|   A MI MADRE q.e.p.d.   OFELITA, LUZ DEL ALBA Abelardo Cano Medellín, enero 16 de 2023   Al regresar al hogar y no encontrarte sentada En la silla que te agrada, Mi memoria con pesar Ya comienza a procesar Aquellos buenos momentos Que fueron ese alimento Pa que este niño creciera Y siempre un buen hombre fuera En vida a todo momento.   Muchas
                                 gracias Ofelita Por
                                 haberme dado el ser Que
                                 tal vez sin merecer Tú
                                 querías, mamacita. Y
                                 fue aquella sonrisita Que
                                 a un ángel le robaste, Cuando
                                 en brazos me acunaste , Que
                                 tu corazón de madre Encontró
                                 ese buen cuadre Y mi
                                 amor atesoraste.   Yo te recuerdo mamita Cuando en mis años de infancia Con todita tu elegancia, Te sentabas, bien bonita, A coser en maquinita Para hacernos vestiditos, Y también a vecinitos, Y así también colaborar En el gasto familiar, Pues eran buenos pesitos.   Hoy, mamá, tanto
                                 recuerdo: Esos dulces
                                 que me enviabas Cuando
                                 tan lejos estaba. Esas
                                 visitas de acuerdo, Qué
                                 pesar, hoy ya las pierdo. Esa
                                 bella picardía Que
                                 de tus labios salía Cuando
                                 todo lo decías Sin
                                 importar quien había Pues
                                 tú nunca lo sufrias.   Y que decir de tus nietas Que al salir de vacaciones Emprendían sus acciones Y a la abuela cuál saetas De visita sin boleta. Y, con los brazos abiertos Contra tu pecho sediento Tu gran amor entregabas Y era así como lograbas El placer de un mar hambriento.   Cuando alguien requería De tu ayuda, sin igual, Con buenos consejos y el pan Tu corazón acudía. Y es que todos lo sabían Que tu puerta abierta estaba Y a nadie se le negaba Una ayuda improvisada Pues bandera estaba izada Blanca, como luz del alba.   Tu
                                 partida, madre mía! Con
                                 la aurora fue llegando Y
                                 te fuiste abrigando Día
                                 que apenas nacía .. Te
                                 fuiste, como merecías, Con
                                 tus hijos a tu lado Acompañando
                                 tu estado Rogando a
                                 Dios por tu calma Y
                                 qué así tu noble alma Llegue limpia ante el Amado.   |