerza superior me
levanta de la huella y sigo llevando en mis espaldas
la gravosa carga que heredé sin dudarlo de otras vidas. Ella creció conmigo y me acompaña como
una vieja sombra desde la hora en que mi madre me echara a navegar en este río de filos
y blanduras que remonto cada día en que cumplo el
mandato recibido. Usé
los dones- regalo de Dios a sus criaturas- mis manos se entregaron en panes solidarios. Amé y fui muy amada... El corazón
se desgarró por las ausencias que halitan en mi alma como flores de eternales fragancias. Sufrí por
genocidios y guerras y la orfandady el hambre de
los niños. ¡Ay! por la muerte del árbol y el animal indefenso, mis hermanos en la tierra. Mi palabra se alzó para llamar a renegridas conciencias que tienen en sus manos el destino del mundo. Perdoné y me perdonaron, sublimé los rencores en el antiguo crisol de los olvidos. Restauré mis heridas. Estoy en paz
-la vida es bella y sabia- ¡TODO es alegría! a pesar de los
dolores. Quiero llegar a otro cielo con alas de esperanza en
el día señalado por Aquél que en sus designios tiene
la clave. Teresita Morán Valcheff
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MIRAR PARTI Es triste mirar
partir con el norte a la deriva y largos
jirones negros cubriendo el pecho marchito. Es pesada la nostalgia junto al ardor de la espera y la sonrisa
del viento que se enreda en tu pollera. No quiero guardar recuerdos solo quiero recordarte sin lágrimas que
demuestren todo el amor prometido-
Me quedaré junto al árbol testigo del primer beso y esconderé tu sonrisa en la esfera del espejo. Aldo Javier Calveyra
Miembro Honorario de Naciones Unidas
de las Letras,Uniletras
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ESENCIA ¡
No más palabras! * Tarde silenciosa de sabores nuevos traes dulcemente mensajes de otro tiempo. Quiero
descifrarte y se desgrana el aire. Rosas perennes acosan
mi agonía, la brisa tenue derrama gotas de luz sobre mis pasos lentos. Y me quedo mustia, deshojada con
este signo abierto, sin respuesta, con esta savia inerte,
adormilada. Es
amargo el silencio de unos labios que no veo, de una sonrisa que imagino, de
una voz que no se templa Más,
cada mañana dejo junto a tu puerta el caudaloso río* de mi incondicional esencia. Roselvira Soda Miembro Fundador de LETRAS DEL ANDÉN Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras
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KOYAANISQATSI *
Vamos Poetas!
Vamos a redimir la raza humana...¡Antes
de que triunfe Koyaanisqatsi Siglo XXI!¡Vamos
Poetas! Vamos
a redimir la raza humana... ¡Que
cesen los lamentos solitarios! ¡Que se escuche unísono el Poema Libertario! Que parta ya la cabalgata de Poetas por la ruta trazada por los Dioses y las Musas desde su anclaje en la cima de los siglos... !Antes que llegue Koyaanisqatsi! !Antes que llegue Koyaanisqatsi! Después
de leer "KOYAANISKATSI", de Joseph Berolo ****** Koyaanisqatsi Este poema monumental debe ser el logro más elevado
en la vida del poeta Joseph Berolo . Ese viaje en incansable unidad de opuestos y antítesis donde se enfrentan
la paz y la guerra, la bondad y la maldad, en cada recodo del camino, consigue llevar al lector a transitar esos paisajes
serenos, de aguas puras y cantarinas, de trinar de aves, y risas felices, que se trastocan en un instante por muerte, destrucción,
desolación y tristeza. En esa continua dialéctica pendular el alma asciende a infinitos cielos para descender
luego a insondables abismos. Ese recorrido frenético que hacemos al leer tu poema, nos da una visión total de
los hechos horrorosos que jalonan la historia de la humanidad pero nos alivia la certeza de que el hombre puede redimirse
a través de las obras de paz y amor hacia todos los seres de la Creación y la salvación de los paisajes
no contaminados que todavía no hemos podido destruir. La poesía puede lograr esa redención. Viendo lo que está sucediendo con el terrorismo y el fanatismo en el mundo me doy
cuenta de que en KOYAANISQATSI ha hablado un profeta que ya avizoraba lo que iba a suceder, lamentablemente para la humanidad,
en los albores de este siglo. Vuelvo a conmoverme fuertemente con el fragor incontenible del oleaje de tus palabras que seguirán
resonando en el oído pero sobre todo en la conciencia de los hombres y mujeres libres que queremos que el horror de
la guerra no siga destruyendo al mundo y que tenemos el deber o el imperativo ineludible de seguir bregando con nuestra palabra
y acción por construir caminos de unión, de concordia, tolerancia y libertad, que algún día alcanzarán
la ansiada paz que hoy se nos niega. Teresita Morán Valcheff R. Argentina.
