DÍA DE LA COLOMBIANIDAD Por Héctor José Corredor Cuervo
q.e.p.d.
Cuando los intereses de los mediocres se sobreponen
a los ideales de los patriotas, el sentimiento nacional se corrompe y la Patria es explotada como una empresa.
Hoy celebramos el Día de la Colombianidad en nuestra patria.
Desde hace 30 años cuando me encontraba en la embajada de Washington nació la idea de celebrar en esta fecha
el Día de la Colombianidad y no el Día de la Independencia porque la independencia fue solo de la dependencia
de la autoridad española pues seguimos y seguiremos atados con nuestra lengua, con nuestras costumbres y con nuestros
valores. Celebramos el día de la Colombianidad o Día de la Integración para que recordemos que la
independencia de la autoridad española se hizo con la participación de todos los países hispanoamericanos
y que en la época actual se requiere de la integración de todos para hacer frente a los nuevos conquistadores
que buscan apoderarse de nuestros recursos utilizando a dirigentes vende patria y escondiéndose detrás de
ideologías fracasadas que nos han llevado a confrontaciones mundiales mientras hacen su negocio con la guerra. ¡Unión!
¡Unión! , es el grito que todos los colombianos lanzamos hoy. ¡Viva Hispanoamérica unida! ¡Viva
la paz! ¡ Viva Colombia sin guerra!
¡Veinte de
julio! ¡Oh, gran día de la hermandad, de fe, de ideales, de sueños e ilusiones de un pueblo honesto que quiere
la libertad sin
secuestros, sin masacres, sin extorsiones!
Día majestuoso de inmenso patriotismo, de luchadores con honor sobre la frente, que rebuscan el bien común
con gran altruismo hasta
alcanzar con fe la gloria reverente.
Día de luz con rayos brillantes de unión que deshielan la inteligencia congelada, para cambiar por fiel destello
de razón los
fusiles que son de la muerte emboscada.
Hoy en las entrañas de bella Patria mía, se siente un inmenso fervor en la mañana y estalla de pasión con
lava de alegría insurgente
volcán de sangre colombiana.
Hoy los grillos y las cadenas del villano, atadas con crueldad y saña al prisionero, con gritos valientes del pueblo
soberano se
romperán como un delicado florero.
¡No más barbarie, terrorismo y vejación en contra de un pueblo dormido
e indefenso! ¡No
más dolor en la aldea y en la nación que retarda el desarrollo y el gran progreso!
¡Libertad! ¡Libertad! ¡Oh, violento
tirano que
siembra minas en el surco con dolores para opacar la luz del sol republicano que impide germinar mi Patria, con honores!
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