Dicen los entendidos que el ser humano es una combinación de
genes y circunstancias. Las circunstancias me llevaron en 1963 de mi nativa Cuba a Venezuela, donde viví 26 años
y a quien debo mucho; pero tengo en mis genes los lunares de una saya española y los cocuyos del campo cubano. Hoy,
con mi "corazón partío" entre la palma y la orquídea, quiero rendir un pequeño tributo
en versos a mis genes y a mis circunstancias, sin otras pretensiones que no sean las de agradecimiento