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La paz Inspirado en el poema "Koyaanisqatsi de
J. Berolo No es imposible la paz cuando las ansias, De abatir guerras, nos llaman a templanza, Es
alcanzable si abolimos la venganza, Si enmudecemos la ofensa
en la palabra. Si
renunciamos a empuñar las armas, y a la censura
por converger hacia la calma, postergarnos para enjugar
ajenas lágrima, En impulso de aquella caridad
¡tan olvidada!. Si inundamos
de ternura la mirada, para en pupilas vacías
derramarla, si aceptamos lo plural en credo y raza, conteniéndolos en abrazo a la distancia Podremos si con la humanidad ya transformada, compartimos lo nuestro con quien no tiene nada, si en su tribulación, invocamos la plegaria, y en su alegría hallamos plenitud del alma. - Entonces
¡sí!, la oda a la paz resonará en campanas, en
cada espacio del orbe, desde el omega al alfa, avanzaremos
llevando en nuestras palmas, y en dulce ofrenda arrebujada
la esperanza. Myriam Astudillo Miembro de número del Círculo Literario "Letras Del Andén" Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras
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¡Vamos por la paz! Consternado
por los horrores / de esta vida apocalíptica. ¡No dejemos que reine, Koyaanisqatsi la Muerte! Estamos en un balcón florecido de salitre ante un mundo complaciente de
exterminio. Transitando vamos un planeta de locura donde lo importante es un valor metálico de muerte. Día a día van creciendo diminutas hierbas de conmociones esquizofrénicas. Se propagan voces de alerta que aprietan y convocan
a proteger nuestro propio camino. Mientras el mundo gira impasible, hay un mutismo que vacila entre dos auras. La vida se debate entre las ruinas y se teje con lágrimas de sangre. Nos recuerda los versículos de Jeremías- profecías implacables en un sueño letal de pesadillas, en los confines de la nada todos
buscaban refugio aferrados a la vida. Y
la paz ... ¡ Sigue secuestrada! El poeta ve y siente el dolor de
los cuerpos moribundos arrastrados, de ojos desaguados, con sus alas deshechas piden clemencia. Camina
entre escombros / de pueblos detonados.
El poema es grito profundo se nueve como un duende tiene magia. tiene poder, lucha por amor
a la humanidad se alza desde las raíces para alumbrar la mente de nuevas primaveras, consternado por los horrores de
esta vida apocalíptica.
Necesitamos mentes sanas, jóvenes despiertosn que construyan sobre
un añorado mundo nuevo donde
la paz sea la protagonista de la vida. No dejemos que reine, Koyaanisqatsi, ¡ La Muerte!
Nilda del Carmen Guiñazu Miembro
Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras
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MI ANTORCHA Aquí estoy con mi antorcha levantada Fuente de luz, hambre de victoria. La cerviz elevada y en su entorno un
collar de vibrantes amapolas.
Aquí estoy, mi poema es el arado que
se suma a la lucha despiadada. No le temo al rival me asusta el miedo y
me yergo con más brío enamorada. Aquí
estoy gatillando la palabra, dando filo a la espada a dentelladas. Busco paz, busco amor, tal vez clemencia, arco iris de sol en la mirada. Un puñado de estrellas se avalanchan, bailotean celosas, se dispersan. Y
en un hado de luz inquebrantable surge
el grito en el verso iluminado. Roselvira Soda. Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras
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¡SOY EL HIJO DE LA CALLE! Soy la semilla que sembró en su vientre el pirata de su dicha... ¡Soy! ¡Existo! Pero nada sé de
si hubo alguien que quisiera que existiera.
