|  
 Extracto
                     del poemario  " Como llueve Amor, Como llueve"    
   Amantes de la Lluvia...   Es la lluvia... Solamente la lluvia- está lloviendo, llueve... sigue lloviendo... mi vida... tu vida es otra con la lluvia... nos apretujamos aún más en las mañanas... entre luna y sol la tentadora
                     piel se
                     estira y gime, no
                     queremos saber de
                     la calle ni del tráfico, ni de la congestión de las gentes esclavas y apuradas. 
 Tintinean levemente las gotas de la lluvia acariciando los cristales fríos- como un niño, yo me acuno entre tu sueño y mi deseo. ¡Nada como dormir despiertos, burlar el tedio de amanecer al vulgar trabajo diario gravitando somnolientos entre el sexo alborotado y el
                     deber!... 
 ...Mientras
                     afuera llueve, aprieto
                     mi cuerpo a tu hermosura, derrochando
                     alboradas de ternura. Finges
                     dormitar en quieta espera, presientes mi caudal de besos, te deslizas, puro instinto, a la llama de mi regio despertar... tus muslos relajados, abierta a mí esperanza, audaz, felina en tu selva de sábanas
                     sedosas... ¡Corre
                     el néctar de los dioses sobre la tibia camada de tu piel!  
 
  
 Y fueron tantas las tardes
                     como esa! 
 La casa, el rincón, el suspiro aquel de cosa grata, el hueco en la almohada, la huella de un cerezo, el cuarto deshecho.... 
 ¡Ella y Yo! 
 Ardiente nido de palideces rubias, sus largas medias negras serpentean
                     lejanías... el
                     sostén erguido antes de la brega, colgado yace mustio en un descuido... ¡ Su ausencia  me estremece! 
 Los cobertores caídos
                     forman nidos blandos para
                     sus pies desnudos... Sin
                     sus tacones altos... ¡Corren hacia el cielo! 
 Conspira embrujos el rostro de la luna. El corazón alado susurra cosas leves al horizonte
                     abierto de sus colinas mudas...  El caprichoso antojo de la piel en llamas, la brevedad sedosa de su calzón bordado forja sueños largos ...
                     los dedos tejen engranajes nuevos en el paisaje azul de lo soñado. 
 ¡Lo colma el éxtasis de alcanzar
                     la cima! 
 ¡Ella
                     y Yo! 
 Albor
                     eterno aquel de vino y fantasía. Todo está disperso en el dulce abandono de aquella tarde tan suya, tan mía, tan
                     de los dos, ¡Tan
                     de una sola cosa toda! 
 Joseph
                     Berolo 
 ¡Como llueve Amor, Como llueve! (Texto completo) |