Ominosamente para el hombre universal, esos dictámenes divinos, son hoy por hoy, tema de controversia y desacuerdo secular, laico, político y cultural. Sirven inclusive para el reordenamiento de doctrinas y mitos sagrados bajo la lupa investigativa y fiiccional de escritores de obras irreverentes y desafiantes de los más caros principios religiosos de la humanidad. 

Hoy impera la instalación metódica y programa en la mente colectiva del hombre, de un nuevo y caótico programa espagueti, nuevamente de proporciones cósmicas; dicho programa, re-codificado para la ejecución de las instrucciones mesiánicas de sus programadores, los actuales gobernantes del mundo, es transmitido a la velocidad extrema de tecnologías de alcance global; se logra asi la robotización inmediata y manejable virtualmente del proceder humano; las instrucciones del espagueti moderno son aceptadas y ejecutadas por la humanidad idiotizada y controlada por la tenebrosa red, practicamente invisible, de este nuevo espagueti cibernético cuya tangibilidad se manifiesta en el caos resultante de su ejecución en el mundo real. 

De ello se desprende el sujeto de fondo de este ensayo. El espagueti Bushiano. Su mejor porción servida y ejecutada: la afirmación hecha por el Comandante en Jefe de la Coalición, George W. Bush, 60 días después de la invasión a Irak, Junio 23, 2003, a bordo del USS Abraham Lincoln convertido en plataforma marina para semejante anuncio de victoria. 

Hoy enfrentamos las consecuencias de tan premeditado engaño; igual recordamos muchas otras tantas falacias cometidas por el pendenciero líder norteamericano: la solución final para el conflicto Israel-Palestina, trazado en la empírica "Hoja de Ruta"; la muerte de Al-Zarqawi, Afganistán, Septiembre 7, 2001, la existencia de armas de destrucción masiva, etc,etc. etc. 

¿Por qué tanto alarde y falsedad? Se trata de la aplicación humana del programa espagueti--manejo enredado de la verdad--; utilizado desde tiempos inmemoriales por todos los gobernantes del mundo, principalmente por los tiranos, para manipular y modelar a su antojo, la credibilidad humana. ¿Su objetivo? Ejercer el poder absoluto de un grupo sobre otro. Asi se mantiene al gobernado, convencido de poseer, individual y colectivamente, el poder requerido para combatir y derrotar al enémigo: el real del Terror declarado y sentido, y el supuesto, s creado para robustecer y agudizar el clima de temor y de miedo necesario para emprender con apoyo y voto masivo, toda clase de aventuras bélicas en nombre de objetivos unilaterales compulsivos y mediáticos. 

Los epítetos anteriores son aplicables a la versión bushiana del espagueti y la enmarcan dentro de un esquema de omnipotencia y absolutismo jamás previsto en la reconocida historia compasiva y humana de la gran nación estadounidense; igualmente define como peligroso, su legado de utilización abusiva del poder y aplicación unilateral de tácticas ajenas a la práctica de la democracia, ejecutadas para detrimento de la misma, como necesarias para contrarrestar el Terror. Desafortunadamente, con armas similares o peores que las utilizadas por el Terror mismo. 

Bajo tales circumstancias y pérfidos designios, la actual versión del programa espagueti de posguerra fue concebida bajo el gobierno de GWB, como arma mortal de sometimiento de las supuestas alianzas, Axis del Mal que sacuden la tranquilidad universal; la aplicación optimizada en cumplimiento de la voluntad mesiánica de imposición del sueño americano en todas las latitudes del universo, es actualmente una pesadilla de proporciones holocaústicas, de la cual no parece poder despertar el mundo. 

Sin embargo, con todo el poder que comanda el país del Norte, el cumplimiento del objetivo y promesa de Paz Duradera, hecha por GWB días antes del comienzo de la invasión de Iraq 18 de Marzo 2003, y su prematuro parte de victoria, el espagueti bushiano es cada día más enredado y el triunfo declarado prematuramente, es cada día más esquivo y distante de Washington y de la Coalición. 

Irak, el de hoy, es sinónimo de caos; el torturado paraíso bíblico de la leyenda, se encuentra sumido en la barbarie de una guerra civil, no declarada y ciegamente desmentida. Y ello, sin entrar a estudiar el caos resultante que la querra en Irak está creando en otras regiones del mundo. 

Dado el impacto que causa el espagueti presidencial de mentiras y confabulaciones políticas, sobre la aparentemente buena intención de llevar la democracia y la paz al atormentado pueblo iraquí y a otros pueblos, la aventura Bush parece ser, termine como termine, el comienzo del fin del poderío norteamericano en esa región del mundo y muy posible, en toda otra esfera de influencia, como ya lo demuestran los movimientos populares en boga y desarrollo en diversas partes del mundo, y con enorme fuerza desafiante, en América Latina. 

A tono con tales designios y artimañas, GWB propone novedosas expediciones libertarias a donde quiera que peligre la democracia y por lo tanto la libertad. Así trabaja el espagueti bushiano. La Promesa es de Democracia para todos los pueblos del orbe y de permanencia universal del Sueño Americano. .¡Misión Cumplida! 

Junio 15, 2006 

Bogotá, Colombia