Recorriendo los tugurios de la gran ciudad-- cualquier urbe en cualquier lugar del mundo. me encontré con EL . FUI EL. SOY EL. Joseph Berolo De viaje estoy. Voy
de regreso al Rio, a la fuente de la espina del hastío. ... Voy hacia
el vientre que engendró un día la suerte de mi sangre, la
arteria que vertió la dicha de mi Vida y la tragedia de sufrirla. Voy
al ímpetu voraz de sus pasiones, al mismo
instante cuando no fui ni
un suspiro ni un lamento, ni un quejido... cuando nadie me creyó un lucero ni fui un sueño de amor en
la hora de su entrega- la de cualquier mujer ... Voy a descubrir
mi origen en la entraña misma de la noche de placer que
albergó la fantasía de una hembra consumida por la fuerza de un deber. ... Soy la semilla que
sembró en sus eras el pirata de su dicha... Fragmentos
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INTERTEXTUALIDAD CON EL POEMA "EL HIJO
DE LA CALLE", de Joseph Berolo EL HIJO DE LAS SOMBRAS En
la soledad del crepúsculo asumo que soy ese ser que un día irrumpió de las colinas del desierto. "Soy el hijo de un instante no tengo nombre alguno". Soy como una semilla germinada en la orfandad de las entrañas y
arrojada la inocencia sobre la ignominia. "Soy el hijo de nadie... Soy el hijo de un instante que en la sombra de
un insólito paraje vio llegar la vida." Que no dejó sus huellas ante el abandono en el bostezo
de la noche. No sé del regazo de una madre en la oquedad de las frías lunas. Soy
la imagen del dolor, de la hambruna y del frío. Soy ese niño con la cara pintada de tristeza. "Solo sé que duermo bajo un cielo abierto." ¡Solo sé que la calle es mi albergue, mi refugio! en ella me despierto bajo
la piel del cielo en el cálido abrazo de la luz. "Soy la multitud sin rostro que marcha por la tierra." Soy ese ser que un día llegó desde las sombras.
"Mi madre
no tiene nombre. "Solo
sé que me parió cómo paren
los volcanes" Y a pesar
de los pesares la vida continúa entre
tantos hermanos en la soberanía de mi calle. Angustiado con profundo dolor sigo existiendo en la dura realidad
de la tristeza donde se quiebra el mundo donde la voz se apaga. Nilda del Carmen Guiñazú Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras
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Intertextualidad con versos del poema EL HIJO DE LA CALLE, de Joseph Berolo HIJO DE NADIE Me acompaña
la tremenda soledad del viento que va por tantos lares como llorando
abandonos. Tan sólo me cubre la luz del sol aún en los crepúsculos, purpúreos de brisa y en lánguidas rondas azuladas. Soy
el hijo de nadie que admira tras el cristal, una mesa recién tendida. Yo no conozco las buenas nuevas con aires de familia, vivo
el mundo que pasa por mi lado raudamente como notas melodiosas de la música
que enamora. Soy el hijo de nadie. Soy el hijo de la calle que en la sombra de
un insólito paraje vio llegar la
vida. Carmen Gregoria
Lucero de Palma
Miembro
de Número de "LETRAS DEL ANDËN"
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INAPACIBLES TEMPESTADES -Como paren los volcanes- Eruptando inapacibles tempestades, rodeado de sensaciones opacas, crucificado
entre los puntos cardinales del estanque. No
tengo nombre alguno, sí, soy el que rueda sin forma con la sequedad formando bocanadas, detrás
de la oscura coincidencia-
Soy el que ven marchar de espaldas con los espinos rasgando
mis entrañas, sí, soy el que una vez más seguirá eruptando inapacibles tempestades como paren los volcanes. Aldo Javier Calveyra Miembro de Número de "Letras
del Andén" Miembro
Honorario de Uniletras
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COMPRENDIENDO A ELENA
Éramos niñas con moños en el pelo cuando Elena me dijo triste y humillada Soy el hijo
de nadie y rompió en llanto yo quedé cabizbaja sin poder
decir nada. De pronto me animé y dije cualquier cosa. No tengo nombre alguno, mentí y me
escuché decir: "Soy la multitud sin rostro que marcha
por la tierra". Y junté mi cabeza con
la suya y lloré sus lágrimas copiosas y deformes y agregó Mi madre no tiene nombre, y la abracé. Éramos dos niñas confesando un pecado. Elena me miró profunda y triste no era mi caso el suyo cuando me apuñaló con esta frase: Solo sé que me parió como paren los volcanes. Y comprendí
la soledad que se anidaba en su alma. Titi Otazú Miembro fundadora de LETRAS
DEL ANDÉN Miembro Honorario de Naciones Unidas
de las Letras,Uniletras
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DESOLACIÓN´
Pasa
el dolor por la tarde de la calle... y el frío se ahonda en los muros y en el alma. Silencio.
Desolación.
