ALBORES
DE UN NUEVO DIA
Dejad que llegue la estación de las
sonrisas
con su destello tibio de nuevas alboradas
a poblar de luces la existencia y de brisas
suaves el rumbo
de todos los mañanas.
No
olvidéis mirar partir ese ayer que muere
en el pálido reflejo de las cosas que trajera
ni creer que
nada queda de su paso ni sugiere
regresar-¡todo queda y nada queda de su era!
Revivid todo lo vivido, nada en vano fue, abrojos
quizá-
y los recuerdos-el aliento de la llama,
el silencio que abrumó la soledad, el vano arrojo
de los bríos,
el esquivo abrazo de la dicha vana.
¡Dejad
que asome el día y canten las alondras!
Que si el ayer fue triste y se llenó de sombras,
la Fe, el
sueño, la vida, sus retoños, sus ardores,
todo ES y habita en este amanecer de amores.
Joseph Berolo