El inmortal poema de Emma Lazarus, aparece grabado en una tablilla dentro del pedestal sobre el cual descansa la Estatua
de la Libertad en la Bahía de New York, y reza asi: (Traducción libre del Original por Joseph Berolo)
La Libertad Iluminando al Mundo |
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Madre de los Exilados |
El Nuevo Coloso - " Aquí, No como el atrevido gigante de fama Griega, a horcajadas de costa a costa, con aire de conquistador;
Aquí, donde se pone el sol a nuestras puertas bañadas por el mar, permanecerá una dama poderosa con una antorcha cuya llama
es el rayo aprisionado, y su nombre, Madre de los Exilados. Del faro de su brazo , bienvenida llama para el mundo entero
brilla; comandan sus bondadosos ojos la bahía cruzada por el viento enmarcada por la ciudad gemela.
"Guardad, Antiguos Imperios, vuestra pompa legendaria" reclama ella con silenciosos labios.
"!Dadme
vuestras gentes cansadas, vuestros pobres, vuestras masas abrumadas, ansiosas de respirar libremente...Enviadme los sin
hogar, aunque batidos por las tormentas, mi lámpara verán alzada en el portal dorado!"
El más profundo de los versos del Poema de Emma Lazarus que dice: "Dadme vuestras gentes cansadas, vuestros pobres,
vuestras masas abrumadas... " desafía en su actual aplicación a todos los immigrantes establecidos, o por lograrlo,
al amparo de la legendaria promesa. La Dama Libertad permanece erguida y comprometida con su destino, ya centenario,
aún con su "lámpara alzada en el portal dorado", en aparente espera de todo ser que logre llegar a sus orillas,
colocar su planta en tierra firme, y comenzar a "vivir" libremente y para siempre. Pero algo falta. El alto
mirador desde donde tantas veces admiramos el espléndido panorama de la Puerta de Oro atendida por la Madre de los Exilados,
ya no existe. Y lo que es peor, el mensaje -promesa del Poema , como las Torres Gemelas, aparece vencido entre las ruinas
y consecuencias que dejara aquella hora siniestra del 9/11, 2001.
De tanto cambio legislativo establecido desde entonces, el más impactante para el futuro de América como refugio para "las
masas abrumadas y ansiosas de respirar libremente," ha sido la reforma gradual y ominosa para todos los immigrantes,
-- llámense estos, "turistas", residentes, ciudadanos naturalizados, en TPS, bajo "La Ley de Ajuste",
"ilegales, ilegales" etc,etc. -- del concepto humanitario de Asilo y Protección bajo el cual se alzó en la Bahía
de Nueva York la Estatua de la Libertad el 28 de Octubre de 1886, cuando el entonces Presidente Grover Cleveland dedicara
a nombre de la humanidad, " La Libertad Iluminando al Mundo" presentada a América por el pueblo de Francia el
4 de Julio de 1884.
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Asi manifestó Cleveland el sentimiento de América al recibir y consagrar el simbólico monumento: "Jamás olvidaremos
que la Libertad ha hecho aquí su hogar, y no permitiremos que su altar escogido sufra de negligencia alguna". Cien
años después, el 28 de Octubre de 1986, la Estatua remozada, reiluminó la vida del asilado y por asilarse género humano,
con el asombroso brillo de su nueva antorcha prendida a control remoto por el Presidente Reagan y recibió el fervor
casi religioso de la humanidad entera agradecida por cien años de magnanimidad y cumplimiento de la noble promesa tallada
en su pedestal.
Hoy, dolorosamente sentido, el sueño americano de libertad y prosperidad sufre de pesadillas nunca imaginadas en aquel Octubre
del '86. El Once de Septiembre del 2001, la globalización de la perfidia humana llegó a las puertas de la Bahía y en un
instante de locura y fanatismo, cubrió de sombras transformadoras aquel altar dedicado a la compasión humana.
Sucede que la existencia se hace supremamente dura, cuando, pese a toda holgura y biienestar, entre otros, el de haber ganado,
muchos de nosotros , el derecho a ser tan norteamericanos como Abraham Lincoln, la tierra de la Libertad, se convierte
por fuerza mayor, (9/11) en una de restricciones y desafíos a todo lo que parezca extranjero, en porte, color, credo o
inclinación política, profesión y hasta preferencia sexual.
Si bien es cierto que hasta el momento, y pese a tanta nueva regulación y restricción migratoria, los Estados Unidos de Norte
América, sigue siendo la meta de miles de extranjeros que sufren en sus países, de hambre y de toda clase de calamidades
-- desde los eternos escapistas de la cercana Cuba y los miserables, haitianos, los de allá y los de aquí, hasta los
sufridos caminantes del Hueco, sin otro rumbo que no sea el promisorio "Norte" -- también es cierto que aquí,
el "sueño americano" se está convirtiendo en grado mayor o menor, en una tragedia de proporciones incalculables
para la humanidad.
La nación yace conmovida y vulnerable ante la globalización del Terror y expuesta a todo mal, real o imaginario, sobretodo
aquel que pueda venir de otras tierras, practicamente de cualquier parte del orbe. Llamémosle Miedo, si se quiere, a este
proceso de transformación de la conciencia hospitalaria de Norte América. Pero, es que el Miedo, cuando lo siente un gigante
que nunca antes lo había conocido, se convierte en trueno y tempestad y uniificación super poderosa de todas las fuerzas
y organismos legales, bélicos y de Fe a su disposición. Un Pueblo que solo teme tener "Miedo al Miedo Mismo",
(F. D. Roosevelt), es un pueblo que no quiere, ni espera sucumbir. La pregunta que nos hacemos es: ¿Cueste lo que Cueste?
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Oda del Exilio
¡Oh, Mi Isla, el mar, la
tumba de los sueños
patrios, el sendero de
jamás volver! -- los festivos
días en aquel hogar de
antes de la guerra, idos./
Una balsa ayer al mar
zarpó para lejana orilla
extraña-- a bordo
silenciosos van los
exilados, los pobres, los
desvalidos/ que en
tortuosos valles lloran --
hacia el refugio tibio de
una Madre llamada
Libertad./ ¡Oh, la suerte
del abismo!, un infante ve
a su madre viajar a la
profunda sima; un hombre
recio y firme muere
muerte de coral y dentellada;/
huérfanos y viudas lloran
su llanto de balseros... En
algún lugar de la inhóspita
negrura la ley espera --
abrazo o despedida... ?
desconocido rumbo,
muerte cierta o arribo a la
esperanza... ¡Qué
Importa... el tormentoso
viaje sigue de la cansada
gente de mi tierra.
Joseph Berolo Ramos. Desvelos al Amanecer de un Nuevo Mundo 2001
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