Un niño extiende la mano. No hay palabras. Tampoco un gesto solo los ojos cerrados a todo asombro mirando sin conmoverse los colores
y las formas de un mundo que le es ajeno. El hombre ha crucificado al niño... Nada es bueno. Nada es puro si sus labios han perdido la sonrisa rosa callada del alma. Nada vale.
Nada es justo si los piecitos se arrastran con nuestras culpas a cuestas por los
senderos del mundo. Teresita Morán Valcheff
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PIES DESCALZOS Voy
al ímpetu voraz de sus pasiones, al mismo
instante cuando no fui ni un suspiro ni un lamento, ni un quejido... cuando nadie me creyó un lucero ni fui un sueño de amor en la hora de su entrega- la de
cualquier mujer Qué fácil bregar por los
pies descalzos y erigirse en aras de la condolencia. Cuando en las mañanas la tibieza ampara y
es mullido el hueco que amortigua el cuerpo detrás de la mirilla, unos ojos muerden, sólo ven pasar
la agria miseria. Cuando generoso un plato te aguarda y en noches de fiebre alguien te consuela, te
cubre de besos, te alivia la espera y palabras tiernas reconfortan, calman . Qué fácil bregar
por los pies descalzos y erigirse en aras de la condolencia. Yo te veo niño, sediento y hambriento y un dolor agudo se hunde en mi pecho. Es la lanza larga con culpa de acero y mis manos tiemblan de tanta vergüenza. Sólo una limosna, niño de la calle. Mi perro en la cama tiene más clemencia. Qué fácil bregar por los pies descalzos y erigirse en aras de la condolencia. La impotencia
brama y te miro niño, te doy alimento, zapatillas viejas, alguna moneda y te vas contento niño de
la calle. Yo me quedo triste porque no consuela ni el gesto de darte, ni tu risa tierna. Muchos
son los niños que caminan lento muchos se hacen hombres durmiendo en un banco, con el cielo negro como único
techo, la piedra más dura, el colchón más blando, la lluvia que azota en el crudo invierno. Y después sos malo, te juzga la gente, todos te castigan, hasta el sol y el viento. Yo quiero
que sepas niño de la calle que no te mereces ni un solo reclamo, que se me hacen carne tus ojos dolientes y se me hace espina el pan en el diente quiero redimirte-hoy me siento niña niña de la calle, con
la piel ardiente con dolor de hambre, con sed de equilibrio. Qué fácil bregar por los
pies descalzos y erigirse en aras de la condolencia. Yo no tengo armas para defenderte pero en mis palabras
que labran el verso tengo un grito agudo, dulce y penetrante. Que aturda a la gente. Que haga eco en
los valles. Que el río lo lleve por selvas y montes para que penetre en las almas dormidas y que nunca
haya niños en la calle.
Roselvira Soda Miembro Honorario de Naciones Unidas de las Letras,Uniletras
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Los milenios de mi libro- Mi viejo libro está dormido en mi regazo. Aún palpita su corazón de niño,
Así lo quiero para poder amarlo, acariciar su piel añosa, amar su desteñido tinte y ser quien muera en
el lecho de sus hojas.Joseph Berolo Los milenios de mi libro ¡Oh
el paso de los siglos! El invisible genio de la red se lo devora. Viaja rumbos de años luz... Oh! la
Red de lo virtual-- Encajonado habita bits y megahertz, ajeno es a mi querer... Mi viejo libro está dormido
en mi regazo. Aún palpita su corazón
de niño, Así lo quiero para poder amarlo, acariciar su piel añosa, amar su desteñido
tinte y ser quien muera en el lecho de sus hojas. Joseph Berolo
EL ME ESPERA
Me hizo pensar profundamente el cambio, me vi
absorbida por la vulgaridad del tiempo. Me llegaron las voces de otros días cuando miré aquel estante lleno.
Eran soldados de paz, de espaldas con sus
cuerpos silenciosos y formales, encerrando el misterio de sus cosas, eran simples libros comunicándose desde sus tapas
Me quedé parada frente a ellos cuál elegir. Cuál es el que importe. Todos
encierran pasión y fuego en sus palabras y arderán en mi
alma hecho fogatas.
Con ellos recorreré comarcas infinitas sobre
plana superficie de papel ajado, y él estará allí
, esperándome con el cálido perfume
de sus hojas. Titi Otazú. Leyendo
Los milenios de mi libro, de Joseph Berolo- no puedo concebir que algo tan entrañable, hecho con la sangre y el alma
de los árboles y con otros nobles materiales en consonancia con el devenir de los tiempos, sea remplazado por la frialdad
de páginas que no podremos tocar, ni acariciar, ni sentir su calor en nuestras manos, ni guardarlo como lo hago todas
las noches, debajo de mi almohada para que siga acompañando mi vigilia amorosa, antes de que llegue el sueño.
No podrán guardar sus páginas virtuales los pétalos de una flor ni la hoja preciosa de un árbol
que queremos... o el señalador que nos recuerda la última página que leímos. De los amados libros digo: Cuando cruce los últimos umbrales/allí
estarás en la luz, la esperanza o el espanto/hacedor-heraldo-magotodo el universo
en tu universo cabe libro inagotable cáliz todavía tienen sed mis labios
.*Este poema magistral no podría haber terminado sino con
estos versos que describen a su autor como amante y fiel lector : Así lo quiero /para
poder acariciar /su piel añosa,/amar su desteñido tinte/y ser quien muera en el lecho de sus hojas. Teresita Morán Valcheff.
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MI
AMIGO EL LIBRO "Ya se escucha el ominoso
eco de
un clic que marca el destino de un libro marginado." En los laberintos del tiempo empantallado
en cuarzo seco exploro
tus huellas transmitidas a lo largo de milenarios años. Con la premura del hombre soberano de expresar sus ideas todo fue propicio para registrarla memoria en los soportes de tu cuerpo: en
piedra, bambú, en
la seda con tinta de colores los poetas expresaron su arte. En arcilla ,hueso ,bronce, rollos de papiros y los pergaminos en su trama tejían mensajes infinitos. En los
misterios de las letras había
que guardar la palabra frente a la fugacidad y el olvido. Hasta que
armaron tu cuerpo de papel, cosieron tus páginas y construyeron tu entidad.
Querido amigo, tu alma de madera guarda la existencia del universo. Eres
árbol pródigo que se abre en hilos invisibles protegido en tus hojas hay mensajes profundos. Cuando
niña me traías los cuentos que me transportaban a un mundo de ilusiones y fue un punto de partida para
amar la lectura viajar
en tus páginas, vivir aventuras abrir
una ventana a un horizonte nuevo.
A ti amigo, compañero de mis días que te abres generoso nos albergas en tu fronda y
alimentas con tus fibras. Sembrador de semillas de esperanza en los caminos traspasando las fronteras . ¡ Tú !
que desnudas el alma a nuestros ojos para enseñarnoslos tesoros escondidos que se escriben en tus páginas amor y desamores,tiernos personajes sueños que nos tienen en vilo ¡Querido Libro ¡ corazón de letras - Yo te amo y
voy a decirlo... ¡Porque
eres mi amigo, y no me defraudaste!
Por siempre estaremos juntos
en este amor constante que
impone la eternidad en un abrazo. Nilda del C.Guiñazú |
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El Libro Inspirado en el poema de Joseph
Berolo "Los Milenios de mi libro! No me mueve la luz fría y sin vida que me invita con el verso en la pantalla, ni el
enjambre de letras opacadas por el brillo de plata que ametralla. Todo es yermo,multitud
de versiones seductoras, a tal punto, que obnubilan y enceguecen los
reclamos del alma soñadora.
Solo tú me convocas
y me embriagas cuando siento el aroma de tu savia y el murmullo del viento en el otoño, escondido
en tu "obra apasionada. Es que el árbol es el origen de tus días, árbol vivo que queda eternizado embriagando los ojos que se entregan a las paginas
hambrientas de caricias. Y te siento vibrar a mi contacto libro amado, fértil siempre que nutre
mi ambición, mi sed, mis ansias y en mi lecho
te enciendes para darme el universo condensado en
la palabra.
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EL LIBRO No me mueve
la luz fría y sin vida que
me invita con el verso en la pantalla, ni el enjambre de letras opacadas por el brillo de plata que ametralla. Todo es yermo, multitud de versiones seductoras, a tal punto, que obnubilan y enceguecen los reclamos del alma soñadora. Solo tú me convocas y me embriagas cuando siento el aroma de tu savia y el murmullo del viento en el otoño, escondido en tu fibra apasionada. Es que el árbol es el origen de tus días, árbol vivo que queda eternizado, embriagando los ojos que se entregan a las páginas hambrientas de caricias. Y te siento vibrar a mi contacto libro amado, fértil siempre. El que nutre mi ambición, mi sed, mis
ansias y en mi lecho
te enciendes para darme el
universo condensado en la palabra. Roselvira Soda. |
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